Análisis de Narita Boy. Un maravilloso viaje retro a las entrañas de un juego de los años 80

Análisis de Narita Boy. Un maravilloso viaje retro a las entrañas de un juego de los años 80
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Narita Boy es uno de los videojuegos españoles que más esperábamos en este 2021. Su viaje retro al pasado nos lleva hasta el interior de un videojuego ficticio en que nosotros somos los héroes. ¿Apetecible? Pues creo que lo será mucho más después de que leas en el análisis todo lo que tiene que ofrecerte.

Hay videojuegos que te atrapan por su sorprendente estética, por su cuidada atmósfera, por lo bien que están diseñados. Quiero dejarte claro desde el principio que Narita Boy es uno de esos juegos. Sin querer quitar mérito a su apartado jugable, que es notable, lo que me ha empujado a seguir jugando ha sido su nostalgia retropixel basada en los años 80, esa época en que ponías tu cassette en el lector y esperabas varios minutos hasta que cargara el programa.

Por ello, creo que es conveniente afirmar que este juego lo disfrutarán más aquellos que ya tienen sus años (como yo, para qué engañarnos), o que se sienten conectados a dicha época. Recuerdo que los que vivimos aquellos años pensábamos en lo que sería meterse dentro de un videojuego, y de hecho muchos programas y series de televisión trataban esa premisa. Era una fantasía omnipresente. Por ello, no es coincidencia que sea el tema principal del título de Studio Koba, el cual por cierto lleva en ejecución desde hace bastantes años. Asumimos el rol de un joven jugador que viaja al otro lado de la pantalla para convertirse en un héroe digital, con la misión derrotar al villano que ha tomado el control del software.

Todo en la forma de un metroidvania con muchas plataformas, acción y algún que otro puzle… pero sobre todo mucha originalidad, a la vez que un carácter altamente estrafalario. Esa es precisamente la seña de identidad con la que los desarrolladores barceloneses quieren darse a conocer. Y en mi opinión lo han logrado. Narita Boy es un juego único, por supuesto con sus defectos, pero con una personalidad abrumadora. Mi recomendación es que lo pruebes, pero antes sigue leyendo, porque hay cosas muy interesantes que tienes que saber.

Viaje al interior de un videojuego retro

Ver tanto pixel en movimiento y con esa paleta de colores tan ochobitera es una absoluta maravilla

Una de las cosas que hacen único al título es su premisa narrativa. Un genio programador de los 80 crea no solo una consola (Narita One), sino un videojuego (Narita Boy) que vende lo que no está escrito. ¿Cuál es el problema? Que el programa tiene algún tipo de conexión con la realidad y un ser llamado Him acaba con la memoria del creador. Para evitar el desastre, el ente encargado de velar por la seguridad del programa, Motherboard, activa un protocolo especial para salvar la situación, y ahí es donde entramos nosotros, los héroes de la aventura.

Básicamente, el juego se basa en la fantasía que antes describía, la de un juego que adquiere vida propia, hasta el punto de que se convertirá en nuestra realidad. Es un metajuego, por así decirlo, así que veréis bugs, cosas extrañas en el código, entre las cuales se encuentran los enemigos que te encuentras. Todo salpicado de referencias a la cultura de los ochenta, donde no faltan momentos de humor informático, como que un personaje te hable en código fuente. De hecho, si os apasiona la programación, disfrutaréis de lo lindo con la terminología que han incorporado los creadores.

Un maravilloso viaje retro a las entrañas de un juego de los años 80


Un maravilloso viaje retro a las entrañas de un juego de los años 80

Al fin y al cabo, estamos en un reino digital. Es una de las claves mejor resueltas en el juego, principalmente a través del impresionante apartado gráfico del título. Soy totalmente sincero si os digo que la estética ha sido mi mayor aliciente para jugar. Ver tanto pixel en movimiento y con esa paleta de colores tan "ochobitera" es una absoluta maravilla. Hay variedad de escenarios con una alta variedad cromática y, sobre todo, una cantidad de efectos que te transportan al pasado, ese en que usábamos monitores CRT. De hecho, el juego tiene un filtro que incorpora dicho efecto, unido al del temblor de la imagen.

No obstante, no quiero que penséis que es como jugar un título de la época. La sensación es otra. Es un homenaje, y como tal el juego sabe desenvolverse jugablemente en la actualidad. Básicamente, es un metroivania. Avanzas por entornos con distintas habitaciones y situaciones, ya sean plataformas, batallas o puzles. Tienes acciones muy variadas que se van desbloqueando, con una progresión que se basa principalmente en eso: en aprender a saltar entre paredes, escalar, impulsarte en el aire e ir adquiriendo cada vez más habilidades de ataque y defensa.

Un maravilloso viaje retro a las entrañas de un juego de los años 80

A pesar de estos defectos -que son importantes- no podía dejar de jugar

Por eso mismo se hace variado. De principio a fin tienes nuevas técnicas que aprovechar tanto en la interacción con el entorno como en las batallas contra los enemigos. Por ejemplo, hay jefes que no se pueden superar sin el dominio de la embestida, y saltos que serían imposibles sin el uso del impulso. La dificultad no es elevadísima, porque el respawn es inmediato y no tiene casi penalización… Sin embargo, a veces las cosas se ponen peliagudas. Todo en un mapeado que admite backtracking, porque el avance se sustenta en ir adquiriendo llaves para acceder a nuevas zonas. ¿El objetivo? Principalmente, desbloquear las memorias del creador, que por cierto son momentos muy bonitos (a modo de flashback) en que aprenderemos más sobre su infancia en Japón.

Por tanto, el juego es interesante por varios aspectos. En la ambientación recoge el aspecto mágico y cinemático del clásico Another World, tal y como defendieron sus responsables. En lo jugable es una apuesta que mezcla la acción con el plataformeo y, sobre todo, la exploración. Tienes que ir continuamente de un lugar para otro en un mapa generoso en dimensiones. Yo he echado en falta un mapa para orientarme, para moverme mejor entre instancias y no perder el tiempo yendo a sitios que ya había visitado. En un metroidvania es casi un requisito, y por eso la experiencia se me ha hecho un poco cuesta arriba. Por lo demás, la navegación por el escenario resulta fluida y satisfactoria, con tiempos de carga bastante breves.

Un maravilloso viaje retro a las entrañas de un juego de los años 80


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Los puzles son el otro aspecto que no me ha terminado de convencer. Básicamente, se basan en la exploración, en ir a un sitio, recordar una serie de formas y colores para después activar un dispositivo. Poco más. Son más un ejercicio de memoria, en que incluso se te dice que puedes sacar papel y lápiz para apuntar las figuras (la complicidad con el usuario que no falte). Sin dejar de ser un guiño a la vieja escuela, y que encaja en el tipo de juego que es, creo que en este aspecto hubiese agradecido algo más de inventiva y variedad.

Y puede que os parezca extraño, pero a pesar de estos defectos -que son importantes- no podía dejar de jugar. Lo estético y sonoro (con uso de sintetizadores a tope) empujan con fuerza a una obra que tiene carácter. Eso, hoy por hoy, es difícil de encontrar, y solo por ello se merece que le prestéis atención. Para más señas, estará disponible desde el primer día en Game Pass, y a un precio reducido en el resto de plataformas. Recomendable para nostálgicos de lo retro y apto para todos los demás. Narita Boy agradece cada minuto que le dedicas.

Una maravilla retro

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Narita Boy

Por: El equipo de 3DJuegos
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Narita Boy es una fantástica oda a lo retro que entusiasmará a los amantes de los microordenadores de los ochenta, pero también a todo aquel que se sienta interesado por su estética y personalidad. Precisamente, el aspecto gráfico retro de esta aventura de acción y plataformas supone el principal reclamo para disfrutar, por otra parte, de un metroidvania que no lo hace todo bien, pero que divierte de principio a fin. ¿La conclusión? Que se merece que le des una oportunidad, porque se nota que está desarrollado con mucho gusto y cariño.

5 Cosas que debes saber:
  • Maravilloso en lo visual y sonoro: estética retro impresionante
  • Acción intensa, con jefes finales nada escasos
  • Buena sensación de progresión: nuevas habilidades de principio a fin
  • La exploración se hace algo confusa, a veces frustrante
  • Los puzles no son muy ingeniosos
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español
Duración: 7-9 horas
Ver requisitos del sistema
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