Análisis de Mordheim City of the Damned. Ejércitos, saqueos y muerte permanente

Análisis de Mordheim City of the Damned. Ejércitos, saqueos y muerte permanente
Facebook Twitter Flipboard E-mail

El oscuro mundo de Warhammer sirve de telón de fondo para este durísimo juego de rol táctico, que sorprende por sus amplias opciones estratégicas y la posibilidad de crear con total libertad nuestra propia banda de mercenarios. Mordheim: City of the Damned no es fácil de jugar, pero quienes asuman el desafío encontrarán en él una obra digna de permanecer en el PC durante meses y meses.

Hay juegos difíciles y luego está Mordheim City of the Damned. Un videojuego tan implacable y cruel con aquellos que cometen errores, que ciertamente nos cuesta entender por qué demonios nos gusta tanto. Pero así es. Estamos encantados con este desafiante juego de rol táctico cuyo nombre no podía ser más premonitorio: la Ciudad de la Muerte, que no es como para tomárselo a broma. Pocos juegos te harán sentir tan vulnerable a la negra parca como esta obra del estudio independiente Rogue Factor. Un simple desliz o una mala decisión estratégica y el mejor de tus héroes acabará mutilado, sino muerto, creando tal vacío en la hueste que a veces sobreponerse a esa pérdida será un desafío imposible de sobrellevar. A nivel jugable e incluso anímico.

Ya lo decían recientemente los responsables del prometedor Valkyria: Azure Revolution. "Si en un juego un personaje no puede morir no se transmite ninguna sensación de peligro al jugador". Y eso es justo lo que hace Mordheim con su concepto de muerte permanente. Los errores se pagan con sangre, la de tus soldados; y estos a su vez con oro y material de guerra sin el cual será imposible continuar la cruzada. Así que más pronto que tarde acabarás muerto, o ahogado en deudas sin dinero con el que pagar los emolumentos de tus mercenarios, o sin recursos que enviar a aquel que financia tus andanzas; lo que a fin de cuentas supondrá igualmente la derrota. La triste y cruel derrota en un juego que, insistimos, os hará valorar la vida de vuestras tropas como si fuera un tesoro. Y ya solo por ese detalle ya merece la pena esta aventura.


Una ciudad maldita que saquear

Fiel reflejo de ese gran juego de tablero con el que Games Workshop daba un espectacular giro de tuerca al universo Warhammer a finales de los noventa, Mordheim: City of the Damned sustituye las batallas multitudinarias propias de esta franquicia por combates urbanos a menor escala entre grupos de soldados que lejos de buscar la gloria con la completa aniquilación de los enemigos, que por supuesto, pelearán ante todo por hacerse con los preciados Fragmentos de Bruja y otros tesoros de índole similar que han sobrevivido a la caída del cometa que arrasó la Ciudad de los Condenados que da nombre al juego. La guerra, por tanto, tiene un enfoque distinto.

Tratar las heridas de los soldados será vital para evitar más bajas de las necesarias. Si son mutilados tendrán que "aprender" a luchar de otra forma.
Tratar las heridas de los soldados será vital para evitar más bajas de las necesarias. Si son mutilados tendrán que "aprender" a luchar de otra forma.


No buscamos matar a todos los rivales, aunque lógicamente esta es una de tantas formas de completar con éxito una misión, sino más bien saquear lo máximo posible antes de abandonar el campo de batalla. Si lo hacemos bien volveremos a nuestro refugio con los bolsillos llenos y un futuro prometedor, pero si nos enfrascamos en batallas sin ton ni son, lo más probable es que por el camino perdamos a algún soldado sin tan siquiera obtener el oro necesario para pagar el sueldo de las tropas. En este caso guerreros pertenecientes a cuatro facciones: los Mercenarios del Imperio, el Culto de los Poseídos, las Hermanas de Sigmar y los feroces Skavens; cada una de las cuales tiene sus propias unidades de combate y particularidades que las hacen únicas.

Ejércitos, saqueos y muerte permanente


El concepto de muerte permanente es bestial, os hará valorar la vida de vuestras tropas como si fuera un tesoro

Sobrevivir al mundo de Mordheim es por tanto una tarea bastante complicada. Los recursos son limitadísimos, el escenario un laberíntico campo de batalla con montones de trampas y recovecos donde cualquiera podría esconderse para atacar por sorpresa, y los enemigos son además temibles e implacables. Un pequeño error y enseguida te verás rodeado de espadas sedientas de sangre. Razón por la que tanto nos ha gustado este título, que a su modo consigue meterte el miedo en el cuerpo.

Piensa y luego actúa. Es el mejor consejo que podemos daros antes de enzarzaros en los sesudos combates por turnos que plantea el juego. Y no es para menos. Dependiendo de las tropas bajo vuestro mando, del tipo de armas que lleven encima, de las nuevas habilidades que hayan aprendido, de los enemigos a los que os enfrentéis, e incluso del escenario en el que os encontréis, cada partida puede ser totalmente distinta a la anterior. ¡Y será por opciones! Hay montones de habilidades especiales y conjuros mágicos entre los que elegir; también tácticas de flanqueo, ataques por sorpresa, distintas posiciones defensivas que adoptar, y hasta tropas como arqueros que bien situadas pueden causar auténticos estragos. No acaba aquí la cosa.

Ejércitos, saqueos y muerte permanente


Perderse en las calles de Mordheim es demasiado fácil, así que conviene recurrir una y otra vez a este mapa táctico. Os salvará la vida en más de una ocasión.
Perderse en las calles de Mordheim es demasiado fácil, así que conviene recurrir una y otra vez a este mapa táctico. Os salvará la vida en más de una ocasión.


Mordheim es tan "realista" en su acción, que incluso podemos guarecer a nuestros soldados en el interior de edificios para protegerles del ataque de criaturas gigantescas como los ogros o las abominaciones del Caos, que por razones obvias no caben por la puerta. Incluso armas como las lanzas y alabardas funcionarán peor en estos espacios reducidos, lo que denota el grado de complejidad jugable de este título. ¿La pega? Aunque adoramos que sea así de profundo en su acción, habríamos agradecido que Rogue Factor trabajara más la interfaz de usuario y explicara mejor algunas mecánicas de juego, pues las primeras horas pueden tornarse una auténtica pesadilla.

El tutorial es un dolor de muelas que agobia con montones de conceptos que para los menos duchos en el universo Mordheim pueden sonar a chino. Nada que la práctica no arregle, claro. Pero más grave nos parece la poca claridad de la interfaz, que a veces puede llevarnos a engaño. Es el caso de las probabilidades de éxito en el golpeo a los enemigos. ¿Cómo es posible que falle un ataque con porcentaje de acierto de 90? Fácil. Porque a ese dato hay que restar las defensas del enemigo y todas las bonificaciones que este lleve encima. Pero claro. No nos lo dicen. Y si lo hicieron en el tutorial, después de tantas tablas, tantas posiciones de ataque y tantas habilidades, como para acordarse.

Ejércitos, saqueos y muerte permanente


Así que sí, es bastante fastidioso sobrevivir a las primeras horas con Mordheim, pero tal es la calidad que atesora este juego de rol táctico, que bien merece la pena el esfuerzo. En especial por ver cómo tu banda prospera. ¿Sois de los que en su momento teníais figuritas de alguno de los ejércitos de Warhammer? Pues esto es prácticamente lo mismo. Son tus soldados, solo tuyos. Porque tú los has equipado con lo mejor que tenías a tu alcance, y tú has hecho que destaquen en unos u otros aspectos de la guerra en base a la elección de sus atributos físicos, especialización en armas y demás. De ahí que duela tanto perderlos en batalla. Que suframos por la muerte de nuestro líder, gran responsable de que nunca baje la moral de la hueste -de hacerlo en exceso huirán en desbandada en el transcurso de la misión-, o que la ira nos invada al ver al mejor de nuestros héroes perder un brazo en combate. ¡No! ¿¡Por qué tú!?

Cada facción cuenta con unidades realmente temibles, pero también la ciudad de Mordheim está plagada de monstruos que atacarán a cualquiera que se cruce en su camino. ¡Usad esto como un recurso estratégico más!
Cada facción cuenta con unidades realmente temibles, pero también la ciudad de Mordheim está plagada de monstruos que atacarán a cualquiera que se cruce en su camino. ¡Usad esto como un recurso estratégico más!


Estas amplias opciones de personalización también se trasladan al propio campo de batalla, donde siempre existen varias opciones para superar las contiendas. Por norma, eliminando a un par de enemigos conseguiremos bajar notablemente su moral y por tanto huirán; pero también podemos provocar que se rindan robándoles su estandarte o sus más preciados tesoros directamente de su carromato, eliminando a enemigos clave, etc. También hay tareas secundarias que tienen que ver con la recolección de Fragmentos de Bruja -recordad que son esenciales-, el robo de reliquias y más. Eso sin mencionar claro que también hay unas pocas misiones de historia con objetivos algo distintos que nos pondrán las cosas realmente difíciles.

Ejércitos, saqueos y muerte permanente


Piensa y luego actúa. Es el mejor consejo que podemos daros antes de enzarzaros en los sesudos combates por turnos

A veces nuestras tropas estarán desperdigadas por el campo de batalla, en otras nos tocará sobrevivir a peligrosas acometidas enemigas, mientras que las hay dedicadas a la obtención de materiales especiales como agua bendita por citar solo algunas. Lástima que no haya más misiones del estilo, pues aunque los mapas se generan de forma aleatoria, transcurridas unas horas la acción puede tornarse algo repetitiva. Más difícil, sí, pero no por ello variada. Y lo mismo podríamos decir del trasfondo argumental, al que se le podría haber otorgado mayor importancia.

Por fortuna hablamos de un videojuego que garantiza horas y horas de puro entretenimiento, ya sea en solitario afrontando las misiones de la campaña o escaramuzas contra la inteligencia artificial, o en las batallas multijugador que también tienen su enjundia. Tal vez no tienen el peso del modo historia, pero son un buen y duro pasatiempo. Y ya que hablamos de tiempo… lo cierto es que no estaría mal que en futuras actualizaciones Mordheim redujera notablemente los tiempos de carga, pues pueden pasar hasta un par de minutos antes de que demos el salto al campo de batalla. Algo que puede resultar desesperante en momentos puntuales de la acción.

Ejércitos, saqueos y muerte permanente


También el transcurrir de los turnos puede tornarse algo pesado, ya que si no tenemos a la vista a los enemigos la cámara quedará fija en una nuestras tropas, sin mostrar realmente nada durante el tiempo que se tome la IA entre movimiento y movimiento. Lo que a veces también puede alargarse más de la cuenta. Y no es que Mordheim sea un espectáculo a la altura del más reciente Warhammer: The End Times - Vermintide, pero habríamos agradecido que nos mostraran algo más. Dicho lo cual, conviene destacar que el juego luce bien a nivel gráfico, con un buen diseño de escenarios y unidades de combate, aunque las animaciones se sienten un tanto robóticas.

Casi como la propia inteligencia de los rivales, que pasarán de sorprendernos con tácticas de combate dignas del mejor de los generales, a otras un tanto absurdas. La banda sonora también acompaña bien a la acción sin sobresalir en exceso. Las voces están en inglés y los textos en español, lo que se agradece mucho teniendo en cuenta lo que hay que estudiar para disfrutar plenamente del juego.

Muy Bueno

Sin sello
Ejércitos, saqueos y muerte permanente

Mordheim: City of the Damned

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

No es fácil adentrarse en el oscuro mundo de Mordheim, pero aquellos que lo hagan y superen su desafiante curva de dificultad encontrarán en él un grandísimo juego de rol táctico. Uno que sorprende por lo bien ejecutado de sus combates, pero sobre todo por las amplias opciones de gestión de nuestra banda. Un grupo de héroes y aventureros que sentiremos como nuestros de un modo pocas veces visto en un juego del estilo. ¿Te gustan los retos? Aquí encontrarás uno de los que te hace disfrutar de verdad.

Comprar Mordheim: City of the Damned
  • Gestionar nuestra banda de mercenarios. Hay amplias opciones de personalización
  • Buena ambientación. También las cuatro facciones están bien retratadas
  • Los combates son intensos y ofrecen alternativas tácticas…
  • … aunque es difícil sacarle todo su provecho. Hay aspectos que no se explican bien
  • Echamos en falta un trasfondo argumental más trabajado
  • Tiempos de carga excesivamente largos
Jugadores: 1-2
Idioma: Textos en español y voces en inglés
Duración: 12-15 horas (mínimo)
Ver requisitos del sistema
Comentarios cerrados
VÍDEO ESPECIAL

12.876 visualizaciones

100 DETALLES OCULTOS de RED DEAD REDEMPTION 2

¿Qué detalles ocultos guarda Red Dead Redemption 2? En el video de hoy os presentamos más de 100 curiosidades distintas acerca de la aventura de Arthur Morgan y de John Marston que nos presentó Rockstar Games en 2018.