"Trabajaba entre 10 y 15 horas al día, todos los días, durante años". La historia detrás de uno de los cozy games más populares

"Trabajaba entre 10 y 15 horas al día, todos los días, durante años". La historia detrás de uno de los cozy games más populares

Un joven desarrollador, una vieja granja virtual y miles de horas de trabajo en solitario dieron lugar a un fenómeno mundial

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ERIC BARONE STARDEW VALLEY
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Bárbara Gimeno

Colaboradora
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Bárbara Gimeno

Colaboradora

En un mundo donde los videojuegos suelen requerir equipos de decenas —o cientos— de personas, Stardew Valley nació de la mano de un único creador. Parece increíble pero Eric Barone, mejor conocido como alias ConcernedApe, es el desarrollador, programador, compositor, artista y diseñador detrás de uno de los títulos indie más influyentes de la última década. Lo mejor de todo es que el juego comenzó como un proyecto personal para mejorar su currículum y acabó convirtiéndose en un fenómeno global con millones de jugadores —entre los que me incluyo.

La historia de Stardew Valley no es solo la de un juego exitoso, sino también la de un esfuerzo increíble, hecho desde una pequeña habitación, como todas las grandes cosas. Barone empezó a trabajar en el proyecto en 2012, poco después de graduarse en informática en la Universidad de Washington Tacoma. Al no encontrar trabajo, decidió que crear su propio videojuego sería su mejor carta de presentación. Lo que no sabía era que esa pequeña idea se transformaría en algo tan grande.

Una carta de amor a los clásicos

Barone creció jugando a Harvest Moon—otro juego fantástico—, una saga de simulación agrícola japonesa que marcó a toda una generación. Sin embargo, sentía que los juegos más recientes de este género habían perdido un poco la magia y la profundidad que tenían las grandes sagas originales, así que decidió crear su propia versión, inspirada en estos clásicos pero introduciendo nuevas mecánicas, más libertad y un enfoque más moderno.

Suena a locura pero, durante más de cuatro años, trabajó completamente solo en Stardew Valley, aprendiendo sobre la marcha todo lo necesario: desde pixel art hasta diseño de sonido. Como cabría imaginar, el proceso fue durísimo y estuvo lleno de sacrificios personales. El propio Barone ha confesado en varias entrevistas que:"trabajaba entre 10 y 15 horas al día, todos los días, durante años". Su dedicación fue tan intensa que apenas salía de casa y apenas veía a sus amigos. Su mujer, Amber Hageman, lo mantuvo económicamente durante casi cinco años; qué importante es tener alguien a tu lado que crea en ti.

El día en que cambió todo

El 26 de febrero de 2016, Stardew Valley fue lanzado en Steam y GOG, con una acogida tan grande como inesperada. Sin contar apenas con presupuesto para marketing, el juego se difundió gracias al boca a boca, a los streamers y a una comunidad que lo recibió con los brazos abiertos desde el primer día. En solo dos meses vendió más de un millón de copias.

La premisa del juego era sencilla: heredas la granja de tu abuelo en el pequeño pueblo de Pelican Town y decides empezar una nueva vida. Pero detrás de esa simplicidad había una profundidad tremenda. Cultivar, pescar, criar animales, explorar minas, mejorar relaciones, celebrar festivales, casarse, tener hijos… Stardew Valley ofrecía una vida alternativa, pausada y reconfortante que llegó en un momento perfecto, lleno de incertidumbre.

Un juego revolucionario

El impacto de Stardew Valley fue tan grande que cambió la percepción sobre lo que un solo desarrollador podía lograr. Barone no solo había creado un juego funcional: había construido un mundo vivo, lleno de detalles, con una estética más que acogedora y una banda sonora encantadora; por supuesto compuesta también por él, lo que llama la atención teniendo en cuenta que no tenía educación musical. Tal y como explica en una entrevista con The Guardian, "vino todo de forma intuitiva. Me inspiré en cómo sentía cada estación, e intenté transladar eso al universo musical".

Además, Barone se atrevió a romper barreras dentro del género de simulación, permitiendo relaciones LGBTQ+, incluyendo personajes con historias complejas y tratando temas como la depresión, el alcoholismo o la ansiedad. Su tratamiento delicado y honesto de la salud mental y la soledad le añadió esa capa emocional que lo diferenciaba de otros títulos parecidos.

El fenómeno continúa

Lejos de abandonar el proyecto tras el éxito inicial, Barone ha seguido mejorando el juego durante años, escuchando activamente a la comunidad. Añadió el modo multijugador, nuevas áreas, nuevos cultivos y un largo etcétera. Todo, sin cobrar ni un euro más a quienes ya lo habían comprado.

En una industria acostumbrada a los contenidos de pago y las microtransacciones, esta filosofía ganó el respeto de jugadores de todo el mundo. Barone demostraba que el compromiso con la comunidad podía ir por delante del beneficio inmediato, algo cada vez más raro en el panorama actual.

Stardew Valley mod

Una comunidad que florece

El fandom de Stardew Valley se ha convertido en uno de los más activos, creativos y positivos de la escena indie. Existen miles de mods, desde pequeñas mejoras hasta expansiones completas creadas por fans y cientos de vídeos, fanarts, novelas gráficas e incluso canciones inspiradas en el juego.

La comunidad también ha creado espacios seguros en redes como Reddit o Discord, donde jugadores comparten consejos, granjas decoradas y experiencias personales. Muchos aseguran que el juego les ayudó a sobrellevar momentos duros, especialmente durante la pandemia. Para algunos, fue su vía de escape; para otros, una fuente de motivación y orden en el caos.

De granjero digital a estrella del desarrollo

Pese al éxito, Eric Barone ha mantenido un perfil bajo, alejado del espectáculo y de una exposición excesiva. Vive con sencillez y continúa trabajando en nuevos proyectos con la misma filosofía que lo llevó al éxito. Prefiere ir a suritmo y hacer lo que legusta sin comprometer la calidad.

En 2021 anunció Haunted Chocolatier, su próximo juego, con una estética más oscura pero con ese toque mágico que caracteriza a Stardew Valley, en el que los jugadores gestionan una chocolatería encantada. Aunque no ha dado fecha de lanzamiento, las expectativas de la comunidad están altísimas... y es que cuando Barone habla, el mundo indie escucha. Sin embargo, el seguir manteniendo vivo Stardew Valley, arreglando bugs y añadiendo mejoras ocupa gran parte de su tiempo, así que el proceso de creación de Haunted Chocolatier está siendo lento.

Haunted Chocolatier

Un símbolo del esfuerzo y la pasión

La historia de Stardew Valley es la prueba de que una sola persona, con suficiente dedicación, puede cambiar toda una industria. En una era de videojuegos espectaculares, desarrollados por cientos de profesionales y con presupuestos millonarios, Eric Barone triunfó con poco dinero,  píxeles, paciencia y pasión.

Hoy, millones de personas siguen cultivando zanahorias, regando flores y pescando truchas rodeadas de calma en Pelican Town. Y detrás de cada uno de esos momentos hay miles de horas de esfuerzo en solitario, de decisiones creativas y, sobre todo, de amor por los videojuegos.

A veces, el mayor de los logros no es conquistar el mundo virtual con espadas o batallas, sino crear un lugar al que queramos volver.  Stardew Valley es, para muchos, ese lugar.

Foto de portada: Amber Hageman

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