Sigilosa y siempre letal, Nova protagoniza la primera serie de misiones adicionales con las que Blizzard busca expandir el universo StarCraft en una nueva e interesante dirección. Y no se puede negar que el resultado es bueno ya que Operación Sigilo aporta novedades jugables de gran valor, aunque por su brevedad este DLC te deja con ganas de más.
¿Eres de los que acabó con lágrimas en los ojos al pensar que ya no habría más StarCraft por un tiempo? Nova: Operación Sigilo llega como respuesta al drama que supuso decir adiós a Kerrigan, Raynor, Zeratul y compañía, expandiendo este caótico universo de ficción en una nueva dirección que apunta muy buenas maneras… aunque obviamente, dado que solo tenemos acceso al primero de los tres DLC que conforman este nuevo arco argumental, todavía queda mucho por ver antes de determinar con mayor rotundidad si este nuevo proyecto de Blizzard merece o no la pena.
De primeras diríamos que sí, pues este capítulo inicial ya pone sobre la mesa tres misiones de gran calidad que sorprenden por sus altos valores de producción. Pero son eso, tan solo tres misiones que te dejan con ganas de mucho más. Tanto a nivel argumental como en lo jugable, pues cuando las cosas se ponen realmente interesantes la acción llega a su fin. Con muchas promesas y buenas sensaciones tras lo vivido, sí, pero demasiado escueto en cuanto a los contenidos jugables que ofrece. Que hablamos de cerca de una hora de juego, muy intensa eso sí, pero tampoco muy distinta de lo que ya estábamos acostumbrados. Hay sigilo y una clara apuesta por la lucha en las sombras, que es lo propio de un videojuego protagonizado por Nova, pero en el fondo Covert Ops sigue siendo StarCraft para lo bueno y lo malo.
Una nueva amenaza
La historia de estas nuevas misiones especiales se sitúa varios años después de los sucesos acontecidos en el excelente Legacy of the Void, aunque no es imprescindible haber completado el último episodio de StarCraft II para disfrutar de esta nueva línea argumental. Al menos de momento, ni tan siquiera se hace referencia a su épico desenlace, por lo que incluso aquellos que todavía no hayan liderado los Protoss pueden hacerse con este pack sin temor a que les destripen el final de la saga. Buena noticia.
También lo es la presencia de un nuevo enemigo tan enigmático como es la organización terrorista los Defensores del Hombre, que andan por todo el sector Koprulu provocando el caos con fines aviesos. No os diremos cuáles, claro, porque tampoco nosotros sabemos a ciencia cierta qué les impulsa a actuar así, pero sí conviene destacar que en esta situación de conflicto, Nova reaparecerá tras varios meses desaparecida, sin memoria y atrapada en unas instalaciones científicas de las que tendrá que escapar nada más comenzar la partida.
A partir de ahí, Operación Sigilo nos permitirá explorar tres escenarios totalmente distintos entre sí con la mecánica de infiltración como base en la mayoría de situaciones de juego. Comandaremos tropas, gestionaremos los recursos de nuestra base de operaciones y nos veremos envueltos en colosales batallas campales; pero la esencia de estas misiones especiales radica en el sigilo, y sin él será difícil sobrevivir. Para ello contamos con las habilidades propias de Nova que van desde el disparo desde la lejanía, al uso de varias granadas o incluso el lanzamiento de una bomba atómica.
En algunos tramos de la acción no quedará otra más que pasar inadvertidos ante los ojos de los enemigos, usando unas mecánicas de juego que por momentos recuerdan al mítico Commandos de Pyro Studios. Incluso los rivales más peligrosos, aquellos capaces de desactivar nuestro camuflaje óptico, son representados con el clásico "cono de visión" que indica la dirección en la que están mirando. Una gran idea a la que se le saca partido a lo largo de este primer paquete de misiones especiales, aunque también deja patente las limitaciones de StarCraft en estas lides. ¿La razón? Los enemigos no son especialmente inteligentes y aunque tengan ante sus ojos un cadáver, harán como que no lo han visto. Lo que le resta cierto atractivo a estas situaciones.
El diseño de las misiones y el ritmo de la acción, sin embargo, están al nivel propio de la franquicia, con tareas muy dispares que van desde la infiltración, como decíamos, a la defensa de una base de operaciones desde posiciones elevadas, la toma de puestos de mando o la lucha cara a cara contra hordas Zerg. En este punto, Operación Sigilo incorpora varias mejoras tecnológicas con las que equipar a Nova y las tropas bajo su mando con resultados francamente divertidos. Valga como ejemplo esa mochila a reacción que permitirá a la Fantasma moverse con mayor soltura por los escenarios, a costa de perder la invisibilidad, y que incluso podemos equipar en los tanques para que alcancen zonas elevadas desde las que disparar con mayor precisión. ¡Una pasada!
Hay bastantes mejoras por descubrir y montones de logros por desbloquear, aunque como decíamos es imposible no quedarse con ganas de más. Justo cuando la acción se pone más interesante y vislumbras el gran potencial que tiene combinar acción estratégica con sigilo, el DLC llega a su fin con un atractivo cliffhanger que nos deja con ansias de seguir explorando el universo StarCraft. Un mundo de ciencia ficción que también en lo visual mantiene el tipo, con tres escenarios muy dispares que sorprenden por el nivel de detalle alcanzado en todos ellos. Se reutilizan elementos gráficos vistos en la serie principal, pero hay mucho nuevo por ver en esta obra. Incluso en un momento dado, os veréis envueltos en una persecución… bueno, mejor lo veis por vosotros mismos.
Las sensaciones en definitiva son bastante buenas, aunque es inevitable pensar que hay pocos contenidos para el precio al que se ha puesto a la venta este primer pack de misiones especiales. Son 7,99 euros por cada uno de los tres DLC, aunque lo cierto es que la oferta de 14,99 euros por los tres packs resulta tentadora. ¿Merece la pena? Como señalábamos al inicio de este análisis todavía queda mucho por ver antes de responder a esta pregunta con seguridad, pero si tuviéramos que apostar, tened por seguro que iríamos con todo por delante. Tal es la confianza que tenemos en esta nueva serie de misiones.
No es fácil determinar en estos momentos si merece o no la pena comprar Nova: Operación Sigilo, pues aunque hemos disfrutado mucho de las tres misiones que propone la primera parte de esta expansión, nos hemos quedado con ganas de mucho más. La acción se pasa volando y casi no da tiempo a experimentar con las nuevas mecánicas de sigilo que propone la obra. Hay mucho potencial por delante, tanto a nivel argumental como en lo jugable, pero habrá que esperar a los siguientes episodios para ver si el resultado final está a la altura de StarCraft II. De momento las sensaciones son buenas.
- Buen diseño de niveles e interesantes mejoras con las que equipar a las tropas
- La apuesta por el sigilo y la lucha encubierta
- Gran puesta en escena y una base argumental muy interesante
- El DLC termina demasiado pronto, justo cuando mejor se ponían las cosas