Uno de los juegos más originales, divertidos y simpáticos de la historia de PSP, LocoRoco, ha sido trasladado a la consola doméstica de Sony con resultados muy notables. Analizamos la enésima remasterización para PS4: LocoRoco Remastered.
Si recientemente analizamos la conversión para PS4 de Parappa the Rappa (título que en mi opinión no recibió el mejor de los tratos precisamente por parte de los desarrolladores), en esta ocasión le llega el turno a LocoRoco, producción a la que considero como uno de los juegos de referencia de PSP. Una gran oportunidad para que muchos de los que se perdieron el juego primigenio experimenten lo que significa adentrarse en el mundo de fantasía, locura y diversión que siempre ha estado unido a esta sensacional franquicia.
Los protagonistas de LocoRoco Remastered son unos personajes orondos muy graciosos de diferentes colores (una vez vamos desbloqueando a todos ellos) a los que debemos controlar de una forma muy particular para que lleguen a la salida de cada nivel. Es decir, que debemos acompañarles de un punto A hasta otro B, así de sencillo.
Explicado así, cualquiera podría pensar que nos encontramos ante el enésimo juego de plataformas de desarrollo 2D, un grupo de juegos que al menos a mí me cuesta englobar (no sin muchos matices) en toda su extensión a lo que nos ofrece esta obra de Sony. La razón estriba en su particular sistema de control, el cual en lugar de permitirnos manejar directamente a los protagonistas lo que debemos hacer es usar los botones superiores del mando (L1 y R1) para inclinar ligeramente los decorados en ambas direcciones y aprovechar el cuerpo redondo de los protagonistas y la gravedad para que éstos se desplacen en la dirección que deseamos con la velocidad pertinente.
La sencillez que muestra esta aventura de desarrollo 2D es tremenda, dado que más allá de poder inclinar los escenarios a uno y otro lado también podemos realizar saltos… y ya está. Esas son todas las posibilidades de movimiento y actuación que posee LocoRoco. Pero la buena noticia es que este hecho no coarta o limita las posibilidades de diversión que nos proporciona la aventura, dado que hay más que exprimir de lo que parece.
Secretos y habilidad
Al comienzo de la aventura únicamente tenemos una unidad de LocoRoco. ¿Una unidad? Efectivamente, el protagonista es un ente que puede ir absorbiendo a otros congéneres clónicos e ir incrementando así su tamaño, con todas sus consecuencias físicas que esto conlleva. Basta usar un botón para separar o unificar a los pequeños protagonistas esféricos/gelatinosos, característica que de vez en cuando es necesario usar para adaptarnos a las cambiantes condiciones del terreno que debemos afrontar y sus obstáculos, como por ejemplo atravesar angostos pasillos o tener la fuerza suficiente para romper algunas paredes.
La aventura pone a prueba nuestra habilidad de varias maneras diferentes. Atravesar determinados niveles requiere de cierta pericia a los mandos, especialmente los últimos, si bien no es un juego para nada desafiante… a no ser que deseemos llegar al final de cada fase con las 20 unidades de LocoRoco así como habiendo recolectado todos los coleccionables que podemos ir almacenando y, también, descubriendo los numerosos secretos que esconden los fondos. Se trata de la típica aventura relativamente fácil de superar (podréis hacerlo en unas tres horas o cuatro) pero que, a cambio, también ofrece una rejugabilidad muy manifiesta.
Visualmente el juego no ha perdido nada de carisma
El diseño de cada una de las fases que forman parte de los cinco mundos es un ejercicio de creatividad superlativo. Es casi imposible encontrar dos niveles similares o parecidos en cuanto a su disposición general, aspecto y demás elementos se refiere, lo cual habla muy bien sobre sus diseñadores. Además es uno de esos títulos que, a pesar de los años transcurridos desde su lanzamiento en PSP, sigue resultando muy actual y fresco, sin que su edad se haya convertido en un problema.
Además técnicamente goza de un aspecto tan saludable como el que veis en las imágenes y vídeos que acompañan a este análisis, mostrando una resolución de 1080p en PS4 estándar y 4K en PS4 Pro. No es un portento, para nada, pero su dirección artística me parece sensacional… aunque palidece en relación a lo plasmado en el apartado sonoro: la banda sonora que acapara este juego es increíblemente pegadiza, tanto que se os meterá en la cabeza y no podréis dejar de tararearla ni cuando os vayáis a la cama.
LocoRoco Remastered es, por tanto, un título muy entretenido que quizá no brilla tanto como el original por aquello de que ya no sorprende de la misma forma que lo hizo en su día, pero a pesar de ello es un juego que merece mucho la pena. ¿Podría haber sido mejor? Pues hombre, defectos sí que tiene. De entrada las escenas cinemáticas no han sido tratadas como deberían y muestran una resolución un tanto regular. Pero lo peor de todo es que creo que se ha perdido una gran ocasión de realizar una completa remasterización de esta franquicia, una como Dios manda en la que se hubieran incluido todos los capítulos de la misma. Pero bueno, nos conformaremos con lo que tenemos entre manos, que no es poco.
Una vez más y pese a que no se trata de una nueva propuesta como muchos hubiéramos deseado, LocoRoco nos vuelve a agasajar con simpatía y entretenimiento de calidad. Su originalidad y sistema de juego único le hacen muy sugerente y apto para un vasto grupo de usuarios, aunque sí que es verdad que sólo ofrece un reto real si queremos conseguir todos los coleccionables que se encuentran escondidos en cada nivel. Podía haber sido un pack más completo si se hubieran incluido la segunda parte, la edición destinada a PS3 (Cocoreccho) y el curioso Midnight Carnival, pero nos contentaremos con lo que nos ofrece esta remasterización.
- Su frescura y simpatía siguen intactas
- La banda sonora es extraordinaria y pegadiza
- Gran cantidad de secretos por descubrir
- Su dirección artística luce increíble a 4K en PS4 Pro
- La duración es bastante escasa si no vas a por los coleccionables
- Echamos en falta la integración del resto de material de la saga
