Podríamos decir que la ecuación Mario + Rabbids ha dado como resultado un videojuego al estilo XCOM. Sin embargo, la acción combinada de Ubisoft y Nintendo es más que la suma de las partes. No tenemos sólo dos licencias conjugadas, sino también dos maneras de entender los videojuegos… que en realidad no son tan distintas. Análisis de Mario + Rabbids Kingdom Battle.
Cuenta Davide Soliani (director creativo) que lo primero que le dijo Shigeru Miyamoto es que mostrara su personalidad en este nuevo videojuego, que le mostrara cosas nuevas para sorprenderle. Ubisoft Milan ha gozado de libertad absoluta para crear un título que ha ido ganando nuestra atención con el paso del tiempo. Primero en el E3, después en una toma de contacto más en profundidad, y finalmente en esta review.
Tres razones explican el éxito de Mario + Rabbids Kingdom Battle como videojuego. La primera es la fuerte colaboración establecida entre Ubisoft y Nintendo, que no se ha limitado a mera burocracia promocional, sino que realmente ha habido un intercambio de experiencia entre desarrolladores. La segunda tiene que ver con el fantástico equilibrio conseguido entre dos licencias tan simpáticas, pero a la vez tan distintas entre sí. La tercera es el acierto al escoger el género, un videojuego de estrategia-táctica a lo XCOM que, paradójicamente, se muestra fresco y hasta innovador.
Aunque hay un último elemento, del que te das cuenta mientras juegas. Hay mucha pasión depositada en el título. Amor propio por los Rabbids, pero también por Mario y sus compañeros. Todo esto queda reflejado en un título divertido, muy completo, rejugable, bastante duradero, con cooperativo y que brilla tanto en lo artístico como en lo sonoro (con la participación del compositor Grant Kirkhope). Nintendo Switch suma a su catálogo un videojuego de calidad que apunta a los fans de los turnos estratégicos, pero sin dejar a nadie atrás.
Vídeo Análisis
Un diseño de juego ejemplar
La razón del éxito de Mario + Rabbids Kingdom Battle está en un diseño jugable basado en capas. En la más superficial ves a personajes moviéndose con gracia por escenarios pintorescos. Sin embargo, a medida que te adentras en la aventura, vas comprendiendo que esto no es un paseo. La dificultad ya te pone las cosas difíciles desde el primer mundo, y aunque al principio sólo aprendas a cubrirte y disparar, más pronto que tarde estarás combinando acciones en un ciclo de aprendizaje que nunca se detiene.
Aprendes a atacar cuerpo a cuerpo, a saltar sobre los enemigos, a sanar a tus aliados… y a conectar todas las acciones mencionadas en un mismo turno (sí, es posible). La satisfacción llega cuando ves que esas nociones básicas se compenetran para darte un juego fácil de comprender, pero complicado de dominar. Cuando crees tenerlo todo bajo control, te llega un nivel infernal en el que te aplastan una y otra vez. Puedes aceptar la sugerencia del juego y poner dicha batalla en modo fácil, pero si tu orgullo te dice lo contrario, entonces deberás replantearte la estrategia, o bien optar por mejorar tu equipo.
El videojuego está cargado de detalles y guiños, siempre humorísticos
Si has hecho crecer lo suficiente a tus personajes, es tu capacidad estratégica lo que falla. Si posees una buena táctica pero no triunfas, es que no tienes el mejor equipamiento. Esta es la balanza jugable, clave para entender Mario + Rabbids Kingdom Battle. Rodeándolo está todo lo demás, en forma de niveles que, aunque en ocasiones acusen algo de repetición, muestran en general variedad de planteamientos. Los enemigos están tematizados en las distintas situaciones (pradera, desierto, nieve…) y presentan distintas pautas -con una IA muy sólida- en las cerca de 20 horas que dura la campaña. Tiene gran mérito esto.
Al final de cada recorrido siempre hay un gran e ingenioso jefe, guinda de un pastel estratégico-táctico cargado de humor. Una vez nos comentó Soliani, director del juego, que el verdadero reto estuvo en combinar ambos universos (Mario y Rabbids). Aunque de estilo "cartoonesco", se trata de dos concepciones dispares que han sabido conjugarse a través de un apartado artístico sobresaliente. Las tuberías con orejas de conejo, un rabbid gigante con corbata de Donkey Kong o las versiones "rabbidianas" de Mario, Luigi o Peach son sólo algunos de los ejemplos que veréis en esta desternillante versión del Reino Champiñón.
El videojuego está cargado de detalles y guiños, siempre humorísticos. Cada mundo es un descubrimiento. Son lugares icónicos de la saga Super Mario, pero transformados con pasión y talento audiovisual. Grant Kirkhope, el mítico compositor otrora autor de la música en Banjo Kazooie, pone las melodías, con 40 temas que destacan por un ritmo que se adapta ejemplarmente a cada situación, imperando la alegría musical tan característica del artista. Es un apartado sensacional, porque no sólo complementa a la acción, sino que se atreve a jugar con ella. Magistral.
Hay pequeños descuidos en la presentación del videojuego: escenas que se cortan antes de tiempo, algún pequeño bug sin importancia y una fuente de letra para conversaciones (traducidas al español) que estilísticamente no encaja demasiado. Sin embargo, los aciertos ganan por goleada, con un extraordinario abanico de armas a comprar y un contundente árbol de habilidades -específico para cada personaje- que vigoriza la sensación de progresión en la aventura, tanto con habilidades activas como pasivas.
Mario es el personaje equilibrado, Luigi el experto en armamento pesado, Peach la sanadora… Cada protagonista defiende un rol, una clase. Mario + Rabbids Kingdom Battle debe su triunfo como experiencia estratégico-táctica a que podemos escoger el trío de combatientes, dependiendo de cada situación. Del equilibrio establecido entre seleccionar héroes, luchar, conseguir monedas y mejorar equipamiento (todo dentro de un esquema perfectamente retroalimentado), surge el interés jugable.
Y no todo son batallas. El juego está en realidad construído sobre la mecánica de exploración. Los combates se alternan con momentos en que debemos avanzar, en algunos casos resolviendo puzles que, aunque no sorprendan, están a un buen nivel. Potencian la sensación de variedad, aunque lo mejor es que podemos desviarnos en ciertos momentos de la ruta principal para buscar coleccionables: al estilo de figuras, bocetos o melodías.
Por eso revisitar mundos una vez completados constituye una dinámica importante de rejugabilidad, algo que puede estirar la duración aún más. Y si no, también hay desafíos, algunos de ellos no sólo basados en derrotar enemigos, sino en hacerlo en un cierto número de turnos, o escoltando a un personaje hasta el final del recorrido. Esto además nos sirve para ganar más monedas y puntos de habilidad, aspecto que ayuda a seguir adelante.
Un esquema jugable perfectamente medido, en el que todas las partes se compenetran
Todo esto nos hace hablar de un esquema jugable perfectamente medido, en el que todas las partes se compenetran. En el núcleo tenemos dinámicas estratégico-tácticas en aparencia sencillas, pero cargadas de profundidad. En la parte externa están los desafíos y coleccionables que nos ayudan a estirar la duración, pero que también expanden las posibilidades de mejorar equipo. Lo dicho, un título con multitud de capas, invisibles a primera vista, que una vez descubiertas demuestran su extraordinario valor.
Hasta el cooperativo local para dos jugadores se integra dentro de esta lógica. A medida que superamos mundos en individual, se desbloquean niveles específicos para esta modalidad, los cuales vienen a potenciar tanto el disfrute general como la duración total. Y es sorprendente. Tal vez sea la mejor conclusión, que Mario + Rabbids agrada por el talento y pasión aplicados, maravilla por su cuidado aspecto audiovisual, engancha porque siempre te está enseñando cosas nuevas e incentiva a jugarlo seas un experto en juegos de estrategia o esta sea tu primera toma de contacto.
Es el primer juego con verdadera colaboración entre Ubisoft y Nintendo, y los resultados son más que evidentes. Accesible pero profundo, es un título que hace convivir a dos licencias dispares, las cuales se acaban entendiendo por los múltiples puentes que se tienden. Los usuarios de Nintendo Switch están de enhorabuena, y Ubisoft Milan también. Desde luego, con este precedente, estaremos más pendientes de lo que salga de sus oficinas a partir de ahora.
Una cosa es una alianza estratégica y comercial, y otra es una colaboración real entre equipos de desarrollo. Mario + Rabbids Kingdom Battle responde a esta última concepción. El resultado es un videojuego de estrategia y táctica que fusiona con extraordinario acierto dos universos, pero también dos maneras de hacer videojuegos: las de Ubisoft y Nintendo, que en realidad resultan no ser tan distintas. Humor, talento, accesibilidad y profundidad se dan la mano en un título duradero, divertido y de mucha calidad. Buenas noticias para Nintendo Switch, que suma otro gran exponente a su catálogo.
Comprar Mario + Rabbids Kingdom Battle- Profundo, duradero y desafiante: un gran título de estrategia-táctica
- Extraordinaria fusión, bastante equilibrada, de los universos Mario y Rabbids
- Acabado artístico sensacional, con humor, colorido y variedad de situaciones
- La música de Grant Kirkhoper, una auténtica delicia
- Añade un modo cooperativo con una selección de nuevos niveles
- Bastantes tareas accesorias, al estilo de desafíos y desbloqueables
- Ciertas situaciones y puzles pueden mostrar una ligera monotonía jugable
- Hay algunos descuidos menores en cuestión de acabado
