Conviértete en un experto ladrón en esta notable aventura de sigilo ambientada en una Londres Steampunk donde el más mínimo error se paga con la vida. Muy en la línea de lo visto en el querido Spelunky, pocos títulos os harán sufrir tanto y os engancharán del modo en el que lo hace The Swindle.
Los humanos somos por naturaleza seres codiciosos, y es curioso comprobar lo bien que The Swindle retrata esta condición, tentándonos una y otra vez a cometer auténticas locuras con tal de ganar un poco más de dinero. Conocemos los riesgos. Sabemos incluso que es imposible sobrevivir. Y aun así lo intentamos. Nos lanzamos a la aventura mal equipados con un par de herramientas propias de ladrón para hacer fortuna. ¿Consecuencias? La muerte… casi siempre. Porque la esperanza está ahí; y los milagros también. Pero tan despiadada se muestra esta notable aventura de sigilo en 2D que sufriremos lo indecible antes de completar con éxito la dura tarea que propone: detener la puesta en marcha del sistema de vigilancia definitivo en una Londres Steampunk ya de por sí altamente protegida por las fuerzas del orden público.
Así de interesante y así de desafiante se presenta este videojuego del estudio independiente Size Five Games, que si por algo nos ha sorprendido gratamente es por la tensión que genera en todos y cada uno de los golpes en los que nos embarcará. Cien días de robos, asaltos y saqueos indiscriminados, pero también cien días de fracasos, de caer a manos de la policía, sucumbir a trampas mortales, o quedarnos sin botín por un simple descuido que haya hecho saltar todas las alarmas. The Swindle es un videojuego implacable en el que los fallos se castigan con la muerte… o en el mejor de los casos con una huida in extremis y los bolsillos casi vacíos. Pero así es la vida del ladrón, y ese es precisamente el aspecto que más nos gusta de esta obra.
La avaricia rompe el saco
Con nada más que una porra con la que atizar en la cabeza a los vigilantes desprevenidos que se crucen en nuestro camino, los primeros compases en The Swindle podrían hacer pensar a más de uno que hablamos de un videojuego simplón, sin demasiada chispa. Pero nada más lejos de la realidad. Casi planteado como un simulador de ladrón, sin exagerar, en esta aventura de infiltración tendremos a nuestra disposición un variado repertorio de gadgets y habilidades especiales con las que saquear barrios enteros, casinos, fábricas o lo que sea que se ponga a tiro; ya sea usando explosivos para reventar puertas blindadas o paredes enteras, habilidades acrobáticas para alcanzar zonas elevadas, recursos informáticos para hackear sistemas defensivos y robar mayores cantidades de dinero, bombas de humo para evadir la vigilancia de los policías… hay opciones para aburrir.
Pero no penséis que los enemigos van a quedarse de brazos cruzados mientras les desplumamos en sus narices. Aunque los primeros niveles son bastante sencillos la curva de dificultad en The Swindle es extremadamente alta, así que no tardaremos mucho en percatarnos de lo cruel que puede ser este universo steampunk en el que a veces, incluso, nos toparemos con obstáculos imposibles de superar ya sea por falta de habilidad, o porque no contamos con las herramientas de trabajo necesarias. ¿Injusto? Puede. Pero aquí entra en juego de lo que hablábamos antes: la codicia. Si sabemos que no podemos escapar de una sala, ya sea porque está atestada de guardias de seguridad, o de torretas con ametralladoras, o de cámaras de vigilancia, trampas mortales o lo que sea, ¿para qué demonios entramos? ¿Por qué ponemos en riesgo nuestra vida por un par de libras de nada si ya hemos ganado bastante dinero?
La cuestión es que, sea por el motivo que sea, lo hacemos. Y entonces morimos. Y perdemos todo el dinero que llevábamos encima. ¡Y hasta al ladrón que controlábamos!, que será sustituido por otro totalmente nuevo que no disfrutará del suculento multiplicador de puntos que había ganado por ejecutar con éxito varios golpes. Pero esto, en el fondo, es una aventura roguelike de esas que tanto abundan últimamente, así que toca apechugar con las consecuencias de nuestros actos. Que en este caso se traduce en "un día menos" para conseguir el dinero necesario para comprar nuevos gadgets, nuevas habilidades, o licencias para acceder a nuevas zonas de juego. Todo muy en la línea del gran Spelunky.
Que es también un aspecto realmente interesante dentro del universo The Swindle. ¿Por qué mejoras apostamos? ¿Esperamos un par de días en los bajos fondos antes de saltar al siguiente "campo de juego? ¿O nos arriesgamos y probamos fortuna viajando a las zonas ricas? El reloj nunca se detiene, y es posible que en nuestra primera partida no logremos alcanzar la meta final, por los altos precios que se mueven en el mercado del hampa. Pero si algo bueno tiene la obra de Size Five Games es que engancha como pocas, y nos tentará una y otra vez a probar fortuna; a intentar superar un nivel. En este sentido, el diseño de escenarios está bien trabajado, con montones de variantes que nos pondrán las cosas difíciles.
El principal problema del juego es que el sistema de control no siempre responde como debiera, y esto provocará que en más de una ocasión perdamos la vida por un mal gesto de nuestro protagonista. Saltos algo imprecisos, dificultad para ejecutar ciertas maniobras… sin ser catastrófico, es innegable que estos problemas derivarán en frustración cuando perdamos la vida una, otra y otra vez a causa de los mismos. Y más en un título de estas características que es tan implacable con los fallos. Lo podéis comprobar al intentar desactivar una mina. Fallad en la secuencia de comandos que se os propone, al más puro estilo Quick Time Events, y saltaréis por los aires.
Por todo lo demás, hablamos de un videojuego notable, que engancha y que sabe cómo sorprender constantemente con nuevos tipos de enemigos y obstáculos que burlar. Es desafiante, sí, pero también muy adictivo. También completo a nivel de opciones, dando opción de superar sus retos de varias formas distintas dependiendo de las mejoras seleccionadas. Visualmente hablando, por qué no decirlo, también estamos ante un título francamente vistoso. La variedad de localizaciones y lo bien que luce esa Londres Steampunk en la que ambienta su acción son un gran punto a su favor; como también lo es el diseño de robots y polis a los que nos enfrentaremos, o el de los propios ladrones que controlaremos, todos ellos con mucho encanto. El diseño de niveles no siempre es brillante; pero está claro que es un precio a pagar por tener fases generadas de manera aleatoria.
Muy grata sorpresa la que nos hemos llevado con esta aventura de sigilo en 2D, que de verdad consigue hacerte sentir en la piel de un ladrón. Lo desafiante de su acción y el que te obligue a sacar provecho de las mejoras y habilidades especiales de nuestro caco no hace sino acrecentar sus virtudes, que solo se ven ensombrecidas por un sistema de control un tanto irregular y un diseño de niveles no demasiado inspirado.
- Gran variedad de opciones de juego. Siempre hay alternativas
- Es un juego difícil pero que también engancha lo suyo
- Gráficamente es muy vistoso. La banda sonora es de gran calidad
- Cierta imprecisión en el sistema de control
- El diseño de niveles está bien, aunque no sorprende demasiado