El eterno debate: ¿un pokémon para expertos o para nuevos jugadores? Game Freak ha tenido que lidiar de nuevo con esta pregunta. Y la respuesta se encuentra justo entre el Sol y la Luna: en el término medio. Este videojuego es el ejemplo paradigmático de cómo la serie ha cambiado con cada entrega, sin cambiar realmente nada. Análisis.
No puedo contar ya la cantidad de pokéball que he lanzado, los entrenadores a los que he derrotado o lo mucho que he ido al Pokécenter. Pero sí las veces que he sentido frustración con este videojuego durante su análisis: ninguna. Como un buen profesor, no le gusta enseñarte demasiadas cosas de golpe o que te vengas abajo por la dificultad.
Pokémon Sol y Luna es como el equilibrista que sujeta en un lado a los fans de toda la vida y en el otro a los nuevos jugadores… y que por suerte no se cae. Le ha costado. Lo digo yo que he estado decenas de horas mirando desde abajo, suplicando que no se cayera. En un juego así, cualquier error puede ser mortal. Los entrenadores más veteranos lo saben; Game Freak también. Aquí se va sin redes.
Por eso, la cosa tuvo su emoción. Hubo instantes en que se balanceaba demasiado hacia los nuevos jugadores, y ahí estuvo a punto de pegársela. Al juego se le nota demasiado preocupado porque no sepas la efectividad de los ataques, porque no tengas suficiente dinero o porque desconozcas el siguiente punto al que ir. Siempre te ayuda, y el caso es que después de tantas horas, no se lo reprocho. Ha sido conservador, pero al mismo tiempo valiente. Una paradoja, pero hay que partir de ella para entender lo que significa este videojuego, para comprender lo que han significado estos 20 años de Pokémon.
Cambiar todo sin cambiar nada
En realidad, no debería estar sorprendido. La serie lleva haciendo esto toda la vida. Por eso hice un experimento. Irme a la estantería y coger el mítico Azul/Rojo, lleno de polvo. Ahí estaba el profesor, tu madre, los poblados, las rutas y esos sonidos "ochobiteros" que aún hoy en día se conservan. El molde se ha mantenido intacto durante veinte años. De él, han ido saliendo juegos que añadían importantes novedades: escoger sexo, megaevoluciones, combate online...
Sin embargo, el molde nunca se ha roto. Si acaso, se ha hecho más grande, o ha cambiado su forma como es el caso. Lo digo más que nada porque ya no hay gimnasios. En su lugar, hay islas, y en cada una de ellas tenemos pruebas que en realidad son pequeñas mazmorras. No contienen sólo combates, sino exploración, responder preguntas y hasta sacar fotos. Hay variedad. Hay imaginación. Al derrotar a los jefes (Kahuna), recibía un cristal que añadía un movimiento único a mis pokémon.
Recuerda un poco al objeto que obtienes en los Zelda, o al poder que copias en los Megaman, o al día de Navidad… Es como obtener un juguete nuevo. Sientes que progresas, que todo se hace más complejo. En este caso, se llaman movimientos Z y son fulminantes. Se pueden usar una vez por batalla, pero sólo contemplar sus tremendas animaciones merece la pena.
Creo incluso que este es uno de los juegos en que más puedes personalizar a tus criaturas. No sé la cantidad de veces que me han dicho que he aprendido un nuevo movimiento, y podría montar una tienda solamente con los objetos MT que me he encontrado. Satisfacción es la palabra. No me ha faltado de nada. Diréis: ¡pero eso no es positivo! Pues según se vea. Aunque haya ido hasta arriba de superpociones, han acabado fulminando a mi equipo en más de una ocasión. Es necesario levear, aunque sea un poco. Las rutas no son cortas y contienen cantidad de entrenadores, pero para ir con seguridad necesitas arremangarte y meterte entre matojos… o en el agua. Te esperan cantidad de pokémon, en la línea de pasadas entregas, aunque aún no se nos permite decir el número total.
El juego está diseñado con una política de cero frustraciones
Capturar pokémon tampoco es sencillo. Me ha dolido lanzar superballs y ultraballs para nada… Hay criaturas más "premium" que otras en este sentido, y tampoco me disgusta. Al final, este Pokémon, como tantos otros, posee dos capas: una apta para todo el mundo y otra a la que llegan sólo los mejores. Por eso alcanzar el final del juego no es como para presumir de ello, pero sí ganar la Liga Pokémon y completar al 100% el título.
Para pokénovatos...
No es que sea un completo paseo, pero en su capa más superficial nos encontramos ante un Pokémon muy amable. A poco que subas de nivel a tu criatura inicial, arrasas con todo. Vendrán ataques super efectivos para aguarte la fiesta, eso seguro, pero Sol y Luna está diseñado con una política de "cero frustraciones". Hay dinero de sobra, nunca te faltan pociones, es imposible perderse… Y si por algún casual acaban con todo tu equipo (normalmente frente a un líder), alguien te dice cuando vuelvas que uses tal o cual tipo de pokémon.
Al final, esto es según te lo tomes. Tienes tantas opciones a tu disposición, que clamar al cielo por la dificultad no tiene mucho sentido. Si eres nuevo, no tienes problema, este juego está hecho para ti. Pero si eres un experto, puedes adelantar tiempo y completar la pokédex, o simplemente tirar de personalización para crear un "dream team". Ir más allá, diseñar tu propia experiencia. Visitar tiendas, descubrir secretos, personalizar tu ropa... Los que han jugado a Pokémon lo saben. Esta franquicia está hecha para que tú te lo guises y tú te lo comas.
Game Freak pone a nuestra disposición nuevas herramientas para ello. Tenemos el Poké Relax, que se puede activar tras cada batalla para curar estados de nuestro pokémon. Entorpece la jugabilidad y no aporta mucho, pero ahí está. Luego el Poké Resort, una especie de parque para pokémon en que recibimos la visita de nuevas especies, y conseguir incluso que se unan a nuestro equipo. Está la Festi Plaza, un lugar de encuentro para entrenadores online en el que protagonizar combates, intercambios o minijuegos. Salvo el primero, no son ninguna tontería. Se agradece su existencia. Entre tanta historia y combate, viene bien algo diferente, romper con la tónica principal.
No entendáis con esto que la trama está mal. No deja de ser la historia de un entrenador surgido de la nada para hacerse con todos, pero la forma en que se cuenta es diferente. Principalmente, todo se parece más a la serie de TV: el subidón gráfico es tremendo. Un juego precioso, con cantidad de detalles y que aprovecha el hardware de 3DS a más no poder. Si no os lo creéis, sólo hay que prestar atención al "frame-rate", que lucha por sobrevivir cuando hay más de dos pokémon en batalla. Es tremendo. Tanto, que se ha tenido que sacrificar el efecto 3D: sólo está disponible para el uso del pokévisor, el cual nos permite hacer fotos en lugares específicos (la magia está en dar con ellos).
New Nintendo 3DS se comporta mejor que la consola antigua, pero en ambos casos los resultados son sobresalientes. Merece mucho la pena subir al brillo a tope, y disfrutar tanto de día como de noche de la región de Alola (las ediciones Sol y Luna poseen 12 horas de diferencia en su reloj interno). Si tenéis unos cascos, ponéroslos, porque la banda sonora es una de las mejores de la franquicia. Y no os saltéis los diálogos, espléndidamente traducidos al castellano, porque hay algunas líneas que son oro puro. Avisados estáis.
… y para pokéxpertos
El juego quiere llegar a todo el mundo, lo lleva grabado. Pretende arrasar en ventas, y por ello pone una alfombra roja a los nuevos jugadores. Son completamente bienvenidos con una jugabilidad rica, pero al mismo tiempo asequible. No obstante, el verdadero juego para los expertos comienza cuando se acaba dicha alfombra. La Liga Pokémon no es el final, es el principio. Sol y Luna ofrece uno de los "end-game" más ambiciosos de toda la franquicia. Superar la historia lleva entre 25 y 30 horas si no nos entretenemos demasiado, y contiene picos de dificultad interesantes en el último tramo.
Su corteza puede parecer casual, pero su núcleo es muy hardcore
Es más, el post-game es muy duradero. La liga pokémon incluye la defensa del título una vez lo poseemos. Hay 100 células a recolectar para crear a Zygarde. El uso de las pokémonturas no sólo nos permiten ir más rápido a los sitios, sino alcanzar lugares ocultos. Existen misiones secundarias dadas por los habitantes de Alola. Tenemos el pokévisor para hacer fotografías de pokémon en sitios específicos. Podemos comprar ropa y personalizar a nuestro personaje hasta un grado desconocido en la saga.
¿Más? Sí, hay más. El entrenamiento extremo permite mejorar a nuestras criaturas aunque las hayamos llevado hasta el nivel 100. Por supuesto, están los enfrentamientos de Battle Royale (4 jugadores), que supone un "todos contra todos" muy interesante. Tenemos los enfrentamientos, los torneos y los minijuegos en línea. Dentro de no mucho (2017), el Banco Pokémon será compatible con este videojuego. Es decir, muchísimas cosas por descubrir.
Tantas, que pocas veces me había sentido tan abrumado por un videojuego. Pokémon Sol y Luna engaña. Su corteza es casual, pero su núcleo completamente hardcore. Todo depende de lo que quieras profundizar en él. Tarde o temprano, acabas conectando con su planteamiento. Uno que viene siendo el de anteriores videojuegos, aunque potenciado por un número elevadísimo de opciones, así como gráficos y sonido a otro nivel. Decir si es el mejor Pokémon no vale la pena. Tiene más sentido deciros que si estáis mínimamente interesados en la licencia, empecéis (o sigáis) por aquí. Os gustará más o menos, pero tiene pokéballs para todos.
Sol y Luna lo cambia todo sin que cambie realmente nada: una paradoja que resume en realidad estos 20 años de Pokémon. Es un título que evoluciona en todas sus parcelas, pero que al mismo tiempo se mantiene fiel a sus principios. Audiovisualmente espectacular, narrativamente interesante y jugablemente interminable: así es un videojuego apto para novatos, pero también recomendable para los más expertos. Game Freak lo ha vuelto a hacer, y cada vez pensamos más que tiene algún tipo de hiperpoción guardada para que nunca le salga mal.
Comprar Pokémon Sol / Pokémon Luna- Tradicional, pero al mismo tiempo innovador, con muchas novedades
- Muy equilibrado, buscando a usuarios novatos y expertos al mismo tiempo
- El cambio de gimnasios por pruebas refresca la fórmula
- Trama interesante, con diálogos excelentemente traducidos
- Gráficamente explota el poder de Nintendo 3DS
- Un "end-game" con muchas actividades y horas de juego adicionales
- Los más expertos echarán de menos algo más de dificultad
- El Poké Relax no aporta mucho a la experiencia
- Pequeñas ralentizaciones cuando se juntan más de dos pokémon en batalla