Más adictivo que nunca. Space Invaders regresa al mundo de los videojuegos con un nuevo enfoque jugable que mejora sustancialmente la experiencia apostando, cómo no, por una sencillez que nos atrapará desde el primer instante.
Con más de 30 años a sus espaldas, Space Invaders es uno de esos clásicos que nunca caerán en el olvido. Lo adictivo que resultaba el simple hecho de abatir a infinitas oleadas de invasores espaciales, lo convirtieron en uno de los grandes éxitos de las máquinas recreativas a finales de la década de los 70 y los 80, enfrentando a miles de usuarios que querían demostrar que ellos eran los mejores. Pero está claro que ahora, con tantos matamarcianos en el mercado, la fórmula clásica no llegaría a cuajar entre el gran público. Precisamente por eso, Taito nos ofrece una revisión de Space Invaders que conserva el espíritu del original, es decir, abatir a infinitas oleadas de enemigos, pero con un nuevo enfoque jugable que le ha sentado realmente bien.
Ve por donde quieras
En el original nuestra nave se desplazaba horizontalmente para esquivar los disparos de unos enemigos que descendían poco a poco. Cambiad el chip porque esto ha cambiado. Ahora, los invasores aparecerán desde todos los frentes y actuarán de mil y una formas distintas llenando la pantalla de disparos. Por eso, también a nosotros se nos permite movernos libremente por la pantalla. Este simple cambio ya nos plantea una enorme cantidad de retos distintos, algo que además se ve potenciado por la enorme variedad de enemigos con la que nos toparemos. Los clásicos invasores que dispararán hacia abajo, platillos volantes y naves de toda clase que cruzarán a toda velocidad la pantalla buscando abatirnos con sus rayos o directamente estrellándose contra nosotros, enormes jefazos, etc.
Al eliminar a los clásicos platillos volantes aparecerán una serie de esferas de energía que mejorarán nuestra arma principal, pudiendo posteriormente usar otro tipo de armas al margen del clásico disparo –sólo podemos llevar un tipo de arma durante la partida-. Si morimos, las esferas de energía saldrán disparadas en todas direcciones, lo que nos obligará a recuperarlas de nuevo para volver a tener un arma decente con la que vencer a los enemigos. También se han añadido distintas formas de mejorar nuestras habilidades, ya sea quedándonos quietos para que nuestra nave dispare a mayor velocidad, o esquivando los disparos rivales para obtener mejores bonificaciones.
Progresivamente, conforme superemos los niveles que plantea el juego, adquiriremos mejoras y nuevas habilidades que han sido bautizadas como “evolución”. Ésta, resulta una forma muy atractiva de presentar las partidas, máxime si tenemos en cuenta que todo nace del juego original y, a raíz de ahí, se irán ampliando más y más las opciones y los desafíos. Durante los niveles, además, pueden surgir retos inesperados como la aparición de un gran enemigo o una inmensa oleada de naves invasoras.
Con estas premisas y una acción mucho más frenética que la del original, este nuevo Space Invaders ofrece una fórmula de juego tremendamente adictiva que se ve aderezada por tres modalidades de juego distintas al modo campaña. La posibilidad de jugar los niveles especiales de la aventura principal, el que se planteen retos más difíciles, o que podamos abatir invasores al ritmo de nuestra propia música –la acción se adapta a la música que suena- alargan todavía más la vida de un título con el que nos pasaremos horas y horas tratando de superar retos, de enlazar el mayor número posible de cadenas de golpes, y posicionarnos en los primeros puestos del ranking mundial.
Un frenético juego de acción como los de antaño, con un apartado audiovisual que pretende precisamente trasladarnos a esa época con formas simples y una música cañera que nos incita a movernos sin parar mientras disparamos a las infinitas oleadas de invasores. Space Invaders ha vuelto, y lo hace de una forma fantástica, con unos modos de juego robustos que nos van a mantener horas y horas delante de la consola machacando a los invasores. Una compra muy recomendable a la que pocas pegas se le pueden poner.
