Es una franquicia ya de veteranía y cuyos responsables han prometido aprender de los errores pasados. Con el análisis de Sniper Ghost Warrior Contracts te contamos si su nuevo lanzamiento en el marco de los videojuegos de francotiradores tiene suficiente enjundia como para conquistarnos esta vez.
Vende. La cosa es que vende. A pesar de que la saga Sniper Ghost Warrior acumula ya varias entregas a sus espaldas, muchos aficionados siguen preguntándose cómo resulta rentable a pesar de que la mayoría de los episodios atesoran críticas más bien discretas. Como he dicho al principio, es una serie que vende. No hay demasiados productos de francotiradores en el mercado, con honrosísimas excepciones como los (para mi gusto) superiores juegos de la serie Sniper Elite, y esa carencia en el mercado podría ser una de las razones de las buenas cifras comerciales de la franquicia.
El caso es que este año sus responsables se las han prometido muy felices. Tras reconocer que no acertaron con el planteamiento de Sniper Ghost Warrior 3, más inclinado hacia el mundo abierto que entregas precedentes, en esta ocasión se han volcado en una experiencia mucho más lineal. A mí, sin embargo, el anterior sin ser gran cosa me parecía uno de los títulos más estimables de la serie; aunque sí valoro positivamente que hayan limitado un poco sus ambiciones. ¿Es mejor o peor juego que los anteriores? En algunos sentidos tiene más claras sus prioridades, pero en otros sigue haciendo gala de los mismos problemas de sus predecesores.
¿Cómo es este cuarto episodio de la serie de juegos sobre francotiradores? Con este análisis de Sniper Ghost Warrior Contracts trataré de sacarte de dudas sobre si los chicos de CI Games han efectuado con este título de PC, PS4 y Xbox One su disparo definitivo.
Sniper Ghost Warrior Contracts, El Tamaño Importa
En una línea similar a la de algunas entregas pasadas de la serie Hitman, en este Sniper Ghost Warrior Contracts la historia se minimiza completamente. El equipo polaco responsable del desarrollo sabe que ni es su fuerte contar historias, ni tampoco es el mayor punto de interés para un aficionado que ha venido aquí a pegar tiros. Por ello es cierto que hay algunas cinemáticas antes de los encargos, pero en líneas generales hablamos de una mera sucesión de los 25 contratos que dan nombre al propio videojuego.
Lo único que sabemos de nuestro personaje es que es una suerte de sicario que tiene la obligación de acometer una serie de objetivos específicos en una Siberia que redondea el telón de fondo más logrado y cuidado de la serie hasta la fecha. Los mantos nevados son monotemáticos salvo las escenas de interiores y algunos momentos puntuales, pero el alternar los bosques, desfiladeros o montañas de las partes de la naturaleza con las entrañas de algunas bases y las clásicas panorámicas sobre instalaciones enemigas para arrasar desde la distancia a nuestros enemigos, le dotan de algo más de variedad de situaciones de las que cabría prever en primera instancia.
Lo bueno de los mapas es que, sin ser un mundo abierto como el de la fallida entrega anterior, sí es cierto que saben cómo imprimir un cierto grado de libertad para que podamos cumplir los objetivos de varias maneras. No diría que dispara el factor de la rejugabilidad precisamente, pero viene bien saber que cuando concluyamos las más o menos 12 horas que nos llevará superar la campaña de Sniper Ghost Warrior Contracts, hay una segunda forma relativamente distinta de hacer las cosas… En algunos casos hasta una tercera.
Los objetivos apuestan por una diversidad mayor que en juegos anteriores
Los objetivos también apuestan por una mayor diversidad que en juegos anteriores. Los contratos no tratan únicamente de asesinar, de hecho solo unos pocos lo hacen. La muerte es accesoria en muchos de los objetivos de Contracts, y en ocasiones tenemos que reparar fusibles, piratear terminales, plantar bombas o llegar a un punto determinado de una fortaleza enemiga para robar algo o sabotearlo. Cabe recordar que no somos exclusivamente un francotirador sino que, en realidad, somos una suerte de mercenario que acepta todo tipo de encargos; así que desde esa perspectiva tiene algo de lógica esta apuesta.
Al fin y al cabo, todo es una mera excusa para que exploremos grandes escenarios y vivamos algunos momentos de la clásica tensión del "yo contra el mundo" que tanto se estilan en este tipo de videojuegos. Todas esas secuencias en las que acertar o no un disparo con nuestro rifle de francotirador, marca la diferencia entre acabar con un adversario y poder seguir haciendo nuestro trabajo con discreción, o alertar a toda la base de enemigos.
Disparo Mortal
Si bien los primeros compases de la campaña son algo desalentadores, y quienes se queden con las sensaciones de las misiones iniciales se llevarán una impresión del juego bastante diferente de la que éste transmite en su totalidad, lo cierto es que la cosa va mejorando misión a misión.
Lo que más ayuda en ese sentido es el dominio que iremos adquiriendo de nuestro rifle de francotirador y el hecho de que las mecánicas de éste no están nada mal. Nada se sale de lo que esperamos en físicas, balística, o comportamiento de las armas, así que el juego es sobrio y hace los deberes. Ahí se aparta con rotundidad la estupenda Kill Cam que tanto ha trascendido en otras marcas de la competencia, y que aquí no es tan espectacular pero sí nos deja algunos momentos impactantes.
Hay más variedad de armas, por supuesto, también con automáticas, pistolas y las clásicas para las ejecuciones cuerpo a cuerpo a los enemigos despistados. Y la mayoría lo están, desde luego, porque si bien el juego no se muestra demasiado inspirado en las escenas de acción o de acrobacias, lo cierto es que tampoco podemos decir que los adversarios ayuden con su inteligencia a solventarlas. Su capacidad de reacción es escasa, tienen serios problemas de audición y, a menudo, son capaces de alternar lo mejor (rodeos o incluso escaladas para aprovechar la verticalidad en movimientos ante señales de alarma seguramente escriptados), con otros momentos en los que ese mismo personaje queda embobado esperando a su muerte.
Visualmente las imágenes que acompañan al análisis son bastante representativas de lo que ofrece Sniper Ghost Warrior Contracts. Hablamos del mejor título de la serie hasta la fecha, pero también de uno que en algunos aspectos muestra las limitaciones de su presupuesto como, por ejemplo, en algunos efectos, en el fuego o en determinados modelados. Aún así, me alegra ver que el estudio ha sabido calibrar en mayor medida dónde están sus límites, y propone una experiencia algo más focalizada en lo que saben hacer y con algunos momentos bastante efectivos.
Lo que no falla en los lanzamientos de esta serie, y más cuanto más se van abriendo sus prismas y mapeados, es lo que tiene que ver con los bugs y problemas de todo tipo. En nuestro caso, hemos esperado al día del lanzamiento porque se prometió una importante actualización que solventara problemas. De este modo, y con ese parche día 1 implementado, lo cierto es que muchas cosas mejoran pero otras tantas quedan todavía por resolver, como por ejemplo algunos enemigos que aparecen de la nada en nuestras narices y algunas otras incidencias bastante visiblespero algo menos relevantes.
La Kill Cam nos deja algunos momentos impactantes
En lo sonoro, la música es un tanto repetitiva y no demasiado inspirada. En este apartado y en algún otro, el juego hace gala del presupuesto medio con el que ha contado. No obstante, los efectos de audio no están mal, y la interpretación de las voces en versión original es bastante aceptable aunque mínima en un juego tan caracterizado por el silencio. Por otra parte, me he encontrado con problemas con el idioma, resultándome imposible cambiarlo al español a pesar de que está soportado por el título. Los responsables del juego ya me han confirmado que con el parche día 1 esto se solventaba, no ha sido en mi caso desde luego, pero tranquiliza saber que son conscientes del problema y están trabajando en él.
Todavía muy lejos de ser un videojuego totalmente recomendable, podríamos decir que CI Games va puliendo la fórmula de su saga estrella. Sniper Ghost Warrior Contracts tiene algunos aciertos importantes, y ha sabido gestionar mucho mejor su presupuesto y limitaciones que en episodios anteriores. Con algo más de pulido y un poco de chispa hablaríamos de un juego mejor, pero hay espacio para el optimismo con siguientes entregas si las ventas les siguen acompañando.
- Los mapeados hacen gala de cierta amplitud y cuentan con alguna que otra vía alternativa.
- Las primeras horas son soporíferas, pero el juego mejora por momentos.
- Todo lo relacionado con las físicas de apuntado y proyectiles no está nada mal.
- Siempre agradecemos una buena "Kill Cam" para las muertes.
- No hay nada especialmente inspirado o memorable en su fórmula.
- La inteligencia artificial habitual de la saga Sniper Ghost Warrior. Sigue haciendo aguas.
- Para ser un juego que exige tanta precisión, a veces es un poco torpe.
- Algunos elementos relacionados con el pulido necesitan trabajo aún.