Análisis de Sniper Elite 4. ¡Bienvenido a Italia, soldado!

Análisis de Sniper Elite 4. ¡Bienvenido a Italia, soldado!
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Mantén la calma, apunta ¡y dispara! Rebellion vuelve a la carga con un nuevo videojuego de acción bélica que mejora los resultados de su antecesor, aunque no termina de sacar partido a todos sus avances. Sniper Elite 4 es divertido, espectacular por momentos, pero ¿tiene lo suficiente para satisfacer a los aficionados a la franquicia? En este análisis repasamos todas sus virtudes y defectos.

Contienes la respiración, ajustas la mira y ¡PAM!, abres fuego contra un oficial nazi. Está muerto y tú, ¡a salvo!, que os separan 400 metros de distancia. Las alarmas suenan, los enemigos corren y vociferan por doquier, pero tú estás lejos del peligro; nadie te ha visto y la sensación no podía ser más increíble. Te sientes poderoso, casi inmortal… pero no lo eres. Ni lo pienses por un segundo. Eres un francotirador, un simple soldado en tierra hostil, así que nunca puedes bajar la guardia; la muerte acecha y castiga a los desprevenidos pero… ¡qué emoción! Cuando fijas tu objetivo y haces diana con una precisión envidiable, entonces, adoras más que ninguna otra cosa a Sniper Elite 4. Este es un videojuego cargado de grandes momentos, de situaciones que ilusionarían a cualquier aficionado a la Segunda Guerra Mundial; pero es en la misma medida un título que no termina de aprovechar todo su potencial. Aunque mejora mucho con respecto a su antecesor, sigue dejándote con cierto regusto amargo.

La magia, la ilusión de sentir que estás realmente en el campo de batalla, desaparece en más ocasiones de las deseadas por culpa de una irregular inteligencia artificial que evoca a errores del pasado, a una lacra que arrastra la serie desde sus inicios. Es una pena. Perderse en la Italia de Mussolini para combatir al enemigo en unos escenarios gigantescos, mucho más grandes que nunca, sintiendo que eres libre de actuar como te plazca es uno de los grandes logros de este nuevo trabajo de Rebellion. No el único. También mejora el sigilo, la fluidez de la acción o las opciones tácticas, gracias al doble uso que tienen las armas y gadgets que porta consigo el teniente Karl Fairburne. Dicho de otro modo. Nos encanta que el rifle de precisión admita ahora disparos con silenciador, ¡por mucho que aumente la dificultad del apuntado!, pues a fin de cuentas aquí venimos a matar nazis desde la distancia, cosa que parecía anecdótico en el anterior episodio.


Un asesino sigiloso

Antes de continuar un dato arrollador. El mapa más pequeño de Sniper elite 4 es tres veces mayor que cualquiera de los vistos en su antecesor. Y no, no solo es cuestión de tamaño. El propio desarrollo de la acción evoluciona a un estilo más abierto, más libre, permitiéndonos resolver las misiones en el orden y modo que nos plazca. ¡Se acabó la linealidad! y esa falsa sensación de libertad que daba el anterior videojuego de la saga. Es un gran paso adelante, pues también crecen de forma exponencial tus opciones de combate. Siempre tienes alternativas; distintas formas de acometer la acción, ya sea mediante el uso de la fuerza bruta, poco recomendable por cierto, usando tácticas de guerrilla, acuchillando enemigos, silenciando tus disparos con el ruido ambiente, o usando cualquiera de los muchos gadgets que tienes a tu disposición. Todo es a mejor.

Hay una gran variedad de localizaciones, desde pueblos en la costa del Mediterráneo a extensas zonas boscosas. Su belleza es encomiable ¡pero cuidado!, que los enemigos están al acecho.
Hay una gran variedad de localizaciones, desde pueblos en la costa del Mediterráneo a extensas zonas boscosas. Su belleza es encomiable ¡pero cuidado!, que los enemigos están al acecho.


Es fácil dejarse llevar por la emoción que supone adentrarse tras las líneas enemigas, cumplir los objetivos, y marcharse del lugar sin hacer sonar las alarmas. Y es también una experiencia divertida. Olvidaos de las frustraciones y del irregular ritmo de la acción de Sniper Elite 3; lo nuevo de Rebellion mide mejor los tiempos y, estés o no disparando, consigue que te lo pases bien. Infiltrarse, moverse a hurtadillas, ya no es por tanto una acción tediosa; a veces, incluso, es la mejor parte. Bueno, o lo sería de no ser por la espectacular cámara de Rayos X que, una vez más, nos muestra con una crueldad espantosa los efectos de nuestras acciones, llevándose todo el protagonismo.

¡Bienvenido a Italia, soldado!


El mapa más pequeño de Sniper Elite 4 es tres veces mayor que cualquiera de los vistos en su antecesor

Quieres probar nuevas tácticas. De una u otra forma, Sniper Elite 4 te motiva a hacer locuras, a plantar trampas explosivas aquí y allá, a acribillar a balazos a ciertos enemigos, a aprovechar los escenarios para masacrar tropas alemanas en un santiamén. ¡Y es genial! Por efectivo y fácil que resulte acabar con los enemigos a cuchillo o con el rifle de precisión, sientes la imperiosa necesidad de ponerte a prueba; de poner en marcha un plan imposible que dé como resultado un salvaje espectáculo pirotécnico. Y esto es algo que valoro mucho, pues además, los gigantescos mapas son tan distintos entre sí, que siempre encuentras nuevas formas de ponerte a prueba. Lástima que la IA de los enemigos estropee de forma regular algunos de estos momentos épicos, pues cuesta sobreponerse a la extrema ceguera de algunos enemigos, que no nos verán ni tan siquiera teniéndonos delante suya, o al contrario, los que nos avistarán a una distancia escandalosamente amplia. No es lo peor.

La cámara de Rayos X sigue siendo puro espectáculo… ¡y también muy cruel! Además de los disparos, ahora también refleja el daño de los golpes cuerpo a cuerpo y explosiones.
La cámara de Rayos X sigue siendo puro espectáculo… ¡y también muy cruel! Además de los disparos, ahora también refleja el daño de los golpes cuerpo a cuerpo y explosiones.


En un momento dado, tras abatir a un nazi, sus aliados quedaron alertados y comenzaron a buscarme. Primero vino uno y lo maté a cuchillo. A este siguió otro y ¡lo mismo!, lo asesiné sin mayor problema. Al cabo de un rato estaba rodeado de cadáveres sin esforzarme mucho. Y eso que juego en dificultad elevada. Pero tampoco quiero que penséis que la inteligencia artificial es un completo desastre. Los enemigos son capaces de detectar nuestra posición por el ruido que provoquemos al disparar, acudiendo raudos, del mismo modo que podemos ver a los altos mandos dirigir a sus tropas en los momentos de máxima necesidad. Son grandes detalles, que te meten de lleno en la acción, pero a veces insuficientes.

¡Bienvenido a Italia, soldado!


¿Os gustan los retos? Eliminad cualquier ayuda en el apuntado y sentid de verdad lo que supone disparar con un rifle de precisión, controlando distancias, el movimiento, fuerza del viento o la trayectoria balística.
¿Os gustan los retos? Eliminad cualquier ayuda en el apuntado y sentid de verdad lo que supone disparar con un rifle de precisión, controlando distancias, el movimiento, fuerza del viento o la trayectoria balística.


Por otro lado he echado en falta una mayor variedad de misiones; al final siempre es lo mismo, en distintos escenarios, pero a fin de cuentas cumpliendo tareas demasiado similares bajo unas mismas condiciones de combate. Da la sensación de que Rebellion no termina de explotar la gran idea que subyace tras su franquicia estrella, y me apena. Ahora todo es más grande, hay más libertad, y es más divertido… pero sigues notando que algo falla, que no es todo lo bueno que podría llegar a ser. Es el buen camino, sin duda; opciones como la de trepar sobre determinadas superficies, que dotan a la acción de mayor verticalidad, o el uso más inteligente de las trampas explosivas -retardar la detonación es genial-, ilusionarán a cualquier aficionado a este conflicto bélico y a la propia saga, pero ¿es suficiente? La respuesta no es sencilla.

He disfrutado mucho de la experiencia y me cuesta imaginar que alguien se aburra durante la partida con la enorme cantidad de coleccionables y objetivos opcionales que hay repartidos por cada escenario. ¡Hasta he gritado de emoción al cumplir ciertas tareas!; tal es la tensión que se respira en los campos de batalla de Sniper Elite 4. Y sin embargo, pese a todo lo bueno, ahí estaba, siempre latente, una sensación de satisfacción a medias; de que sí, me gusta, pero no tanto como debiera. Y eso que con sus opciones multijugador aquí hay acción para rato, ya apuestes por el cooperativo para cuatro jugadores, que es su mejor baza dado que te plantea sobrevivir en misiones ideadas expresamente para este modo de forma brillante, o te enfrentes al competitivo midiendo tus fuerzas contra otros jugadores en duelos que por momentos pueden volverse un festival de tiros a la cabeza.

No todas las modalidades que presenta son divertidas en la misma medida, y este es un campo en el que tal vez debiera haberse trabajado más, pero como complemento a la campaña principal, y especialmente hablando del cooperativo, no nos podemos quejar. Proteger el puesto de suministros oleada tras oleada, codo con codo junto a tres amigos más, es una experiencia brutal; tanto, como perder esta zona y estar obligados a exponerse al fuego enemigo mientras buscas munición y botiquines. ¡Qué espectáculo! Si es que la Segunda Guerra Mundial es un conflicto que invita a la épica. Por eso, le doy un tirón de orejas a los guionistas, que no han sido capaces de cuajar una buena historia que enlace las distintas misiones que conforman la campaña principal. Nunca ha sido el punto fuerte de la saga, pero el conflicto bélico, y un escenario como Italia, daban para algo más.

¡Bienvenido a Italia, soldado!


Mejora el sigilo, la fluidez de la acción y las opciones tácticas

En lo audiovisual ocurre algo similar. Admiro las dimensiones de los escenarios, son verdaderamente gigantescos y están repletos de detalles; su colorido, la iluminación, la cantidad de zonas que puedes explorar… realmente es fácil quedar sorprendido por la belleza de estos parajes, aunque algunas texturas no tienen mucha calidad y las animaciones, en general, son bastante discretas. En ocasiones, el videojuego sufre de alguna que otra ralentización; no es nada grave, pero se notan tirones en los momentos de máxima tensión, especialmente en la versión para consolas. A nivel sonoro, la banda sonora no es muy llamativa ni tiene gran protagonismo; aquí lo importante son los sonidos de la guerra, y estos suelen cumplir sin grandes alardes. Mención especial para el buen doblaje al español que presenta la obra.

Bueno

Sin sello
¡Bienvenido a Italia, soldado!

Sniper Elite 4

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Con algunos avances, pero sin grandes novedades, Sniper Elite 4 mejora las sensaciones que nos deparó su antecesor, pero sigue sin aprovechar todo el potencial que su acción bélica ofrece. Hay momentos geniales y escenas de batalla épicas, sobre todo cuando acabas con un nazi y contemplas su muerte a través de la espectacular Killcam, pero ciertos errores con la IA y la falta de variedad en las misiones termina por restarle valor a un videojuego que, pese a todo, se disfruta de principio a fin. Tiene una campaña divertida, pero también varias opciones multijugador que suponen la excusa perfecta para combatir en la Italia de la Segunda Guerra Mundial durante una larga temporada.

Comprar Sniper Elite 4
  • Gran libertad de acción. Los mapas invitan a probar distintas tácticas
  • Las sensaciones con el rifle de precisión. Es genial abatir enemigos desde la distancia
  • Aumentan las opciones tácticas
  • El cooperativo es bastante divertido; las misiones que propone son un gran desafío
  • Irregular inteligencia artificial. Los enemigos son capaces de lo mejor y de lo peor
  • Poca variedad de misiones. Se echan en falta más novedades
Jugadores: 1-12
Idioma: Textos en español y voces en español e inglés
Duración: 10-15 horas + multijugador
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