Análisis de Skully. Rodando contra los elementos en esta aventura de puzles y plataformas en 3D

Análisis de Skully. Rodando contra los elementos en esta aventura de puzles y plataformas en 3D
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En la piel de una calavera imbuida de vida gracias a un tipo de arcilla mágica, en Skully, me he visto sumergido en una aventura de puzles y plataformas que tiene unas cuantas ideas de las que se podría haber sacado mucho partido. Sin embargo, a pesar de las buenas intenciones de Finish Line Games, no ha terminado de convencerme del todo. La falta de pulido en algunas de sus facetas estropea la sensación general de una experiencia que, con todo, ha sabido enmarcar su apuesta dentro de una buena historia salpicada de algunas dosis de humor. De todo esto y alguna cosa más te hablo en las siguientes líneas.

En Skully tomas el control de una calavera que ha vuelto a la vida gracias a Terry, tu acompañante durante el grueso de la aventura. Terry no se lleva especialmente bien con sus hermanos, y no es de extrañar ya que la historia que se nos cuenta en Skully tiene un trasfondo ecologista, fijando su mirada en los 4 elementos naturales fundamentales. Skully construye, en cierta forma, más una fábula o cosmogonía sobre como las fuerzas de la naturaleza conviven entre ellas en su particular equilibrio y qué papel juega el hombre en todo esto que un relato meramente acompañante de su propuesta jugable.

Skully no hace nada fuera de lo común para narrar sus acontecimientos, decantándose por voces en off que aderezan los distintos niveles del juego y algunas cinemáticas que llaman la atención por su uso del stop motion y sus modelados inspirados en figuras de arcilla. Lo que realmente cala es su mensaje, del cual cada uno puede sacar sus propias conclusiones. Sus personajes están razonablemente bien escritos, con personalidades únicas bien logradas y un uso medido del sentido del humor si caer, en ningún caso, en la caricatura.

Por deformación profesional no puedo evitar comentar el componente narrativo de cualquier juego que analice. Pero hay que ser consciente de las limitaciones de Skully y no debo dejar de aclarar que mis palabras de las anteriores líneas hay que leerlas desde la perspectiva de que Skully es una producción independiente y, como tal, tiene algunas limitaciones. Precisamente esas restricciones se hacen muy patentes en casi todos los apartados del juego. En todo lo que Skully hace hay buenas ideas con mejores intenciones, si cabe. Lamentablemente, la falta de medios para lograr estar al nivel de otros títulos dentro de su mismo género aleja a Skully de ser memorable.

Rodarán cabezas

En sus puzles Skully tiene tantas luces como sombras

En lo jugable Skully se puede dividir en dos apartados bien diferenciados: los puzles y las plataformas. Empezaré por las segundas ya que, en este punto el título distribuido por Modus Games no se sale de los cánones de la fórmula. Resuelve la papeleta sin complicarse demasiado con un buen uso de la perspectiva en tercera persona y eliminando, casi por completo, cualquier problema que pudiera venir de la cámara al liberarla por completo y dejar que sea el jugador quién la posicione a su gusto.

Rodando contra los elementos en esta aventura de puzles y plataformas en 3D


Integrar los tutoriales en los escenarios es algo que aporta frescura y originalidad a Skully
Integrar los tutoriales en los escenarios es algo que aporta frescura y originalidad a Skully

La decisión es acertada. No tengo la idea de que mis muertes por caída hayan tenido nada que ver con un problema de perspectiva en ningún caso, y sí más con un tema de falta de asunción por mi parte de las físicas de la calavera que te voy explicar así: bota como una bola de arroz, tiene el peso de un balón de fútbol sala y rueda como una bola de bolos. Con esto, creo que te puedes hacer una idea de cómo es manejar a Skully. No resulta complicado hacerlo y los controles con mando responden con precisión, siempre y cuando asumas lo antes posible que existen factores como la aceleración exponencial con los que has de tener un poco de cuidado. Skully puede además cogerse a enredaderas para moverse a través de las paredes en aquellos lugares lo permiten.

En algunos segmentos de la aventura, Skully tiene a bien proponer secciones a contrarreloj mientras eres perseguido por agua o lava. Siempre es un recurso interesante para dar variedad a un título, lamentablemente es en esos momentos cuándo el programa más flaquea. Resulta complicado seguir con la vista algo tan pequeño como una calavera entre una gran cantidad de elementos en pantalla y en este caso sí, la cámara que pasa a ser fija, puede jugarte alguna mala pasada.

Una forma para cada situación

Rodando contra los elementos en esta aventura de puzles y plataformas en 3D

En sus puzles Skully tiene tantas luces como sombras. Es una idea original y hasta cierto punto está bien llevada por el hecho de que, al llegar a ciertos pozos de arcilla mágica, la calavera pueda cambiar de forma. Hasta tres formas distintas en el total de la aventura, cada una con sus propias habilidades y capacidades, útiles para al principio resolver conflictos puntuales como derribar piedras y paredes o acabar con enemigos. Posteriormente moveremos plataformas, saltaremos más alto o correremos más rápido. El programa mide muy bien cómo va introduciendo cada una de estas mecánicas, de forma paulatina he ido interiorizando que puedo hacer con cada una de las presentaciones de Skully para, después, ir combinándolas entre sí a la vez que el juego no deja en ningún momento de ofrecer nuevos desafíos y de añadir nuevas pericias.

Rodando contra los elementos en esta aventura de puzles y plataformas en 3D


 Los pozos de arcilla mágica se encuentran, en ocasiones, dónde menos te lo esperas
Los pozos de arcilla mágica se encuentran, en ocasiones, dónde menos te lo esperas

Sin embargo, la experiencia queda lejos de ser redonda. El mal ajuste de las plataformas, la inexactitud en la programación de sus tránsitos y una sensación constante de que estás consiguiendo superar algunas fases más por suerte al caer en una textura en la que puedes saltar que, en la certeza de que has dado con la solución real al puzle, hace que quede un sabor de boca amargo en esta faceta con Skully. Todo esto, a pesar de lo gratificante que puede ser ir dando vida a cada una de sus formas y combinándolas sacando de ellas un partido que, a priori, no esperas.

Además, he echado en falta más presencia de esta, su mecánica estrella, en los enfrentamientos contra jefes finales. Estas pantallas están poco inspiradas y se vuelcan más en la acción directa restando así empaque a los momentos, se supone, más importantes del juego. El resultado son enfrentamientos insulsos y sin nada que quede para el recuerdo, lo más doloroso es saber que se pueden plantear buenos puzles contra jefes finales cómo ya nos han mostrado multitud de juegos y que evitaré nombrar para salvar las siempre odiosas comparaciones.
Skully es una experiencia acotada, completar el juego al cien por cien puede llevar entre 5 y 10 horas en total habiendo gastado yo 7 para hacerlo. Su apuesta por la rejugabilidad es escasa. Tan solo conseguir todas las flores repartidas por los escenarios para desbloquear artes conceptuales no es una apuesta atractiva para revisitar el juego. Sin nuevos modos de juego, el diseño de los escenarios y las zonas ocultas de los mismos no son lo suficientemente desafiantes para contentar al jugador de plataformas más avezado.

Rodando contra los elementos en esta aventura de puzles y plataformas en 3D

Cumple sin demasiados alardes en el apartado gráfico

Si bien el diseño de sus escenarios no es del todo innovador Skully cuenta con hasta 7 ecosistemas diferentes en los que perderse, algo que, en relación a su duración, constituye un elemento que da variedad a lo largo de todo el juego y que, ligado a sus crecientes mecánicas hacen que el título trate siempre de ser divertido y novedoso poniendo en todo momento nuevas cartas sobre la mesa.

Técnicamente Skully cumple sin demasiados alardes en el apartado gráfico, lo suficiente para ser agradable a la vista pero algo limitado en las animaciones de los enemigos en pantalla que, dicho sea de paso, se me han antojado algo escasos en cuanto a tipos en el conjunto de la aventura, contando con apenas 4 tipos para el total del título. El apartado sonoro cuenta con buenas composiciones que acompañan a la experiencia sin dejar de ser meramente ambientales. Destaca por encima del resto de la obra el buen trabajo llevado a cabo por los actores que han dado voz a los distintos personajes en inglés, en un título que llega completamente traducido en textos al castellano.

Regular

Sin sello
Rodando contra los elementos en esta aventura de puzles y plataformas en 3D

Skully

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Skully no pasará al recuerdo colectivo de jugadores de puzles y plataformas. Sus intenciones son buenas y, por momentos, tiene ideas atractivas. Sin embargo, el diseño de sus escenarios, unos puzles bien ideados pero mal acabados y la falta de rejugabilidad tornan a Skully en un título menor dentro de su género. No es una mala experiencia y la combinación de habilidades entre sus distintas formas es algo que merece la pena ser explorado. Sin embargo, me deja con la sensación de que podía haber dado mucho más de sí. Es uno de esos juegos disfrutables en los que no existen fallos flagrantes pero se conforma, demasiado, con la suficiencia.

Comprar Skully
  • Su historia a modo de cosmogonía hace una buena personificación de los 4 elementos.
  • Las distintas formas en las que se transforma Skully y como combinan entre ellas.
  • Sabe introducir siempre nuevas mecánicas hasta el final del juego.
  • Sus puzles no terminan de estar bien diseñados.
  • Las escenas con jefes finales y, a contrarreloj están muy por debajo del resto de la obra.
  • No invita a ser rejugado.
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español y voces en inglés
Duración: 5-10 horas
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