En 1984, el ruso Alexey Pajitnov tuvo una idea que nadie podía imaginarse el alcance que lograría más de 25 años después. Encajar siete piezas diferentes dentro de un espacio delimitado mientras el tiempo pasaba y la gravedad actuaba eran los principios de un videojuego que ahora, después de tanto tiempo, sigue teniendo éxito. ¿Pero cuánto? Nintendo 3DS nos da su particular respuesta con su propio Tetris.
Tetris ya es, hoy en día, más que un videojuego. Es una palabra de nuestro vocabulario, un sinónimo de puzle, pero también de diversión y, por qué no, de éxito. Podríamos decir que ha vendido más de cien millones de copias en todo el mundo, pero todos conocemos que la obra del ruso Alexey Pajitnov va mucho más allá que cualquier número. Es un fenómeno, un título atemporal y que regresa, consola tras consola, para contentar a un público muy concreto: el que adora estimular su cerebro encajando unas cuantas fichas.
Fue esa, probablemente, la principal razón por la que Tetris acabara convirtiéndose en uno de los títulos más vendidos de Game Boy. Ahora, cerca de 25 años después, la nueva portátil de Nintendo quiere repetir historia con una obra que rescata la esencia del original, sólo que añadiéndole una considerable cantidad de modos adicionales de juego, aparte de una atractiva capa de tridimensionalidad.
El Tetris más tridimensional
El resultado es Tetris 3DS, un videojuego sin demasiados ornamentos, directo y con las ideas muy claras: contentar a los amantes de los tetriminos. Todo gracias al trabajo de Hudson Soft, una compañía venida a menos durante las dos últimas décadas (quedaron lejos sus años de gloria con Bomberman o Adventure Island), pero que aún tiene algo que decir en el sector del videojuego, aunque sea tímidamente y con más fuerzas que talento.
De hecho, este videojuego es un claro reflejo de la situación actual de la compañía. No es el culmen de la calidad, y probablemente le haya faltado una ración de genialidad para resultar una obra sorprendente. Sin embargo, aún así, sigue siendo una obra a tener en cuenta, haciendo gala de una jugabilidad clásica Tetris, con el incentivo de poseer trece modalidades, lo cual es, sin lugar a dudas, el aspecto más positivo de este lanzamiento.
De esta forma, no sólo deberemos contentarnos con encajar fichas y completar líneas mientras superamos niveles (modo maratón), sino que se nos plantea una amplia variedad de retos. Por ejemplo, podemos entrar en Tetris vs IA para derrotar a jugadores manejados por la CPU, descubrir Fiebre completando todas las líneas que podamos en 60 segundos, o bien acceder a Supervivencia, donde se nos plantea encajar piezas mientras las líneas van inundando el campo de juego.
Y hay mucho más. Sprint (hacer 40 líneas lo más rápido posible), Sombra (completar un dibujo con tetriminos), Atracón (encajar las piezas en los huecos de los muros que van apareciendo) o Modo maestro (con fichas cayendo a toda velocidad) son sólo algunas de las modalidades presentes. No presentan una excesiva originalidad, si exceptuamos un par de pruebas que han conseguido llamar nuestra atención: una es Escalador de torres (planteándonos la divertida idea de colocar fichas con la finalidad de ayudar a nuestro personaje para subir hasta lo alto de una torre), y la otra es Corredor de etapas (consistente en dirigir un tetrimino por un campo de obstáculos a lo largo de 400 líneas).
Interesantes apuestas todas ellas y que se ven acompañadas, afortunadamente, de posibilidades multijugador para la sorprendente cifra de hasta 8 usuarios simultáneos. Por supuesto, y como viene siendo habitual en la familia de consolas DS, si cada jugador posee su propia tarjeta de juego, tendremos más modalidades disponibles, siendo un detalle que igualmente se habilite el juego por descarga (sin tarjeta), para así disfrutar de modos como Tetris VS, Maratón o Fiebre.
No podía tampoco faltar una vertiente online, no demasiado completa -todo sea dicho-, pero que al menos nos acerca la oportunidad de subir puntuaciones o de disputar partidas “versus” con usuarios de todo el mundo. Incluso se añade la función SpotPass, lo cual podría darnos más de una grata sorpresa.
Y es que se nota que Hudson Soft ha querido aprovechar las funciones únicas de Nintendo 3DS. Otro ejemplo lo tenemos en las dos modalidades de realidad aumentada que se han implementado. No es que sean especialmente sobresalientes, puesto que viendo como han terminado, bien podrían haberse quedado encerrados en el cajón de ideas de los desarrolladores, pero para quien tenga curiosidad de contemplar cómo sería eso de encajar tetriminos en un entorno real y tridimensional, aquí tendrá un aperitivo.
Uno que viene acompañado, como el juego en su totalidad, de otra de las claves más importantes de este lanzamiento: el efecto estereoscópico. Ciertamente, tampoco es digno de alabanza, ya que no hace más que resaltar el plano de fichas con respecto al fondo, pero resultará aún así interesante para aquellos que deseen acercarse a esta curiosa versión de Tetris.
Con una presentación gráfica simple, pocos artificios gráficos, unos fondos variados pero poco trabajados y una calidad general bastante irregular, incluida la banda sonora (con temas clásicos, pero reiterativos), Tetris 3DS pasa a engrosar el todavía escaso pero cada vez más heterogéneo catálogo de una máquina que poco a poco va cubriendo todos sus géneros. He aquí una ficha más que ha encajado en la ventana de juegos de lanzamiento, pero a la cual se le podría haber pedido estar más a tono con lo que una portátil como ésta era capaz de ofrecer.
Hudson Soft rescata el fenómeno Tetris para Nintendo 3DS con una versión muy completa con cantidad modos de juego, opciones online y hasta características de realidad aumentada. El efecto 3D de los clásicos tetriminos cayendo sobre la pantalla de nuestra consola no sorprende demasiado, y audiovisualmente tampoco existe mucho talento, pero aún así ningún apasionado de hacer encajar las míticas piezas de Alexey Pajitnov podría resistirse a echarse una partida a Tetris 3DS.
Comprar Tetris (2011)