La secuela de la obra magna ha movido su fecha de lanzamiento de este año a 2023.
Nos encontramos todavía a mitad de semana y ya habido un par de noticias importantes en relación a la industria de los videojuegos. El nuevo PS Plus de Sony se anunció el martes, y Nintendo tampoco quiso faltar a su cita con la actualidad ese día dejándonos una noticia negativa: un retraso de su juego más esperado.
Aunque originalmente tenía su fecha de lanzamiento fijada para este mismo año, el estreno de la secuela de The Legend of Zelda: Breath of the Wild tendrá que esperar, ya que se ha aplazado a 2023. La razón principal que da el equipo de desarrollo es que hay muy buenas ideas que todavía no han podido ser implementadas, pero la decisión ha perjudicado a la compañía.
Como bien recoge Reuters, Nintendo ha registrado una caída del valor de las acciones del 6% en la bolsa de Tokio, algo que claramente parece motivado tras el retraso de Breath of the Wild 2. La compañía había logrado en lo que va de año un aumento del 25%, pero este suceso ha terminado con la buena racha.
Las acciones habían subido un 25% en 2022
Pese a ello, Nintendo se mantiene en una cómoda estabilidad tanto en bolsa como respecto a la comercialización de hardware y software. Cabe destacar que todavía quedan grandes estrenos programados para 2022, como Splatoon 3 o Bayonetta 3, y hace menos de una semana Nintendo Switch recibió el lanzamiento de Kirby y la tierra olvidada.
Si quieres saber cómo nos ha dejado la decisión de retrasar la secuela de The Legend of Zelda: Breath of the Wild, te invitamos a leer la columna de opinión de Jesús Bella, que reflexiona sobre este contratiempo y lo que puede indicarnos sobre el juego ahora previsto para 2023.
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