Análisis de Spider-Man El Reino de las Sombras

Análisis de Spider-Man El Reino de las Sombras
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El Reino de las Sombras llega a nuestro país. Spiderman se embarca en su nueva aventura consciente de ser una de las franquicias estrella de Activision. El desarrollo corre a cargo de los creadores de Call of Duty 3, y el resultado está por debajo de las expectativas.

Cuando un videojuego se lleva en el más absoluto secretismo y apenas se enseñan imágenes o videos, generalmente hay dos explicaciones para esa política. La primera puede ser, por ejemplo, la de los casos de Gears of War o GTA IV: La desarrolladora es muy consciente de que lo que tiene entre manos “se vende solo”, y considera que es mejor promocionarlo lo menos posible sus videos para mantener su integridad.

La segunda explicación puede deberse a que el videojuego no cumple con las expectativas desde el principio, y que sea preferible mostrar lo justo para que su carrera comercial se resienta lo menos posible. Es lamentablemente el caso de Spiderman: El Reino de las Sombras, que tenía potencial para convertirse en una alternativa muy interesante para los aficionados –sobre todo por no basarse en ninguna película-, y que ha quedado reducido a un título de plataformas y acción de lo más mediocre.

Spider Head
En El Reino de las Sombras nos pondremos en la piel de Peter Parker para combatir una siniestra amenaza en forma alienígena que toma Nueva York por la fuerza. A pesar de que el punto de partida era muy interesante, y de que contaba con la presencia de abundantes personajes legendarios del universo del cómic que se posicionan de uno y otro bando, lo cierto es que la historia es pobre e inconexa, y no acaba de despegar en ningún momento.

Como Spiderman contaremos con dos trajes por obra y gracia de Venom, que nos brindará además de la tradicional vestimenta roja, la no menos legendaria negra. Es precisamente el traje simbionte el principal causante de la infección de la Gran Manzana, provocando que sus ciudadanos se conviertan también en despiadadas criaturas con superpoderes que constituirán los principales enemigos de la aventura.

Lo más interesante de El Reino de las Sombras es, sin duda, el poder escoger nuestro camino a lo largo de la aventura. Será esa nuestra oportunidad para alinearnos en el lado bueno o malo de la historia.
Lo más interesante de El Reino de las Sombras es, sin duda, el poder escoger nuestro camino a lo largo de la aventura. Será esa nuestra oportunidad para alinearnos en el lado bueno o malo de la historia.

Se pueden escoger algunas alternativas a la hora de progresar en la historia, pero no acaban teniendo demasiada relevancia. Lo cierto es que el guión incluso nos obligará a repetir determinadas partes, en una decisión que no entendemos y que lastra todavía más el conjunto. Y es que por impactante y espectacular que sea el comienzo de Web of Shadows, con unos primeros minutos verdaderamente asombrosos, el videojuego cae muy rápido en una rutina soporífera que no abandonará en la totalidad de la campaña.

Conoceremos a Eddie Brock, a Luke Cage y a un largo número de personajes característicos del cómic; y dependiendo de nuestro posicionamiento en determinados puntos del título avanzaremos en una dirección u otra de la historia hasta un final distinto. En función de nuestras elecciones se unirán a nuestra causa unos personajes u otros, y este es realmente el único atractivo de El Reino de las Sombras, pues enmascara una jugabilidad aburrida y reiterativa.

El Fino Arte del Balanceo
Desplazarnos por Nueva York es razonablemente divertido. Empleamos el gatillo derecho del pad para lanzar nuestras redes y desplazarnos por la ciudad en la dirección en la que apuntemos, en una estructura que es sencilla intuitiva y acertada. Como debe ser en un videojuego de estas características.

Así en un estilo muy accesible podremos trepar los edificios, realizar dobles saltos o balancearnos más lento o más rápido, siempre a nuestra elección. El procedimiento funciona con acierto, sin embargo no acaba de encajar con el poco cuidado sistema de combates.

Contaremos con dos trajes de Spiderman, el rojo y el negro. Cada uno de ellos tiene sus propias características, uno es más acrobático y ligero, mientras que el otro es más pesado y agresivo.
Contaremos con dos trajes de Spiderman, el rojo y el negro. Cada uno de ellos tiene sus propias características, uno es más acrobático y ligero, mientras que el otro es más pesado y agresivo.

El problema principal de El Reino de las Sombras es su descarada caída en el machacabotones más banal. Con sólo un par de botones –izquierdo y superior- se solventan todos los enfrentamientos. Este Spiderman emplea un sistema para fijar los enemigos con el gatillo izquierdo, permitiéndonos de esta manera movernos de forma muy ágil con su presencia siempre en el punto de mira. Visualmente los golpes son espectaculares, y será fácil alcanzar las varias decenas de forma consecutiva; el problema es que los enemigos no requieren de nuevas tácticas, y deberemos acabar con todos con prácticamente las mismas combinaciones de botones sin demasiada oposición por su parte. Las hordas de enemigos son abusivas e increíblemente repetitivas, y los combates contra los jefes finales de nivel pueden rozar lo angustioso, teniéndonos minutos y minutos repitiendo los mismos movimientos hasta poder tumbarlos. No hay niveles de dificultad, y no hay otra oferta jugable que no sea la campaña individual, de modo que en términos jugables estamos ante un producto muy limitado.

Una verdadera lástima pues el título podría haber sido interesante si se hubieran explotado todas sus vertientes. De hecho El Reino de las Sombras pretendía abordar también un cierto componente rolero. Cada vez que acabamos una misión o vencemos a un enemigo de calado obtenemos puntos de experiencia, que emplearemos para progresar dentro de un árbol de movimientos que desbloquearemos progresivamente. Lamentablemente esta progresión no supone demasiado en términos reales ya que nuestro avance no se traduce en un combate más efectivo, y a menudo no abren nuevas puertas sino que profundizan en los movimientos que ya teníamos disponibles.

New York, New York
El apartado visual del nuevo Spiderman resulta tan deslavazado como el resto de sus características jugables. El [b]modelado de los personajes[/t] no está nada mal, y sus animaciones son competentes; pero acusan un reciclaje excesivo que hace que pierdan parte de su valor.

¿Cómo hacer un juego de Spiderman aburrido? Parece difícil, pero si la mayoría de misiones tienen como objetivo matar a un número determinado de enemigos empleando los mismos combos, el objetivo parece asegurado.
¿Cómo hacer un juego de Spiderman aburrido? Parece difícil, pero si la mayoría de misiones tienen como objetivo matar a un número determinado de enemigos empleando los mismos combos, el objetivo parece asegurado.

Por otra parte la ciudad no raya a la misma altura, y es mucho más desértica y poco detallada de lo que cabía esperar. La iluminación es totalmente plana y tampoco ayuda precisamente a mejorar su acabado.

En términos más puramente tecnológicos cabe señalar que la versión de PlayStation 3 se mueve de forma más irregular que la de Xbox 360, acusando además serios problemas con la tasa de imágenes por segundo. La sincronía vertical falla a menudo, y será una constante presenciar problemas de popping y clipping. El apartado sonoro, por su parte, es igualmente discreto.

Mediocre

Sin sello

Spider-Man: El Reino de las Sombras

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Repetitivo, repetitivo y repetitivo… Con esas tres palabras se podría calificar a Spiderman El Reino de las Sombras, una nueva y fallida adaptación del universo arácnido a los videojuegos. Difícil de jugar, pero también de recomendar.

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