Análisis de Zelda Skyward Sword. 10 años después lo he disfrutado incluso más en Nintendo Switch que en Wii

Análisis de Zelda Skyward Sword. 10 años después lo he disfrutado incluso más en Nintendo Switch que en Wii
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¿Cómo celebrar el 35 aniversario de una saga tan grande como Zelda? Nintendo lo ha tenido claro: rescatando una de sus mejores entregas. Zelda: Skyward Sword regresa en una remasterización que adapta el juego a Nintendo Switch tanto en lo jugable como en lo técnico. En este análisis os cuento cuál ha sido el resultado.

Guardo muy buenos recuerdos de The Legend of Zelda: Skyward Sword. Creo que por muchos motivos es un juego único. Supone el final de una etapa y el comienzo de otra nueva dentro de la saga Zelda. En cierto modo, dio carpetazo a algunos convencionalismos de la licencia, mientras introducía algunos de los elementos que después vimos en The Legend of Zelda: Breath of the Wild. Por todo ello, es un juego importantísimo. Y es que, por si fuera poco, el juego se sitúa en la base de la cronología de la saga, ya que nos cuenta el origen de la leyenda. Casi nada.

No extraña por tanto que Nintendo haya decidido rescatar este título, originalmente lanzado en Wii, para llevarlo a Nintendo Switch. Han pasado 10 años desde aquello, y es obvio que muchas cosas han cambiado. Sin embargo, he comprobado que no solo se deja rejugar bastante bien, sino que aquellos que lleguen por primera vez se encontrarán con un grandísimo videojuego. Aunque en la tarea de remasterización no pasa del aprobado, en todo lo demás introduce un conjunto de novedades (muy bienvenidas) que ayudan a adaptar la obra a los tiempos actuales.

Así que en las siguientes líneas te explicaré por qué es un juego recomendable tanto para los que ya lo conozcan como para los que lleguen completamente nuevos. ¿Un resumen? Por supuesto: posee algunas de las mejores mazmorras y puzles de la saga, sus jefes finales son imaginativos y está muy guiado por la historia. Vamos, que si echaste esto de menos en ZBOTW, tienes aún más motivos para comprobar lo que hicieron Eiji Aonuma y su equipo. Un juego largo, refrescante, con mecánicas muy interesantes, un apartado artístico único y una calidad general a la altura de Zelda, como no podía ser de otra forma.

La mejor forma de jugar a Skyward Sword


Habréis comprobado en más de una ocasión que, pasado un tiempo, cuesta recordar cómo te pasaste una determinada sección de un videojuego, o incluso un jefe final. Esto me ha ocurrido con Skyward Sword: el paso del tiempo juega de su parte. Lo he rejugado incluso disfrutándolo más que en su lanzamiento original en Wii, lo cual dice cosas muy positivas. Eso sí, lo recordaba más largo, y es que creo que las novedades introducidas me han ayudado a vivir una experiencia más fluida. Me refiero a la integración de los autoguardados (que evitan malas pasadas), pero también a otro conjunto de características que se han incorporado en este remaster.

Por ejemplo, ahora los textos pueden pasarse a mayor velocidad, las intros pueden saltarse y el juego no te dará la lata con cuadros de texto cada vez que cojas ciertos objetos. Esta fluidez se manifiesta también con hechos como que puedas saltarte el tutorial del manejo de la espada al comienzo del juego. Todo es más fluido. Pueden parecer detalles menores, que a veces cuesta creer que no estuvieran en el original, pero siempre hay tiempo para rectificar. Sin duda, se agradecen las mejoras, sobre todo en lo referente a la incorporación de una cámara libre de 360 grados, que establece un cambio importante a la hora de observar el entorno, especialmente en lo concerniente a las mazmorras para orientarnos y hallar pistas para avanzar.

Artísticamente era un juego muy bonito, y ahora también lo sigue siendo.
Artísticamente era un juego muy bonito, y ahora también lo sigue siendo.

El frame-rate se ha optimizado, y se nota muchísimo si en su día lo jugaste en Wii

¿Más mejoras? El frame-rate se ha optimizado, y se nota muchísimo si en su día lo jugaste en Wii. La experiencia es totalmente estable, a una tasa de 60 cuadros por segundo, sin caídas de ningún tipo. Era lo que se esperaba, por otra parte, ya que no existen grandes reformas en lo visual. Por supuesto, hay un salto desde los 480p de Wii a los 1080p de Nintendo Switch, que se manifiesta en escenarios y personajes mejor definidos. Sin embargo, esto no viene acompañado de un trabajo de retexturizado. Tampoco se ha añadido ningún tipo de filtro.

Se entiende que el apartado artístico de Skyward Sword es muy especial, pero también lo era el de Wind Waker, y en su versión HD sí que se trabajó mucho más esta faceta, con cambios de iluminación incluidos. Aunque el juego luzca bien y siga siendo bonito (a pesar de los años), hay partes que exigían un mayor trabajo de remaster. Y si no, recordad que Twilight Princess HD modificó algunas de sus texturas para adaptarse a los nuevos tiempos. Aunque visualmente, como digo, se deja jugar y en modo portátil luzca especialmente bien, tengo que decir que Nintendo se ha quedado corta.

10 años después lo he disfrutado incluso más en Nintendo Switch que en Wii

Por último, y no menos importante, tenemos la introducción de los Joy-Con, que sustituyen al uso del Wiimote que hacía el juego original. Ya sabéis que este fue un juego que hizo un uso intenso de los controles giroscópicos, y ya en su análisis original os dije que no era perfecto, ya que tenías que adaptarte a las dificultades de dicha tecnología (hasta Miyamoto las pasó canutas en su presentación en un E3). Así que poco ha cambiado este aspecto. Los Joy-Con funcionan razonablemente bien, pero siempre considerando que la detección de movimiento puede jugártela en más de una ocasión.

Por eso (y porque no me apetecía en esta ocasión jugar con Joy-Con) he recibido de buen agrado que se integre la opción de manejar la espada con los sticks. Es simple: si quieres que Link propine un espadazo, lo único que tienes que hacer es mover rápidamente el analógico hacia una dirección. Sin más. Funciona razonablemente bien y es el esquema de control que he preferido durante mis sesiones de juego. En modo sobremesa y portátil es también la alternativa que os recomiendo, puesto que los Joy-Con están bien para un rato, para ver el potencial de la idea, pero pueden resultar agotadores a la larga.

Un Zelda que merece ser revivido

La mecánica de escalada y de resistencia supone la antesala de lo que vimos en ZBOTW.
La mecánica de escalada y de resistencia supone la antesala de lo que vimos en ZBOTW.

Tengo muy buenos recuerdos de Zelda Skyward Sword y todos ellos se han materializado cuando he vuelto a jugarlo en Nintendo Switch. Si queréis conocerlo en profundidad, no puedo dejar de recomendar el análisis que hicimos hace 10 años. Sin embargo, permitidme deciros, con la experiencia actual y el inexorable paso del tiempo, que ha envejecido bastante bien en cuestión de exploración, combates y mecánicas en general. Además, el hecho de poseer algunas de las mejores mazmorras de la saga supone un importante aliciente para jugarlo, especialmente si las echaste de menos en Zelda: Breath of the Wild.

Skyward Sword destacó además por poseer una curiosa estructura de juego, que no levantó poco polémica. Altárea, hogar de Link y Zelda, era una región alzada sobre los cielos que daba acceso a varias localizaciones del mundo inferior mediante un sistema de portales. Esta fragmentación daba lugar a entornos amplios, en que debíamos cumplir algún tipo de tarea antes de acceder a la mazmorra de turno y vencer al respectivo jefe. Esta lógica, con alteraciones muy significativas que no comentaré para no arruinar la experiencia, era lo que guiaba a un Zelda construido sobre una base jugable muy tradicional, con la consecución de los clásicos gadgets que nos permitían seguir adelante.

10 años después lo he disfrutado incluso más en Nintendo Switch que en Wii
No podemos dejar de citar la integración de un novedoso control que coincidió con el auge de los giroscopios

Ahora bien, este Zelda introdujo una serie de novedades muy significativas. Una de ellas es que Link podía usar la espada en modo rastreo para localizar a determinados personajes y objetos claves, potenciando así la faceta de exploración. Otra muy importante es que se añadió una jugabilidad más vertical, con lo que sería el origen de la escalada de ZBOTW. ¿Pruebas? El indicador de resistencia, que se estrenó en esta entrega y limitaba nuestra capacidad para escalar, correr y realizar determinados ataques.

Hay más cosas de Skyward Sword que se quedaron en Breath of the Wild, como el sistema de balizas, que permitía resaltar determinados puntos del mapa (para no perdernos). De igual manera, emergían mecánicas como el looteo y el crafteo, al poder recolectar determinados materiales que nos servirían para fabricar y mejorar objetos. Todo esto hace a esta entrega doblemente interesante, ya que aparte de suponer un gran videojuego, explica lo que vimos posteriormente en ZBOTW (y puede que incluso nos adelante un poco del futuro ZBOTW 2).

Los enfrentamientos se convirtieron en una clave identitaria de Skyward Sword.
Los enfrentamientos se convirtieron en una clave identitaria de Skyward Sword.

Por último, no podemos dejar de citar la integración de un novedoso control que coincidió con el auge de los giroscopios en el mundo del videojuego gracias a Wii. Este Zelda es probablemente uno de los títulos que mejor aprovechó dicha tecnología, ya que permitía atacar a los enemigos en distintos ángulos, algo que ofrecía una experiencia combativa muy innovadora. También se aprovechó, y se sigue aprovechando, para apuntar con el tirachinas y manipular algunos puzles. A pesar de que no funcione bien en el 100% de ocasiones, es otro de esos elementos que merece la pena experimentar.

En total, son unas 35-40 horas de juego a las que pueden añadir unas cuantas más si te paras a completar todas las actividades secundarias que existen. Ya sabéis cómo es un Zelda. No faltan los minijuegos, pero tampoco tareas como encontrar a alguien perdido o dar con la clave de algún que otro misterio. Altárea, que es la región epicentro de la jugabilidad, también es el lugar en que se esconden la mayor parte de estas actividades. No obstante, en las tierras inferiores encontraréis bastantes cosas, como los cubos celestiales, los cuales contienen suculentas recompensas.

10 años después, ¿cómo se siente al jugarlo?

10 años después lo he disfrutado incluso más en Nintendo Switch que en Wii

Después de todo lo expuesto, la respuesta es clara: fenomenal. A pesar de que su exploración implica usar muchos portales para moverte de un punto a otro, Nintendo ha incorporado suficientes mejoras QoL (Qualify of Life) como para hacer la experiencia más fluida, hasta el punto de que he disfrutado más del juego en Nintendo Switch que hace 10 años en Wii. El añadido de los sticks como forma de control también la destacaría como una de las mejoras más relevantes. Su integración no me parece perfecta, pero personalmente no me imaginaba volviendo a jugar con los giroscopios, así que buena noticia.

Skyward Sword supone el origen de la leyenda de Zelda

Por otro lado, no hay que obviar la trama. Skyward Sword supone el origen de la leyenda de Zelda, y como tal nos cuenta cómo se gestó la figura del héroe de Hyrule que todos conocemos. Todo bajo unos personajes de corte adolescente, con un enfoque atrevido pero al mismo tiempo interesante. Tengo que decir que personalmente sus villanos no me entusiasmaron precisamente, aunque el juego pega un vuelco en su recta final (tanto en lo jugable como narrativo) que hace importante que lo juegues hasta ver los créditos.

Por eso, no desconfíes. Zelda: Skyward Sword va de menos a más. Sin parecerme el mejor Zelda, y sin estar en lo alto de mi particular top, es muy relevante dentro de la serie, y es por ello que Nintendo lo ha escogido para celebrar su 35 aniversario. Se ha hecho sin demasiada dedicación, también os digo, o al menos no teniendo en consideración una fecha tan señalada. A este remaster HD le falta ambición, sobre todo en lo técnico, para haber dado lugar a una celebración por todo lo alto. Aun así, es un juego recomendable, como lo sigue siendo el original en Wii, ahora con las mejoras jugables y de resolución suficientes como para disfrutarlo en la actualidad.

Un gran Zelda

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10 años después lo he disfrutado incluso más en Nintendo Switch que en Wii

The Legend of Zelda: Skyward Sword HD

Por: El equipo de 3DJuegos
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La remasterización de Zelda: Skyward Sword para Nintendo Switch nos invita a rejugar (o jugar por vez primera) a uno de los más importantes juegos de la saga, y hacerlo con significativas mejoras. Sobre todo en lo jugable, con la posibilidad de manejar el movimiento de la espada de Link mediante los sticks analógicos, así como una serie de pequeños añadidos que hacen la experiencia más fluida. No tan buenas noticias en lo técnico, donde el trabajo de remaster gráfico se limita a subir la resolución. Aun así, un título muy recomendable que sigue sintiéndose bien a pesar de sus 10 años de antigüedad.

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5 Cosas que debes saber
  • A pesar de sus 10 años, sigue disfrutándose como el primer día.
  • Fuerte peso de la narrativa: explica el origen de la leyenda de Zelda.
  • Posee algunas de las mejores mazmorras y jefes de toda la saga.
  • Los retoques jugables (control con sticks o autoguardado) mejoran la experiencia global.
  • Técnicamente y en lo gráfico este remaster podría haber dado bastante más de sí.
Jugadores: 1
Idioma: Manual en español y textos en español
Duración: 35-40 horas
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