Uno de los juegos más curiosos de Pokémon que se ha lanzado en los últimos años fue el primer Leyendas Pokémon: Arceus, un spin-off que introdujo una enorme cantidad de mecánicas nuevas de la serie, cambiando algunos de sus elementos más característicos para ofrecer una experiencia muy diferente. Partiendo de su ambientación en un lejano pasado, y siguiendo por su sistema de captura en tiempo real (pudiendo ser el propio entrenador el que sufriera el ataque de los Pokémon salvajes incluso), ha sido una de las entregas más polémicas de la serie… aunque quizás no por los motivos que podían esperarse. Sin embargo, con su secuela parece Game Freak ha tomado nota de las críticas recibidas, y Leyendas Pokémon: Z-A quiere ser la redención que necesitaba esta sub-saga.
Con motivo de la Gamescom 2025 hemos podido jugar una pequeña prueba de alrededor de 20 minutos de Leyendas Pokémon: Z-A, que ha sido suficiente para enseñarnos varias de sus novedades, pero también algo que seguro que preocupa a mucha gente: su apartado técnico. ¿Qué tal le ha sentado a Pokémon el paso a Switch 2?
Una utopía Pokémon
En Leyendas Pokémon: Z-A la ambientación cambia por completo con respecto a su predecesor. Si en el pasado estábamos en una pequeña aldea en la montaña, con una temática muy reminiscente del Japón feudal, en esta ocasión nos movemos a una enorme urbe futurista. A nivel narrativo, se va a juguetear con un concepto que siempre se ha explorado de forma tangencial en los juegos de Pokémon: la visión utópica de un mundo en el que humanos y Pokémon conviven en armonía… o bueno, al menos fuera de las zonas de captura. No vamos a entrar demasiado en el argumento porque no es lo que se ha querido enseñar en esta demo, aunque sin duda el planteamiento es muy prometedor.
Pocas veces un juego de Pokémon ha representado a sus personajes de una forma tan cercana a lo que veríamos en el anime
Donde sí que vamos a detenernos de forma obligada es en el apartado técnico, que es donde Z-A presenta una mayor evolución, visible desde el mismo instante en el que comienza la partida. Lo primero que llama la atención es el modelado de los personajes, mucho más detallado que en Arceus. Pocas veces un juego de Pokémon ha representado a sus personajes de una forma tan cercana a lo que veríamos en el anime, algo que se potencia cuando les vemos en movimiento. Los escenarios también son más densos y con más elementos en pantalla.
Los Pokémon lucen estupendos, así como sus ataques, donde hemos podido ver bastante variedad de animaciones en esta prueba. Eso sí, al final estamos frente a una evolución de lo visto en Arceus, por lo que elementos como el agua, algunas texturas de los escenarios o los horizontes aún están muy alejados de la potencia que podemos esperar de una máquina como Nintendo Switch 2. Luce mejor y más fluido, con menos problemas a nivel técnico, pero sigue sin sentirse un título de actual generación, algo que su apartado artístico no puede compensar.
Para mega-evolucionar, tenemos que recoger unos orbes que suelta el rival al golpearlo para rellenar una barra
La prueba nos ha permitido jugar tres combates contra entrenadores en el contexto de una competición nocturna. Habrá una especie de liga de entrenadores que funciona por rangos; para escalar posiciones, debemos derrotar a entrenadores para quedarnos sus puntos. Hemos podido probar el sistema de combate en tiempo real, una novedad que, aunque sobre el papel parece de gran peso, realmente no se diferencia tanto de lo que vimos en Arceus. En esta ocasión no hay turnos, pero seguiremos teniendo disponibles los cuatro ataques característicos de la saga. La única diferencia a la hora de combatir es que ahora son habilidades con tiempo de enfriamiento, que tanto nosotros como el rival utilizamos en tiempo real. Ni más ni menos.
Dependiendo del ataque, tardará más o menos en volver a estar disponible. Es cierto que en el juego final es probable que las sensaciones cambien a medida que se añadan capas al combate, pero durante la prueba las peleas han sido con Pokémon de poco nivel y ataques muy básicos. Como entrenadores, podremos ir moviéndonos con libertad alrededor del escenario del combate, pero sin más agencia ni posibilidades jugables
Una evolución prometedora
Aquí se mostraba un recorrido lineal muy delimitado, como una suerte de ruta entre edificios, donde esperaban los entrenadores. Como es habitual, si establecen contacto visual, no podemos escapar del reto. Sin embargo, aquí tendremos la opción de acechar a los entrenadores que estén despistados y atacarles por la espalda con nuestro Pokémon para obtener ventaja en el combate. La verdad es que es una característica algo problemática desde un punto argumental. Si te pillan desprevenido, no puedes prepararte para el Pokémon de tu rival, y eso te hará perder unos segundos para prepararte; lo que es lógico hasta cierto punto. La cuestión es que en estos combates no estás cazando, por así decirlo, sino compitiendo; lo que lo convierte en un recurso poco coherente con ese espíritu deportivo.
En la otra parte de la demo, pudimos tener un combate contra un Pokémon Mega-Evolucionado que se ha vuelto rebelde. Para ello, combatimos con un Lucario capaz de mega-evolucionar. Esta lucha funciona a modo de jefe final, con el Pokémon rebelde contando con una gran barra de vida y ataques especiales de gran área que exigirán que esquivemos con nuestro entrenador. Para mega-evolucionar, tenemos que recoger unos orbes que suelta el rival al golpearlo para rellenar una barra; podremos hacerlo varias veces durante el combate si es necesario. El combate resultaba muy divertido y emocionante, mucho más espectacular que los normales, aunque a nivel mecánico no suponga demasiada diferencia.
Se sienten como una mezcla entre la estética de los combates Gigamax de Púrpura y Escarlata, y las luchas contra Pokémon Alfa de Arceus, y prometen ser algunos de los momentos más destacados. Falta por ver cómo se integrarán en el mundo del juego, o si bien estarán limitados únicamente a eventos de historia.
Leyendas Pokémon: Z-A, en última instancia, es una secuela muy directa de Arceus. A pesar de las numerosas novedades que introduce, su espíritu y sensaciones parece que serán muy similares. Es cierto que este pequeño adelanto no es suficiente para despejar todas las dudas que sobrevuelan al título, pero hay muchas novedades y decisiones que hacen que, como mínimo, podamos tener una pizca de ilusión y esperanza de que esta sub-saga sea la revolución que siempre pretendió ser. El juego se estrena en Nintendo Switch y Switch 2 el próximo 16 de octubre.
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