He jugado a Octopath Traveler II y no es una secuela rompedora, pero sí el JRPG que necesitaba

Acabo de comprobar cuándo salió el primer Octopath Traveler y casi me caigo de la silla: ¡hace cinco años! Parece que fue ayer cuando descubrí este magnífico JRPG en el que Square Enix demostró que todavía se pueden hacer juegos de rol a la antigua usanza, de esos que disfrutábamos como enanos (como algunos éramos) en la etapa de Super Nintendo y los 16 bits en general. Ya sabéis: batallas por turnos, subidas de experiencia, historias emocionantes y un apartado pixel-art que lograba sumergirte en aventuras memorables.

Había un montón de cosas positivas en el anterior juego, por supuesto, pero también muchas que mejorar de cara a Octopath Traveler II. Tras jugar sus primeras horas, me he dado cuenta de que todas las virtudes se mantienen, con un sistema combativo profundo y una construcción de personajes formidable. También se conservan los atributos audiovisuales originales, con una excelente calidad. No obstante, había importantes aspectos por pulir, principalmente por cierta sensación de repetición, algunos altibajos en el argumento y una decepcionante conexión entre las ocho historias. La buena noticia es que hay atisbos de que estos problemas se han tenido en cuenta, con lo cual tengo muy buenas sensaciones de lo que nos espera…

Un JRPG que mantiene lo bueno y arregla lo malo

Jugando unas pocas horas a Octopath Traveler II ya te das cuenta de las intenciones de los desarrolladores: mantener lo bueno y tratar de mejorar lo que estaba mal en la anterior entrega. Esto se traduce básicamente en mantener los estupendos combates por turnos de su predecesor. Vuelve la ruptura, que deja a los enemigos aturdidos, pero también el impulso, esa técnica que te permite atacar varias veces consecutivas. Hallar las debilidades de los enemigos (a espadas, lanzas, hachas…) y escoger la habilidad más adecuada a cada momento sigue siendo fundamental en un juego de rol con potentes toques táctico-estratégicos en sus refriegas.

Aún tengo que profundizar qué nuevos trabajos y habilidades se encuentran disponibles, pero ya os adelanto que hay cosas muy interesantes. Por ejemplo, uno de los primeros protagonistas que probé, el guerrero Hikari, puede desafiar a NPC del mapeado para posteriormente copiar sus habilidades combativas. Otros de los personajes disponibles son una ladrona que refuerza a las unidades aliadas si luchan de noche, o también una boticaria con la capacidad de preparar objetos curativos. En total, siguen siendo 8 aliados entre los que puedes escoger libremente al inicio de la partida, cada uno con sus particularidades y trasfondos argumentales.

Pero más allá de todo esto, tal vez lo que más me ha impactado es que durante las contiendas se va rellenando un indicador a medida que recibes o propinas golpes. Sirve para activar el conocido como potencial, una técnica completamente nueva que es única para cada protagonista, y que básicamente permite desencadenar un ataque especial de lo más demoledor. Usarlo con cabeza es clave, así que se convierte en una curiosa novedad que tendré que comprobar lo importante que resulta más a largo plazo.

No es la única incorporación. En Octopath Traveler II se añaden cosas como poder pasar del día a la noche, algo que modifica las oportunidades de exploración. También se añade la posibilidad de atravesar mares, mejorando así la sensación de libertad y eliminando obstáculos a la hora de movernos por el entorno. Y otra cosa muy curiosa son las historias cruzadas, que consisten básicamente en que varios protagonistas entrecrucen sus caminos, de foma que exista una mayor cohesión argumental de los distintos arcos narrativos (cosa que se echaba de menos en el anterior juego).

Como veis, no es una ruptura total con respecto a lo que propuso Square Enix en el anterior videojuego: era no era la intención. Y me parece fenomenal. A mí por lo menos me bastaba con obtener nuevas historias y alguna que otra mecánica inédita para justificar una nueva entrega. Todo lo demás funcionaba bastante bien, con un apartado audiovisual que ya os adelanto que es una auténtica maravilla. Los gráficos HD-2D se acompañan de algunos efectos 3D, con giros de cámara incluidos, que vienen a suponer una leve mejora, pero de la que te darás cuenta si jugaste al primer Octopath Traveler.

Ahora me queda comprobar si las historias están al mismo nivel, el ritmo jugable no desfallece y deja un buen sabor de boca al acabar la aventura. Intuyo que para eso aún me quedan muchas horas por delante, así que os lo contaré todo en el análisis dentro de unos cuantos días.