Volvemos a visitar el conflicto entre Dhana y Rena en esta nueva toma de contacto con Tales of Arise. En esta ocasión, comenzamos una partida desde el principio para descubrir algunas características no reveladas hasta la fecha.
Mi primer encuentro con Tales of Arise sirvió para constatar varias de las características más especiales de esta nueva entrega. La más importante, que se nota que Bandai Namco está tratando este juego como un antes y un después dentro de la saga Tales of. La presentación visual del juego es muy atractiva para nuevos jugadores, con escenarios bien recreados y animaciones muy conseguidas; combates más atractivos y dinámicos y una historia que apunta a ser de las mejores de la franquicia.
Pero aun así había preguntas por hacer. Esta nueva toma de contacto comenzando la aventura desde el principio no hay duda de que ha resuelto buena parte de ellas. Es extraño porque, después de los abundantes tráileres que hemos tenido de Tales of Arise, presentar a Alphen, al que prácticamente todos los fans ya han visto la cara, como un hombre sin pasado oculto tras una máscara de hierro, resta bastante misterio. Y Alphen se tirará buena parte de los primeros compases con esta máscara, ocultando su rostro.
Nos sirve al menos, para constatar que sí, efectivamente, el tropo de la amnesia está presente como forma de que luego nos den una sorpresa sobre quién es nuestro misterioso protagonista, que comenzará como esclavo en una de las regiones más siniestras y áridas de Dhana. Pero la cosa mejora rápidamente; primero, cuando conocemos a Shionne, que parece tener las cosas más claras; y que si no devela todas sus intenciones, es porque no quiere. El conflicto no tardará en escalar para ir descubriendo cómo conseguimos esa extraña espada de fuego y cuáles son los objetivos de cada protagonista.
Ya lo comenté en el anterior artículo: la historia de Alphen y Shionne apunta a ser muy evocadora, con presumiblemente tintes románticos y una gran conexión entre protagonistas. Al fin y al cabo, Alphen es un hombre que no puede sentir dolor, y Shione una mujer que daña a todo aquel que le toca. Es casi una especie de cuento de hadas digno de Lady Halcón, pero a la inversa, ya que aquí sus maldiciones se compenetran. No habría hecho falta que Arise fuera tan expositivo como para que uno de los personajes nos remarcara esta simbiosis entre personajes, pero es fácil de perdonar cuando el juego hace otras cosas tan bien.
Para empezar, una sorpresa bien recibida: aparte de las cinemáticas de anime y de las cinemáticas con el motor de juego, se han añadido un montón de escenas extras que son relatadas en formato de novela visual; una serie de viñetas animadas que recuerdan a una especie de manga en movimiento y muy bien planteadas. Por lo que parece, y a falta de una confirmación oficial, es posible que se traten de los famosos skits de Tales of. ¿Por qué digo que es posible? Porque estos siempre han utilizado ilustraciones 2D, mientras que Arise utiliza los propios modelos 3D de forma parecida al reciente Scarlet Nexus. Será la comunidad quien decida si le gusta más la nueva o la vieja fórmula, pero, aunque en estos casos siempre se suele inclinar la balanza a la apuesta tradicional y el dibujo 2D, dadle una oportunidad a estas nuevas escenas, ya que el 3D permite crear más reacciones en los personajes y ser más variadas. En cualquier caso, son mucho más abundantes, apareciendo tanto en la historia principal, pulsando un botón mientras exploramos, como en los campamentos al descansar.
Por si no me habéis leído en el análisis de Scarlet Nexus, lo repito: muy a favor de este tipo de secuencias, aunque resulten más estáticas. El videojuego y sobre todo el RPG es una bestia narrativa muy complicada de domar. Utilizar exclusivamente las cinemáticas es algo que pocos juegos se pueden permitir, y los que lo hacen tienen que recortar escenas menos relevantes, pero que ayudan a desarrollar más a los personajes. Esta es la función que siempre han tenido los skits dentro de la saga y que el estilo de novela visual favorece enormemente, por el ahorro de recursos: ayudar a expandir la historia con momentos costumbristas, ahondando en las manías, los miedos, las tonterías y las inseguridades de los personajes. A mí es que cuando en vez de que un arma simplemente desaparezca de las manos de su portador, me intentan explicar cómo existe una tecnología del vacío que un pueblo tiene y otro no y, a raíz de eso, hacer una reflexión sobre cómo la tecnología es amoral, pues me conquistas. Y creo que recrear todo esto, que no dejan de ser detalles, con las animaciones detalladas que requiere una cinemática es algo todavía inabarcable.
Arise te conquista con un diseño de personajes apabullante
Además, importa menos cuando Arise te conquista con un diseño de personajes tan apabullante. Hasta los secundarios menos relevantes lucen bien, pero es que la presentación de Shionne es un escándalo. El cel-shading se está luciendo últimamente y no hay duda de que Bandai Namco está teniendo gran parte de la culpa. Ayuda también el buen tratamiento de los tejidos, no solo en el diseño de los trajes, sino en lo conseguido de sus pliegues y telas raídas. Y luego, por supuesto, los escenarios que gracias al Unreal Engine 4 han mejorado sustancialmente. Incluso en la primera zona que exploramos, la región árida de Calaglia, mucho menos espectacular que la que ya había visto en la anterior prueba, el juego sigue siendo vistoso gracias a esos vivos colores y texturas casi de acuarela.
Que no todo es bueno, lo sé. El juego sigue presentando mecánicas algo arcaicas. Tiene algún que otro mapa que podría tener un diseño más intrincado, demasiados momentos en los que se pone a cargar para entrar en la más pequeña de las habitaciones (con su correspondiente fundido a negro) y una dependencia en la navegación que insta a usar demasiado el minimapa. Y aun así, lo suple con carisma, ganas de saber más y, por supuesto, combates que irán poco a poco despegando hasta descubrir todo su potencial.
Porque, comparado con la partida avanzada que jugué, se nota que el principio va a recortar muchas de las opciones del combate, como todo JRPG. Comenzaremos con mucho ataque básico, mucha acción repetitiva y será cuando comencemos a desbloquear artes potentes, el poder de la espada de fuego y las nuevas habilidades de llamar a los miembros de nuestro equipo, cuando todo empezará a fluir. Sigue habiendo algunos puntos obtusos que, para aquel que no se haya aproximado a un juego de la saga con anterioridad, puede confundir; pero, en líneas generales, esto es un Tales of tanto para veteranos como para nuevos jugadores.
Tales of Arise va a consolidarse como un buen JRPG
Hay mucho aún que descubrir, pero lo dejamos ya para la versión final de este Arise que cada vez me tiene más atrapado. Los momentos en el campamento consiguen potenciar la sensación de viaje y alejarse de ser un mero punto de descanso, no solo gracias a la habilidad de cocinar y mejorar estados de defensa o ataque, por ejemplo; sino por dar lugar a situaciones donde compartir historias junto al fuego y conocer más a los miembros del grupo. Las misiones y conversaciones secundarias, además, pese a que no parecen buscar nada revolucionario, al menos sí buscan abordar en la situación entre estos dos planetas, profundizando en las consecuencias de la invasión de Rena en Dhana durante los últimos 300 años.
No hay duda de que septiembre va a ser uno de los meses más abultados del año, pero haríamos bien en marcar en rojo a Tales of Arise. Por lo que ya he visto, va a consolidarse como un buen JRPG, pero creo que además tiene la oportunidad de alzarse incluso más, si logra tratar bien sus temas y la relación entre Alphen y Shionne. Pronto lo descubriremos.