La saga Saints Row es sinónimo de locuras y libertad de acción. Con un currículum así de anárquico no es de extrañar que los jugadores que buscan ser el "agente del caos" definitivo vuelvan siempre a ella. Y en esta carrera por ser el sandbox más gamberro y caótico, hay un juego que se ganó el cariño incondicional de los fans: Saints Row The Third.
Si tenemos que definir a los mundos abiertos con una sóla palabra, no puede ser otra que libertad. Desde los primeros pinitos de este tipo de escenarios que permiten al jugador hacer lo que quiera, son muchos los estudios que han elegido este tipo de estructura para construir algunos de sus mejores títulos. De hecho acabaríamos antes hablando de los estudios triple A que NO han desarrollado un juego de este tipo, cada uno además con su propio estilo. Y cómo no, en este punto no podemos obviar a la saga GTA, que prácticamente fue la que comenzó a aplicar de manera más amplia y ambiciosa lo que vemos en este tipo de juegos que brindan todas las herramientas que pueden para permitir al jugador expresarse libremente, aunque ello implique provocar el caos a su alrededor.
Sin embargo, hay otra serie de temática muy similar que en su momento fue descrita por algunos como el clon de la saga de Rockstar que, inspirándose claramente en Grand Theft Auto, nos ha dejado con los juegos más alocados, ácidos, destructivos y satíricos que han dado los mundos abiertos hasta la fecha. Se trata, claro, de la saga Saints Row. Y si nos ponemos a mirar con lupa esta serie de éxito desarrollada por Volition, padres también de Red Faction, hay un título que brilla por encima de sus hermanos, Saints Row The Third. El más exitoso y mejor valorado de la serie como reconocen sus autores, siendo también el inicio de una carrera hacia el caos más absurdo pues fue a partir de este juego cuando los Saints se enfrentaron a los desafíos más rocambolescos que se recuerdan.
El dominio de los Saints en videojuegos
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Desde los inicios de la saga en los tiempos de Xbox 360 y PS3, hemos visto cómo la banda criminal de los Saints se ha hecho cada vez más y más poderosa en recreaciones ficticias de algunas ciudades de EE.UU. y no precisamente de manera discreta. Armas, guerras de bandas, robos, extorsiones, sexo, drogas y rock 'n roll (o rap en su defecto) es lo que se puede leer en sus tarjetas de visita. Eso y un cómico sentido de la admiración por parte de la ciudadanía, siempre tan dispuesta a renunciar a su bienestar con tal de hacerse un selfie con alguno de los miembros de la banda.
La popularidad de la saga es tal que incluso ha contado con algunas “celebrities” para ilustrar sus críticas
La popularidad de la saga es tal, y su sentido del humor tan caótico, pero divertido a la vez, que incluso ha contado con algunas "celebrities" entre sus elencos para ilustrar sus críticas humorísticas o sátiras a una sociedad que valora más la imagen que los actos. El ejemplo más sonado es el de la conocida actriz de cine para adultos Tera Patrick, que prestó su voz e imagen para un personaje en la segunda parte de la saga que no tiene ningún reparo en parodiarse a sí misma. Pero lo que de verdad ha hecho que la saga, y en particular The Third, gocen del estatus de clásico atemporal es la flexibilidad y atractivo visual que supusieron los mundos abiertos en los que tenían lugar sus juegos. A diferencia de otros juegos contemporáneos de su época, The Third no quiso restringir al jugador lo más mínimo a la hora de explorar la ciudad de Steelport y causar todo el caos posible en ella.
Nada nos impide ignorar por completo la trama principal del título y dedicarnos a empezar a sembrar el caos por sus calles. Lo cual es de agradecer ya que, así como en muchos juegos de mundo abierto estamos obligados a progresar en la historia para poder desbloquear nuevas zonas del mapa, aquí tenemos todas las zonas y barrios desbloqueados desde el minuto 0. Sin olvidar que esa libertad de acción también se veía reflejada en la posibilidad de personalizar al "líder de la banda" a nuestro antojo de las formas más estrafalarias posibles, con las armas más disparatadas que se te puedan pasar por la cabeza.
Aunque no fuese algo que inventara Saints Row The Third, un aspecto que se mostró revolucionario fue el hecho de que a medida que realizas acciones y completas actividades ganas puntos de reputación, y con ella podemos dotar a nuestro avatar si queremos de más fuerza, salud, mayor capacidad de daño con las armas, vehículos más bestias, etc. Pero las virtudes no se acaban aquí. ¿Queréis que un componente de la banda os acompañe a la "fiesta"? Adelante, o mejor aún, si tenéis un amigo que también guste de ser un "agente del caos" pues el juego os permite formar esos dúos cooperativos a lo Rigs y Murtaugh, o Tango y Cash en versión "malotes" para disfrutar de lo que Steelport City podía ofrecer. En definitiva y nuevamente, apenas teníamos límites.
Este mismo verano se espera con ansia el 'reinicio' de Saints Row
Todo esto acompañado de una puesta en escena que reflejaba de manera muy cómica y gráfica la destrucción que causábamos para furor de nuestros fans en las calles. No por nada, Saints Row tiene el honor de tener algunas de las armas más absurdas del videojuego. Es verdad que la serie de Volition no es el mejor ejemplo de lanzar un mensaje a modo de crítica de las peores cualidades de la superficialidad, o un derroche de sutileza a la hora de retratar los estereotipos de criminales en la sociedad, pero es sin duda el que mejor sabe hacerlo con una sonrisa y sin ningún miedo a ser víctima de sus propias burlas.
Y con todo este éxito a sus espaldas, los fans de los Saints ya tienen en el horizonte un nuevo videojuego que lelga con la promesa de reinterpretar lo mejor que ha dado la saga a lo largo de su ya larga trayectoria en el mundo del ocio electrónico. Con ese ansiado "reinicio" de Saints Row listo para estrenarse en solo unos meses, revisitar la loca acción de The Third ha sido todo un placer que os invitamos a que repliquéis, ya sea con el juego original o con la remasterización que le ha supuesto un "lifting" estupendo para ejecutar The Third en Ultra HD. Y ahora si nos disculpáis, nos llama nuestro "hommie" Pierce diciéndo que la poli está metiendo las narices en nuestros negocios de látex en la zona de Stanfield.