El fútbol es uno de los deportes que más pasiones desata, y más en nuestro territorio. Por eso mismo cada lanzamiento perteneciente al deporte rey es seguido por miles de usuarios, aunque en este caso se trate de un juego que llega a Nintendo 3DS por la puerta de atrás y sin hacer apenas ruido como sucede con Nintendo Pocket Football Club.
Con la Liga BBVA al rojo vivo, las semifinales de Champions en ciernes y, lo más importante, el Mundial de Brasil esperando en el horizonte, está claro que ahora mismo el fútbol está en boca de todos. Más de lo habitual, queremos decir. Y esto se está traduciendo también en la llegada de diversos juegos basados en el deporte rey, con el reciente Copa del Mundo de EA Sports encabezando una hornada de títulos a los que le han seguido otros como Football Manager Classics o éste que nos ocupa, Nintendo Pocket Football Club. Y para que quede claro desde el principio, ésta propuesta que llega de manera exclusiva desde la tienda eShop a Nintendo 3DS es un mánager de fútbol y no un simulador tipo FIFA o PES.
Y no sólo eso, ya que se trata de un mánager muy particular como vamos a explicaros detenidamente, que posee unas características únicas que le separan del resto de títulos similares que se encuentran actualmente en los diferentes sistemas, como el citado Football Manager, por ejemplo.
Esto queda de manifiesto nada más comenzar a jugar, ya que tanto las diferentes pantallas de menú como su disposición es mucho menos densa, compleja y profunda de lo que suele ser habitual en el género. Por eso mismo os avisamos desde ya mismo que este título está orientado de manera expresa a los jugadores menos experimentados en este terreno y, más concretamente, a los más infantes. Hasta tal punto es así, que aquellos usuarios habituados a los mánagers de fútbol (o de cualquier otro género) que se adentren en esta propuesta, probablemente quedarán decepcionados ante las limitaciones que ésta impone.
Entrena duro
Otro de los aspectos que es necesario dejar claro de antemano es que estamos ante un título que no goza de licencia alguna. ¿Y esto en qué se traduce? Pues en la total ausencia de jugadores reales, así como equipos, entrenadores, estadios, competiciones, equipaciones y demás elementos que rodean al deporte rey. Todo lo que se deja ver en Pocket Football Club es ficticio, alejando de la simulación aún más a esta obra de ParityBit.
Y se trata de algo que es necesario destacar, dado que una cantidad importante de aficionados que disfrutan con los mánagers de fútbol lo hacen entre otras cosas para conocer a un gran número de jugadores. Y es que después de jugar durante semanas o incluso meses a cualquier simulador de este estilo y como muchos de vosotros sabéis perfectamente, esta experiencia jugable termina por aportar una gran cantidad de información y conocimiento dentro del panorama del fútbol nacional e internacional. Por lo tanto, esta interesante faceta se pierde en este juego de Nintendo 3DS, por lo que aquellos que quieran convertirse en una especie de enciclopedias balompédicas andantes similares a los periodistas especializados como Maldini o Áxel Torres, por poner dos ejemplos, deberían dejar correr este título.
Pero entrando ya de lleno en el juego en sí, nos encontramos con una obra que es apta para todo tipo de jugadores debido especialmente a su sencillez y simplicidad. Lejos de "amedrentar" a los usuarios con menús casi infinitos, multitud de datos por todas partes y una gran diversidad de tareas de las que estar pendientes, en esta ocasión todo se ha reducido a la mínima expresión, sacrificando por este hecho parte (o gran parte incluso) de la diversión que suelen dispensar estos juegos. Pero, aún así, el título se las apaña para terminar enganchando a todos aquellos usuarios que busquen una experiencia de juego más liviana dentro de esta clase de obras.
Así de entrada, prácticamente de lo único que debemos estar pendientes desde la perspectiva meramente económica es de las nóminas de los jugadores y del dinero que ingresamos y que tenemos asignado como presupuesto global, poco más. Por lo tanto, los números quedan prácticamente relegados a un segundo plano, por lo que nuestra ocupación principal es la de asumir el papel de entrenadores.
Lo primero que debemos hacer es crear a nuestro equipo, pudiendo escoger su nombre, equipación, etc. Luego nos toca ir escalando poco a poco desde la Liga Noveles hasta la Primera División, siendo un objetivo más complicado de lo que puede parecer dada la humildad y la baja calidad que muestran nuestros jugadores al inicio.
Precisamente uno de los mayores retos y cualidades que ostenta el título se basa precisamente en ir mejorando paulatinamente a nuestros jugadores, para lo cual es necesario entrenar duro, jugar partidos y, sobre todo, hacer acopio de las llamadas tarjetas de entrenamiento. Éstas nos permiten ir mejorando las aptitudes de los jugadores en siete campos bien diferenciados (como resistencia, técnica, etc.) que quedan establecidos mediante letras y que poseen su icono correspondiente. De nosotros depende emplear cada una de estas tarjetas como más nos interese o, incluso, fusionar unas con otras para dar a luz tarjetas más completas.
Otra de las funciones principales es preocuparnos del estado de forma de nuestros pupilos, ya que si algún futbolista no juega lo suficiente se encontrará desmotivado y fuera de forma, mientras que si abusamos de él puede acabar cansándose o, peor aún, caer lesionado. Y a esto se suman otras facetas ya clásicas dentro del género como atender al mercado de fichajes, seguir la trayectoria de ciertos jugadores con proyección... Y todo ello mediante pantallas de menú muy claras y que son mostradas en perfecto español.
Sin embargo, y a pesar de que entendemos la reducción de la complejidad del título en favor de la jugabilidad más directa y la simplificación de conceptos en general, es cierto que se echan en falta ciertas tareas y campos básicos, sobre todo durante la disputa de los partidos en sí. Y es que si bien durante los mismos es posible variar ciertos aspectos, no acabamos a entender la ausencia de numerosos componentes tácticos básicos como el esquema de juego, dibujo sobre el terreno, etc. Y esto limita mucho nuestra mano y dirección desde el banquillo, quedando demasiado abierto el desarrollo del partido al libre albedrío, por así decirlo, al menos en nuestra opinión.
Cabe destacar que dichos encuentros hay que contemplarlos sí o sí, ya que no es posible saltarlos y acceder únicamente al resultado final... o al menos nosotros no hemos sabido cómo hacerlo. Y se trata de un error bastante grueso, y más tratándose de un título portátil en el que se supone que el factor tiempo es muy importante.
Fútbol de 8 bits
En aspectos técnicos, el título es verdaderamente simple, siendo uno de los apartados más destacados del programa. Y es que su estética claramente retro, que recuerda a ciertas producciones de la era de los 8 bits, nos parece muy acertada. Además las animaciones de los jugadores sobre el césped son bastante graciosas, el terreno de juego está bien representado y el aspecto pixelado de los futbolistas llama mucho la atención. En definitiva, se trata de un juego increíblemente sencillo pero que posee un encanto visual especial.
En cuanto a su acabado sonoro, éste es mucho menos llamativo, con efectos bien recreados pero sencillotes y no especialmente cuantiosos, y una banda sonora meramente funcional, que acompaña adecuadamente las distintas pantallas de menú.
En definitiva, estamos ante un mánager de fútbol muy simple que, por eso mismo, la diversión que puede proporcionar a los jugadores depende mucho de éstos. Aquellos que estén acostumbrados a otros títulos similares como bien pueden ser Football Manager, FIFA Manager o Championship Manager quedarán decepcionados ante la absoluta simpleza y falta de profundidad mostradas por la producción de ParityBits. Y a esto se añade la ausencia total de licencias oficiales, algo que sin duda echará para atrás a otro grupo importante de usuarios. Sin embargo, los jugadores menos expertos y, sobre todo, los más pequeños de la casa podrán disfrutar de un mánager de fútbol singular y bastante simple, siendo un título perfecto para iniciarse en el género.
Lejos de ser un mánager de fútbol completo y ambicioso, estamos ante un título portátil que puede servir como puerta de entrada al género para muchos aficionados, especialmente para los más pequeños. Y es que la reducción de la complejidad de las tareas a desempeñar que posee este título le alejan de la simulación más profunda para quedarse sólo en la superficie de lo que suelen depararnos este tipo de producciones. Apto sólo para los menos iniciados.
- Puede enganchar a cualquier usuario, sobre todo a los menos experimentados.
- Gráficamente es llamativo, todo muy retro.
- Le faltan numerosas opciones y herramientas básicas.
- Su contenido es mucho más limitado y simplificado de lo habitual en el género.
- No presenta licencias oficiales de ningún tipo.
