El balón lleva ya unas semanas rodando en el fútbol de clubs, y eso significa que Pro Evolution Soccer no falla a su cita con las tiendas. Konami continúa puliendo una fórmula que, desde que vivimos el cambio de ciclo de consolas, pero continúa maltratando las versiones de PC. ¿Qué tal PES 2017? En este análisis tratamos de despejar la incógnita de si Konami sigue chutando desviado en compatibles.
Con Pro Evolution Soccer en los últimos diez años hemos vivido una verdadera montaña rusa de alegrías y decepciones. La anterior generación de videoconsolas, la de PlayStation 3 y Xbox 360, fue para olvidar en la marca futbolística nipona, pero llevamos ya unos años en los que el cambio de ciclo parece haberle sentado de maravilla a la saga. Con PES 2015 vimos un importante salto que, desde luego, no nos devolvió el espíritu de obras maestras que vivimos en el pasado, pero que sí nos ofreció un notable entretenimiento futbolístico, y con PES 2016 vimos la misma fórmula pero con relevantes mejoras. El Deporte Rey volvía a ser muy divertido bajo el sello de Konami, y esa era la mejor de las noticias.
Dicho esto, ¿qué encontramos con Pro Evolution Soccer 2017? Es lo que vamos a tratar de explicar en este análisis, del que ya te podemos adelantar que aborda un juego continuista en términos de innovación pero que sigue respetando ese espíritu de PES 6 que llevamos ya tres años viendo. Adam Bhatti, el responsable de la serie, ha sido muy franco desde el principio en el sentido de que no quieren tanto una renovada Edad de Oro para la franquicia en cuanto a mirar a otros horizontes, sino más bien volver a la brillantez retornando a la diversión pura y dura por la que apostaban en el pasado. Con esas reglas, llega la entrega de este año. ¿Es perfecta? No. ¿Es divertida? Sí. ¿Es recomendable? En consola más que en PC, algo que no sorprenderá a nadie y que lastra a esta edición con el mismo aspecto visual desde 2014, algo de lo que, en su ejercicio de honestidad habitual, desde Konami ya se advertía hace unos meses.
Descosiendo el Cuero
Uno pone las manos sobre PES 2017 y siente la naturalidad de lo que no es, ni mucho menos, un cambio brusco con respecto a la entrega anterior. Esto, que podría alarmar a quienes buscan cambios más groseros y palpables de una entrega a otra en una saga deportiva, es en realidad una gran noticia. La suavidad en la transición de un juego a otro no significa, ni mucho menos, que no haya cambios; significa en cambio que si éstos están presentes están lo suficientemente bien implementados como para que no haya drama alguno en el avance de un juego a otro. El nuevo juego de Konami opta por la sutileza a la hora de presentar sus modificaciones puramente relacionadas con lo que sucede en el terreno de juego, y nos obliga a invertir muchas horas para percibir en su totalidad las variaciones que en nuestros primeros minutos sólo podemos atisbar muy por encima.
Bajo sofisticados nombres como Precise Pass, Team Control o Real Touch se esconde, en realidad, un mayor control sobre todo lo que pasa en el rectángulo de juego, y lo mejor que se puede decir de la edición para compatibles de este Pro Evolution Soccer 2017 es que la mayoría de características están presentes en el juego de ordenador. Una buena noticia para una serie que va cada vez más acercándose a lo que esperamos de ella en este campo y para lo que, si bien todavía falta tiempo y esfuerzos que realizar, ciertamente se puede decir que desde hace unos pocos años se camina en la dirección correcta… O más bien en la que más cómodo parece sentirse el equipo de Konami. ¿Cómo caminan todas estas novedades en el camino adecuado? El Real Touch, probablemente, sea el elemento más suave y que más pase desapercibido para el aficionado, pero es uno de los que más contribuyen a dar velocidad al adecuado estilo arcade de la serie PES desde que cambiamos generación. Se trata de aportar una naturalidad mayor al primer contacto con el balón, y de generar una fluidez en el juego mayúscula en base a cómo nos relacionamos con éste al controlarlo. ¿Has oído alguna vez la típica frase de que para un delantero "un buen control es la mitad de un gol"? Pues esto es lo mismo pero aplicado a los 11 deportistas que corren sobre el verde. Cuando lo dominemos podremos darle al juego la velocidad o la pausa que deseemos, algo especialmente útil en el último tercio del campo, y fundamental a la hora de decidir si nos interesa el juego directo o si queremos desarbolar al rival con infinidad de pases, por ejemplo al primer toque, o haciéndole bascular de un lado para otro con ágiles desplazamientos.
En los últimos tiempos los PES han lidiado con el tema de los pases de muy distintas formas, desde dejando más bien poco en manos del jugador, con mecánicas muy automatizadas, hasta poniéndolo todo bajo su control en los ciertamente incómodos controles manuales. Ahora, con el Precise Pass, se trata de lograr un equilibrio entre una y otra vía. Por un lado, la IA calcula al vuelo un sinfín de variables para que todo resulte más veraz, algo que encaja con la acertada obsesión por la naturalidad que exhibe Konami en este episodio, y por otro la exactitud del movimiento del esférico tanto en pases rasos como altos queda enteramente en nuestras manos. El balón, en líneas generales, ha sido siempre uno de los puntos fuertes de la saga incluso en los momentos más bajos de la marca, y no podía faltar a su cita de calidad con este episodio donde se notan incluso mejorías en su comportamiento. El equilibrio entre nuestros deseos y la imprevisibilidad lógica de este deporte vuelven a ser clave en el videojuego, y Adam Bhatti y el resto de su grupo de desarrolladores han logrado que desplazar el esférico por el campo, ya sea para pasarlo o para chutar a portería, sea un placer fantástico en el que importa tanto la fuerza al golpearlo como la puntería y precisión al mirar a portería.
Elementos como estos, unidos al exquisito trato del Player ID que tuvimos desde el año pasado para la representación icónica de los futbolistas más relevantes del planeta, hace que un partido entre equipos grandes en los que conocemos a todas sus figuras (y tienen la suficiente relevancia como para tener su identidad en el juego) sea una gozada. Lástima que no todo funcione a la misma altura en este tipo de situaciones de encuentros de máxima exigencia, especialmente en el tema de los guardametas. PES 2016 fue bastante decepcionante en este campo, y para este episodio se había prometido una notable mejoría, y ésta existe pero con matices. Por un lado, los cancerberos ciertamente exhiben mejoras a la hora de salir de su guarida debajo de los palos y son más serios lidiando con balones altos, por otro lado siguen haciendo gala de manos de mantequilla en algunos lances y si bien son capaces de asombrarnos con imponentes estiradas para llegar a balones imposibles, tienen una lamentable tendencia a la incapacidad de blocar balones fuertes aunque les vayan al cuerpo, lo que provoca rechaces que irremediablemente quedan muertos en el área pequeña para ser remachados por los delanteros rivales. Sí, entendemos que un disparo efectuado con cierta potencia es difícil de blocar, pero de ahí a que el índice de balones atajados en esas lides sea tan bajo hay un trecho muy importante y que debe ser mejorado en aras del realismo.
La versión de PC está muy por debajo de lo esperado en lo gráfico
Además, en un gesto que agradecemos, se han minimizado elementos de frustración del pasado como las deficiencias en unas colisiones entre jugadores que antaño dejaban mucho que desear y que, entrega tras entrega, van mejorando. El realismo en los choques y forcejeos todavía no está a la altura de lo que esperamos de un videojuego del año 2016 porque la relación entre los cuerpos no siempre es tan exacta como debería, pero los pasos adelante son más que obvios. Algunas maniobras como las segadas, por ejemplo, siguen conteniendo ese punto épico tan propio de la serie Pro Evolution Soccer. Continúan viéndose algunas "cosas raras" de manera muy puntual, pero su presencia cada vez es más aislada y, dentro de lo que cabe, lógica en juegos donde hay que tener tantas cosas en cuenta. Por otro lado, y con ánimo de dar por zanjada nuestra relación con el balón, hay que mencionar también que el tema de los regates continúa el camino iniciado por el equipo hace ya unos años. La línea, si acaso, es más acusada en este campo, con un empeño por conseguir que las fintas y maniobras espectaculares sean más sencillas de ejecutar en base a combinaciones de menos botones pero que, al mismo tiempo, sean difíciles de ver puesto que dependen de usarlos correctamente y en momentos muy exactos. Para familiarizarnos con la ejecución de las maniobras basta con pasar unos minutos con el modo entrenamiento dedicado específicamente a este tipo de acciones, sin embargo cada vez hay más de usar la inteligencia a la hora de relacionarnos con el balón y suele resultar mucho más útil una finta con el cuerpo, un buen control orientado o un amago de disparo que siente al defensa que una bicicleta o levantar el balón por encima de nuestra cabeza.
Desde Fuera del Verde
Entonces, todo este tipo de cosas ¿hacen que el juego sea más divertido o menos? ¿cómo de fácil o difícil es marcar gol en PES 2017? ¿los partidos son realistas? ¿qué tal la IA si nos gusta jugar en solitario? Las preguntas se agolparán a estas alturas en la cabeza del jugador. En términos de diversión todo es muy relativo, y lo que a unos entretiene para otros puede ser un aburrimiento de diversiones colosales. El nuevo Pro Evolution Soccer, sin embargo, mantiene el espíritu de la entrega anterior en cuanto a dar con las teclas correctas, y el resto ya quedará en manos del aficionado. La IA, además, es cada vez menos vulnerable y sólo resultará fácil marcarle gol en las tres dificultades más moderadas, de Profesional para abajo, por lo demás cierra bien los espacios y sólo podremos desarmar sus líneas defensivas si somos lo suficientemente ágiles moviendo el esférico con cierta velocidad. El problema es que en la versión de ordenador hemos notado algunos problemas de control y algunos molestos bugs relacionados con disparos y comportamientos de balón que no se manifestaban en consola
La inteligencia artificial aliada es relativamente útil a la hora de trazar desmarques para tratar de romper líneas, pero si no siempre nos quedará la opción de poner en manual la opción Controles de Compañero para dictarles nosotros mismos los movimientos que deben llevar a cabo. En ese mismo sentido, y para lidiar con las situaciones límite, tenemos en esta ocasión mucho más control indirecto sobre todo lo que sucede en el verde. Ya acostumbrados como estamos a la forma en la que se disponen las tácticas y los onces en pantalla, que no por reincidente sigue pareciéndonos la más adecuada para manejar en consola, Konami ha optado por rediseñarla desde el punto de vista meramente cosmético, incorporando rostros de futbolistas y algunos detalles más aquí y allá. Por otra parte también han decidido centrarse en modificaciones de tipo estratégico, exhibiendo una mayor profundidad en las órdenes que podemos almacenar en la cruceta del mando y, además, aportando mayores soluciones para jugadas específicas como los lanzamientos de esquina.
Si hablamos de los campeonatos existentes, encontramos la UEFA Champions League y la UEFA Europa League como los dos grandes abanderados de la marca PES
En cuanto a dónde ponemos en práctica toda esta jugabilidad, el juego se afianza en las modalidades de las que lleva haciendo gala hace ya unas cuantas temporadas. La Liga Master sigue siendo uno de los puntos donde los veteranos más tiempo querrán invertir, aunque también es la modalidad que menos cambios drásticos exhibe. Hay un mayor interés por mejorar las negociaciones, uno de los puntos flacos de episodios precedentes, y agradecemos el desembarco de los presupuestos separados para fichajes y sueldos. Por otra parte, y con mucho más interés, se gana en profundidad en el tema de la asignación de los roles y el crecimiento de los jugadores, algo que siempre tiene mucho atractivo de cara a partidas muy largas en las que nos volquemos en la evolución de los deportistas. myClub, la alternativa jugable donde creamos nuestros propios equipos para hacerlos progresar, observa también modestas modificaciones como unos tutoriales mucho más claros, así como el llevar a cabo ajustes en los fichajes con un mayor número de posibilidades vinculadas a los ojeadores y las subastas, y un cierto interés por fomentar en el jugador una capacidad más analítica permitiendo observar al detalle estadísticas del equipo contrario. Por otro lado se observan pocos cambios en modalidades como Ser una Leyenda, y en alternativas on-line como los Campeonatos en Línea o la personalización de torneos de Liga y Copa que podemos modificar enteramente a nuestro gusto.
Si hablamos de los campeonatos existentes, encontramos la UEFA Champions League y la UEFA Europa League como los dos grandes abanderados de la marca PES desde hace ya algunas entregas. Esto supone que ambos torneos están presentes con sus músicas, logos y, la mayoría de equipos, equipos debidamente licenciados para ambos. Por otra parte, y para tratar de paliar de alguna manera la dolorosa desaparición de la Copa Libertadores y de la Copa Sudamericana se ha negociado el debut de la Champions League Asiática. Vago consuelo, lo sabemos, pero Konami vive desde el inicio de la IP Pro Evolution Soccer en un tira y afloja muy duro en términos de licencias del que parece condenada a tener que pugnar duramente temporada a temporada. Alrededor de este mismo tema debemos decir también que la Premier League británica sigue sin licenciarse y apenas encontramos a Liverpool y Arsenal como equipos totalmente representados con nombre y equipación, y lo mismo pasa con la Liga Santander española que sólo trae consigo al Atlético de Madrid y al F.C. Barcelona. Otras grandes ligas como la francesa, la italiana, la argentina, el brasileirao o la liga chilena, en cambio, sí están tratadas con mucho más mimo y muestran a todos sus participantes correctamente.
En lo tocante a estadios las conclusiones son parecidas, hay una treintena con construcciones tan emblemáticas como Maracaná, San Siro-Giuseppe Meazza o el Camp Nou, pero también hay notabilísimas omisiones y algunos otros inventados.
A la hora de valorar qué tal el rendimiento on-line hemos aguardado, como siempre hacemos en estos casos, a probar el videojuego con los servidores oficiales. Es algo que hacemos habitualmente pero todavía en mayor medida vistos precedentes como el de PES 2014, donde la faceta multijugador a través de internet fue durante casi toda la temporada impropia de un producto de estas características. Sólo así hemos podido valorar la fluidez de los partidos amistosos, algo lento de momento en el matchmaking pero impecable en términos de lag, así como de las ligas de Divisiones en Línea, así como del esperado Juego en Equipo en el que 22 usuarios se miden entre sí en algo que puede ser un caos absoluto o una auténtica demostración de gloria multiplayer en función de la habilidad y las ganas de colaborar de los diferentes contendientes.En el tema de las actualizaciones de plantillas, algo fundamental a día de hoy y en lo que a la saga le ha costado algo de tiempo ponerse al día, todo lo que podemos decir es también muy positivo. Con actualizaciones en vivo vamos a ver todos los fichajes de verano correctamente reflejados, incluso en los de ultimísima hora como Garay y Mangala al Valencia o Mustafi al Arsenal, pero no sólo esto sino que también se ha garantizado desde la fase de promoción de este PES 2017 que se hará buen uso de actualizaciones frecuentes y de periodicidad semanal para modificar cualquier tipo de base de datos en este sentido, así como para controlar los estados de forma de los jugadores a través de la función En Vivo. Eso sí, las herramientas de edición siguen haciendo gala de la profundidad habitual de la serie, así que el aficionado tiene en sus manos personalizar hasta el más mínimo detalle todo lo referente a cualquier faceta imaginable del programa: desde las contrataciones, hasta las equipaciones y los cánticos, con posibilidades de compartirlo en plataformas como, por ejemplo, PC o PS4.
A la Espera del Fútbol del Siglo XXI
En momentos tan turbulentos como los vividos por esta IP en el anterior ciclo de consolas, ni tan siquiera el apartado gráfico conseguía mantener el tipo, y llama la atención la desatención que sigue mostrando el equipo nipón por las versiones de PC de su propuesta. Con la implementación del FOX Engine la cosa comenzó a cambiar al menos en consolas, pero hay que recordar que incluso sus primeros pasos fueron durísimos con un juego que hacía gala de una tasa de imágenes por segundo errática e intolerable, y que sólo con el paso del tiempo hemos podido asistir a resultados mucho más cercanos a lo que esperamos a día de hoy de una franquicia de leyenda como la que nos ocupa. Pro Evolution Soccer 2017, como en el resto de facetas del programa, es una continuidad en la línea para PlayStation 4 y Xbox One pero es un alarmante estancamiento en la edición de compatibles. "Pasos en la dirección correcta" va a ser la frase más repetida en este análisis en lo jugable, pero no en una edición de PC del todo impropia de los tiempos que corren.
Huelga decir que los rostros de los futbolistas en ordenador no se ven como en consola, efectos como el sudor o la calidad de las texturas para las caras no se parecen ni remotamente en ordenador. Así que aquí se observa algo más de trabajo en muchos de los jugadores más conocidos a la hora de representar su aspecto mientras que otros, menos populares, presentan un look todavía más discreto, pero los modelos son los mismos de los últimos años así que no esperéis cambio alguno en esta parte. Los estadios también cuentan con un trabajo formidable a sus espaldas en consolas y de un look mucho más pobre en compatibles, aunque el césped sigue sin ser tan potente como esperábamos en unas y otras versiones, y tiene todavía molestos efectos en la calidad de su representación, especialmente cuando se comparan las distancias cercanas con las lejanas. Lamentablemente en PC, como ya hemos dicho, no se han actualizado los modelos pero tampoco otras cosas como la simulación, y en términos de resoluciones los aficionados con monitores que se salgan un poco de lo habitual tendrán serios problemas para encajar la imagen correctamente. Siguiendo este enlace puedes echar un vistazo a los requisitos mínimos y recomendados, pero ya imaginarás que el juego no es particularmente exigente en este ámbito. Tiempos de carga breves y buen diseño de menús e interfaces para las modalidades ayudan a mejorar una puesta en escena que, por fortuna, nada tiene que ver con la pobreza que exhibía la serie hace una década.
¿El audio? Notables avances en cuanto a la música licenciada, en la que por fin Konami comienza a volcarse. Temas notables de Miike Snow, Ellie Goulding o Skrillex, entre otros artistas populares de la música electrónica, ayudan a aderezar nuestro paso por los partes más pasivas del juego, en una selección de doce temas que no son demasiados pero que suponen un notable aumento cualitativo con respecto a lo que la serie nos había venido acostumbrando en los últimos tiempos. Los comentarios vuelven a correr a cargo de Carlos Martínez y Julio Maldonado "Maldini", y desde hace ya algún tiempo no suenan en absoluto enlatados ni con las pésimas condiciones de grabación de la que hicieron gala en su debut en PES 2010. ¿Significa esto que hablamos de un acompañamiento notable? No, puesto que todavía falta mayor variedad en las frases, sentido en muchas de ellas y, desde luego, hay que corregir muchos problemas como la falta de cohesión de la voz de Martínez al, por ejemplo, enumerar los jugadores que componen una alineación. Esto hace que cada palabra suene en un tono diferente, lo que provoca un molesto efecto del tipo de locución de "estación de tren".
Si el fútbol va de sensaciones y estados de ánimo, PES 2017 ha sido la reconciliación con un viejo amigo por lo positivo en consola y el reencuentro con un viejo enemigo en PC. Con un apartado gráfico que no muestra evolución alguna con respecto al año pasado y, eso sí, la mayoría de fórmulas jugables implementadas desde este año, la edición de compatibles es muy poco recomendable en comparación con el más que notable acabado del juego de Konami en Xbox One y PlayStation 4.
Comprar PES 2017- En lo jugable la versión de PC cuenta con algunos de los avances de la de consola
- El balón sigue siendo un seguro de vida para Konami, su trato es extraordinario
- Las mejoras en términos de colisiones, manejo, pases y regates son de agradecer
- Todavía transmite la sensación de que queda para estar a la altura de sus mejores episodios
- Los porteros muestran mejoría, pero siguen haciendo gala de errores muy graves
- El tema licencias sigue descuidado con, incluso, algunos importantes pasos atrás
- La versión de PC no cuenta con avance gráfico alguno con respecto a los últimos años
- Algunos problemas de control que parecen específicos de la edición de ordenador