La luz del Sol reluce sobre nuestro recién estrenado vehículo. Los semáforos se ponen en verde y una nube de humo se levanta impidiéndonos ver a los coches rivales. De repente, vemos que alguien nos golpea por detrás, despojándonos de nuestro parachoques. Perdemos el control y salimos despedidos dando varias vueltas de campana. Así podría empezar una carrera dentro del nuevo “Need for Speed ProStreet”, un título que apostando por un mayor realismo, quiere volver a convencernos de que seguimos teniendo intacta nuestra necesidad de velocidad.
Doce años de velocidad interrumpida y, sin embargo, cada nueva entrega se espera incluso más que la primera. “Need for Speed” ha hecho historia en el género de los videojuegos de conducción, de eso no cabe ninguna duda, pero está dispuesta a volver una vez más y a sorprender, esta vez de una manera definitiva. Nos encontramos tal vez ante la entrega más revolucionaria de la serie que, aunque sigue conservando sus principios de velocidad y facilidad de manejo, ahora incorpora una característica que los usuarios pedían a gritos: el realismo.
Se nota que EA Black Box ha trabajado duro en este aspecto, aportando no sólo una experiencia de conducción más inmersiva, sino también una ambientación que va a dejar de lado la historia para centrarse en lo que realmente importa: la emoción de las carreras. Según nos contó su productor John Doyle, es cierto que en esta ocasión no tendremos un hilo narrativo como en los más cercanos “Need for Speed”, pero no es menos falso que seguirán existiendo personajes con los que interactuar.
El “Need for Speed” más realista
Tras una etapa de preproducción bastante meditada, donde los desarrolladores tuvieron que barajar hasta cinco o seis ideas de diseño de juego, al final se decidieron por abandonar el ambiente oscuro de las anteriores entregas y transportarnos al mundo legal de las competiciones deportivas. Así pues, las apuestas dejan lugar a carreras oficiales, que discurren en eventos de fines de semana con un telón de fondo formado por circuitos y recorridos representativos de Europa, América y Japón. El desierto de Nevada era uno de ellos, y allí pudimos palpar el potencial de este nuevo “Need for Speed” a través de la versión que Electronic Arts había preparado para nosotros.
No vamos a ocultaros que, aunque este nuevo título supone todo un cambio dentro de la franquicia, algunas características clave siguen conservándose, como es el caso de la velocidad, potenciada ahora más si cabe por los efectos visuales que proporciona la “next-gen” a nuestras pantallas. Coches detalladamente modelados, unas texturas en los escenarios de enorme calidad, paisajes que se pierden en el horizonte y, sobre todo, unos efectos de iluminación que cobran un especial protagonismo, dejándose patentes en los brillos y reflexiones en la chapa de los vehículos.
Daños tan reales que te harán sentirte culpable
Estamos ante el “Need for Speed” más realista de la historia, no sólo por los fidedignos diseños de los últimos modelos de coches (BMW M3 y Mitsubishi Lancer Evolution X incluidos), sino también por los efectos que los golpes tendrán sobre el chasis. Los usuarios pedían que las partes de nuestro vehículo se vieran afectadas por nuestra forma de conducir, y EA les ha escuchado. Pero además de escucharles, han querido sorprenderles, llevando el sistema de daños a un nivel superior a todo lo visto hasta ahora, reflejando los desperfectos según la trayectoria del choque y la velocidad.
Y esto es algo que les ha resultado especialmente complicado, debido a la casi infinita variedad de diseños que pueden resultar de los diferentes cambios sobre el diseño de nuestro bólido. Debían conseguir un sistema de daños en tiempo real para que todos los vehículos se vieran afectados y el resultado ha sido realmente espectacular. Así nos lo demostró John Doyle durante la presentación del juego. Una vez que el resto de coches salió desde la línea de salida, él se acercó a uno de los muros y se rozó contra él. Acto seguido pudimos comprobar cómo el lateral se había abollado por partes, además de recibir múltiples arañazos.
Tal conduces tu coche, tal lo tienes
Para que no nos quedáramos con las ganas de ver lo que pasaba si daba marcha atrás hasta golpearse con otro obstáculo, Doyle volvió a la carga, dejando el impresionante y potente coche deportivo que manejaba con un triste aspecto. Ahora el paragolpes trasero se había descolgado parcialmente, quedando colgando y oscilando con el movimiento del vehículo. No obstante, esto no iba a ser nada comparado con lo que vendría después cuando circulara a cientos de kilómetros por hora de velocidad: vueltas de campana, capós, puertas y paragolpes volando por los aires…
Lejos de querer parecer un recurso para atraer sólo visualmente, John Doyle nos dejó muy claro que todo iba en función de una jugabilidad más realista, de modo que los desarrolladores creen que si hay daños, entonces el jugador conducirá sabiendo que su estilo tendrá unos determinados efectos sobre el coche que lleva. Resulta un argumento más que razonable, teniendo en cuenta que está apoyado por más aspectos como una física muy creíble, los efectos de humo y el nivel de personalización.
Humo real que no tendrás que respirar
De todos estos puntos, merece especial atención el humo, uno de los aspectos sobre los que, según el productor, estuvieron trabajando más tiempo. La intencionalidad ha sido la de usar este recurso como una manera de acercar la acción desde el cristal de la pantalla al jugador, de manera que casi podamos sentir como si una nube gris nos rodeara. Nosotros la pudimos ver en vivo, y podemos constatar que esta sensación es verdadera. Se trata de uno de los avances en materia gráfica más respetables dentro de lo que a videojuegos de conducción se refiere.
Pero, como hemos dicho antes, no todo se limita a la belleza visual. Las nubes de humo también tendrán efectos en carrera, bien intimidando a los adversarios en la parrilla de salida o bien levantando cortinas en curvas para hacer que los que vengan detrás pierdan visibilidad. Evidentemente, nosotros tampoco estaremos exentos de los efectos del humo, que de esta manera se convertirá en uno de los elementos a tener en cuenta para poder salir victoriosos dentro de de cada una de las modalidades que comprende el título.
Personalízate y sé el rey de la calle
Unos modos de juego que volverán en forma de cambios de marcha (modo Drag), de derrapes (modo Tandem Drift) y de toda la emoción de las competiciones en el modo Grip. A estas opciones se añadirá el Speed Challenge, donde la habilidad para controlar la velocidad dentro de los variados recorridos será clave para convertirnos en los reyes de la calle, y no es una forma de hablar. “Need for Speed ProStreet” nos propone ser los “street kings”, de manera que ahora la historia la escribimos nosotros en función de nuestra habilidad al volante.
Sin embargo, la palabra que no podía faltar en este título tan realista era la personalización, pero en un nuevo nivel que nos ofrece la increíble cifra de 10.000 piezas que podremos incorporar a nuestro vehículo para acto seguido comprobar sus efectos en un túnel de viento. Asimismo, todos los cambios se podrán guardar en forma de huellas (“blueprints”), que llevarán nuestras modificaciones a todos aquellos que quieran disfrutarlas vía online.
Como tú quieras
Será muy gratificante ver cómo tus reglajes permiten ganar carreras a otros jugadores (algo de lo que podremos estar al tanto). Como en el caso del sistema de daños y de los efectos del humo, las modificaciones de nuestro vehículo no serán meramente superficiales, sino que tendrán un efecto sobre nuestra conducción. Añadir un alerón no sólo será bonito estéticamente, sino que también tendrá repercusiones sobre el control.
Un control que se ha pulido hasta tal punto que ofrece la posibilidad tanto de practicar un estilo de conducción tan realista como arcade. Todo depende de nuestros gustos y de si queremos que los asistentes de conducción nos acompañen durante las carreras. Como nos comentó John Doyle: “El jugador decidirá si quiere que su experiencia de juego sea más arcade o, por el contrario, desea experimentar el realismo de conducir un coche con un comportamiento real”.
Necesitamos velocidad
En cuanto al apartado sonoro, sólo podemos decir que se han grabado con más detalle que nunca los motores de los vehículos reales, añadiendo una sensación de realismo que ya posee el título tanto en el aspecto gráfico como de jugabilidad. Este puede convertirse en el “Need for Speed” definitivo. Nuestras primeras impresiones con él han sido realmente satisfactorias pero hasta que no lo tengamos en nuestras manos no podremos ver su auténtico potencial. De lo que no cabe duda es que la necesidad de velocidad de cientos de miles de fans será saciada otro año más y, esta vez, de una manera mucho más real.