Un sistema de control que solo utiliza cuatro botones se combina con la peor propuesta imaginable para crear un videojuego endiabladamente divertido. Moving Out 2 es un juego sobre mudanzas: coger objetos de una casa y ponerlos en un camión o coger objetos de un camión y ponerlos en una casa. Es el peor plan posible tras madrugar un domingo, pero mover muebles se transforma aquí en algo que aporta unas buenas horas de entretenimiento. A fin de cuentas, si lleva el número dos detrás del nombre es por algo. Ya hace unos años que SMG Studio y Team 17 demostraron que la idea tenía un potencial que nadie se esperaba.
Un juego tontísimo, pero también muy divertido
Yo no estuve en el grupo de jugadores que ayudó a la creación de este Moving Out 2. Mi primer contacto con la saga ha sido ahora que se ha estrenado su secuela y por tanto no tenía del todo claro que debía esperar. Sabía que lo visto en las conferencias me había gustado y que era uno de esos proyectos a los que pretendía enganchar a mis amigos. El gran objetivo de los desarrolladores era crear un lugar reconfortante y divertido utilizando una premisa absurda que se combina con mecánicas aún más locas y un sentido del humor tontísimo. Todo está hecho para que cada minuto de juego tengas una sonrisa en la cara y, sinceramente, nunca me viene mal un proyecto así.
Las mudanzas de Moving Out no tienen normas. Todo lo que hay que hacer es llevar las cajas y muebles al camión lo más rápido posible. Da igual si por el camino destrozamos todo lo que queda en el domicilio o arrancamos un inodoro de su tubería provocando una pequeña inundación. Es el jugador el que pone las reglas y eso da mucho potencial para la diversión. Sobre todo, porque se acompaña de un diseño de niveles brillante que siempre ofrece algún truco para hacer el proceso más rápido y, por encima de todo, más caótico. ¿Hay que llevar una silla a la zona de entrega? Cógela, atraviesa una cristalera y lánzala contra una sombrilla para que rebote de tal modo que caiga en el camión.
Moving Out tiene un apartado visual simple, pero muy resultón.
Quizá se pueda criticar a los desarrolladores por un engaño evidente. Aunque se vende como un juego de mudanzas, es un simulador de gestión de equipajes en Ryanair. Las físicas increíblemente bien conseguidas junto al mencionado énfasis en la gestión caótica hacen que mover cosas se sienta increíblemente bien. Moving Out 2 es el típico juego con apenas dos o tres mecánicas que se exploran hasta la saciedad, combinándolas y reformulándolas de forma cada vez más ingeniosa gracias a los cambios que sufren constantemente los objetivos o el escenario. Es un título que, en lo que he podido jugar, he comprobado que es casi perfecto en lo que propone.
Los cambios constantes tienen ese punto de equilibrio delicioso en el que cada novedad dura lo justo y necesario para entretenernos sin cansarnos. Es algo que se hace evidente cuando apenas llevamos unos minutos de partida. Descubriremos que la estructura del juego es similar a un plataformas clásico dividido en mundos que tienen una estética muy bien diferenciada y ofrecen grandes variantes en el esquema de la partida. Sin embargo, no solo hay diferencias entre una zona y la siguiente. Los propios niveles dentro de cada mundo modifican suficientemente las tareas para evitar una sensación de repetición que, de haber ocurrido, se hubiera cargado la experiencia.
Los niveles cambian constantemente y añaden variables muy interesantes.
Lo más impresionante de todo esto es que el juego me ha convencido sin siquiera haber tocado el multijugador. Es el elemento más interesante según todos los usuarios que probaron la primera parte y tengo ganas de darle una oportunidad ahora que podré darle caña con mis amigos. Sin embargo, siempre es algo complicado encontrar la forma de probar estas funciones en una versión de 'review'. He leído algunas críticas que dicen que Moving Out 2 puede ser un poco insulso cuando juegas solo y, aunque entiendo por qué pueden pensarlo, no puedo estar de acuerdo. Todo el tiempo que he estado probándolo lo hice divirtiéndome de una forma muy relajada.
Los sistemas son amables y, aunque la curva de dificultad no termina de estar bien medida, siempre conseguirlas cumplir los objetivos principales (acabar la mudanza en menos de x tiempo) en un par de intentos. Además, hay multitud de opciones para rejugar cada escenario intentando conseguir más estrellas. En la mayoría de ocasiones es fácil completarlo todo y la tarea solo consiste en llevar a cabo la mudanza de una forma diferente a cómo la hicimos la primera vez. Es algo particularmente interesante, aunque veo más potencial si jugamos acompañados o una vez hayamos avanzado mucho en la historia.
Moving Out 2 es un juego que abraza la idea de que la mejor forma de utilizar el tiempo es disfrutando de algo que nos gusta. Solo tiene ese gran objetivo de entretener y es capaz de cumplirlo. Está a la altura de las expectativas proponiendo una idea original y muy contenida en cuanto a su ambición. Es pequeño y compacto, con una localización al español que amerita la felicitación del equipo. Es cierto que el precio de lanzamiento es un tanto elevado para lo habitual en los videojuegos independientes y eso le hace daño al tratarse de un título, en apariencia, aún más disfrutable en cooperativo. Sin embargo, merece la pena tenerle un ojo encima y, si no es ahora, jugarlo en el futuro.
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