La cámara hace un plano en panorámico, de pronto un zoom y… ¡Pum! Estamos en Europa, a principios del siglo XIII. Es una época tumultuosa, sádica y extraña donde las haya; son, en efecto, tiempos de incoherencia, donde la ciencia comienza a titubear con su renacimiento después de la debacle clásica grecolatina, y también donde viene el Papa Inocencio III, que de inocente tenía más bien poco, y te dice que nada, que cojas tus bártulos, que pilles alguna movida que sirva como arma y que te vayas a Jerusalén, una ciudad de leyenda que nunca has visto, a darte de palos con señores barbudos cuyos nombres jamás acertarás a pronunciar… Y que probablemente nunca te hayan hecho nada, todo hay que decirlo. Eso si nos ponemos históricos, dramáticos y especialmente críticos con la historia de nuestro mundo, porque tengo que decir que en The Valiant la cosa es mucho más simple: sigues los pasos de Theoderich y Ulrich, dos cruzados de la época que malviven y perduran como pueden en una tierra santa inmisericorde, hasta que empiezan a salir tramas bíblicas y todo se lía más de la cuenta.
Y eso ocurre relativamente pronto en la campaña principal de este juego de estrategia en tiempo real centrado en los escuadrones, y no tanto en grandes ejércitos. Empiezas en Oriente Próximo, asediando pequeñas ciudades amuralladas a modo de tutorial, cuando de pronto te llevas la gran noticia: los dos templarios han encontrado un trozo de la legendaria vara de Aarón, el cayado seco del hermano de Moisés que, según el Antiguo Testamento, reverdeció en una intempestiva noche para las tribus abrahámicas. Por supuesto, tanto en las Sagradas Escrituras como en The Valiant, la vara termina en el Arca de la Alianza, una especie de receptáculo creado para contener las tablas de los diez mandamientos, la susodicha vara, y también una vasija de "maná" (maná bíblico, no rolero). También es la caja dorada que buscaban los nazis en la mítica Indiana Jones y el Arca Perdida, pero vamos a evitar demasiados desvíos innecesarios: la historia de The Valiant tarda muy, muy poquito en entrar en materia y prefiere centrarse más en cuestiones mitológicas que históricas.
La historia de The Valiant: ¿ficción o historia?
¿Supone un problema que The Valiant descuide un poco las cuestiones históricas? Yo personalmente te diría que no. Aquí lo que vemos es algo mucho más fantasioso, concretamente, la caída en desgracia de algunos personajes por la incontenible ambición que les genera el poder de la vara de Aarón. Así, comienza una trama que está repleta de escenas "pseudonarrativas", que no dejan de ser un mero zoom momentáneo con motor ingame, y de algunas cinemáticas de bastante buena factura, con un conjunto que se mete de lleno en cuestiones bastante turbias. El resultado, eso sí, no es tan bueno como cabría esperar; los personajes son muy previsibles, hay algún salto temporal muy poco creíble, y hay demasiadas coincidencias como para que todo se sienta bien montado, bien unido.
El guion, fuera de esos vídeos animados que de los que te hablaba unas líneas más atrás, tampoco termina de brillar y deja alguna que otra frasecita que se te graba unos días por lo poco acertada que resulta. El problema de la narrativa de The Valiant es, en esencia, que aunque pone el foco en un buen lugar, no termina de comprender exactamente cómo tiene que desarrollar su historia, especialmente en todo lo relativo a cómo contarla. Hace mucho tiempo se puso de moda, en esto de la crítica de videojuegos, la expresión "buen planteamiento, mala ejecución", y aunque normalmente no estoy de acuerdo con este tipo de simplificaciones, lo cierto es que le viene como anillo al dedo al título de Kite Games. Esto se debe a que los detalles se dan de manera demasiado evidente, así que poco a poco pierdes el interés por culpa de un ritmo argumental catastrófico. Al final se me queda la sensación de que el estudio tampoco terminó de exprimir la premisa argumental del juego. Me da pena porque el argumento prometía, pero se diluye demasiado rápido y con demasiada frecuencia.
Un modelo de RTS demasiado visto
Dicho sea de paso, ninguna de las disonancias narrativas de The Valiant sería el fin del mundo si su sistema jugable fuera increíble, que es a lo que apunta cualquier juego de estrategia. ¿El problema? Que no lo es, evidentemente; ojo, eso no implica que sea malo tampoco. Como todo juego de estrategia bélica en tiempo real que se precie, The Valiant se enfoca en cosas como distintos tipos de unidades, con diferentes parámetros y ese sota-caballo-rey clásico del género (ya sabes, los arqueros son buenos contra los lanceros, la caballería destroza a los arqueros, los piqueros frenan en seco a la caballería…) que, sin ser tan marcado como en Fire Emblem mismamente (aunque este no es un RTS), deja sensaciones similares a la hora de configurar tus ejércitos. Otro ejemplo que se me viene a la mente es Total War, pero ya te aviso de aquí tampoco hay tanta profundización en las clases de unidades. No te esperes, por tanto, parámetros súper avanzados como la perforación de armaduras, o beneficios pasivos por cargar desde un flanco en compañía de tus tropas.
Al final se me queda la sensación de que el estudio tampoco terminó de exprimir la premisa argumental del juego
En líneas generales, el título más similar que conozco es el ambivalente Ancestors Legacy, tanto en términos visuales (incluso la interfaz parece un calco) como en planteamiento. Estamos, como decía, ante una "estrategia de escuadrones", no ante una guerra abierta como tal. Por supuesto, The Valiant también tiene modos offline y online; por un lado, está la típica campaña para un jugador, que es la que adolece un poco de todo lo que hemos hablado, y, por otro lado, está el modo multijugador. En el segundo nos enfocaremos dentro de poco, así que permíteme que empiece comentando algunos detallitos del primero. Sin duda, lo más llamativo aquí son sus elementos RPG, especialmente en lo relativo a las distintas piezas de equipo que puedes recoger en cada escenario (el título está estructurado en misiones) y que posteriormente puedes equipar a tus héroes, es decir, a los personajes principales.
En cuanto a los héroes en sí mismos, si estabas buscando algo similar a lo que vimos en Total War: Warhammer o en Three Kingdoms (en el modo más "literario"), ya te digo que no te lo vas a encontrar. En The Valiant, al igual que en Ancestors Legacy, los líderes de los escuadrones más bien aportan alguna que otra poder especial, que para más inri están ligadas a árboles de talentos, y poco más. El tema está en que el combate muchas veces gira en torno a la constante repetición de estas habilidades, lo que se carga buena parte del componente estratégico. Por su parte, la curva de dificultad, excesivamente irregular, y el planteamiento de ciertas misiones de la campaña tampoco ayudan, ya que te tienen de aquí para allá, en una batalla de desgaste con enemigos que te superan brutalmente en número. Dicho de otro modo: The Valiant no suele plantear grandes retos y, cuando lo hace, parecen más artificiales que estratégicos, en definitiva.
Esto se une a la falta de variedad que ofrece la campaña, con un sigilo muy básico que se apoya en los principales topicazos de la industria, del estilo de hierba alta, líneas de visión sospechosas y la extraña costumbre de los enemigos de patrullar justamente por donde estás tú (qué casualidad) y deja sensaciones agridulces con más frecuencia de la que debería. Tampoco hay construcción ni gestión de edificaciones como en un Stronghold o un Age of Empires; aquí has venido a liarte a guantazos, hermano templario. Hay alguna cosita medio escondida por ahí, como zonas capturables para la obtención de recursos, pero es una mecánica tan anodina como testimonial. Si a esto le añades un apartado técnico un poco justito… Ya tienes el lío montado.
¿Qué tal el multijugador de The Valiant?
Te cuento: hay dos modos, uno cooperativo y otro competitivo. En el primero puedes hacer equipo con hasta dos jugadores en una especie de modo horda con diferentes piezas de equipo, consumibles y los árboles de talentos de los que te hablaba anteriormente, y en el segundo puedes dar rienda suelta a tus impulsos más oscuros en enfrentamientos de uno contra uno o dos contra dos, ya sea contra personas reales (¿Hay personas no reales?) o contra la inteligencia artificial. Ambos conceptos me parecen interesantes de por sí, pero tienen sus inconvenientes. El primero es que The Valiant casi no tiene comunidad; tirando de datos oficiales, en los últimos días oscila entre 70 y 80 jugadores como máximo diario, y a eso de las 11 o 12 de la noche ya hay cuarenta si tienes suerte.
El combate muchas veces gira en torno a la constante repetición de estas habilidades, lo que se carga buena parte del componente estratégico
Esto sumando todos los modos (incluida la campaña), porque ya te digo que en el multijugador la gente no está. Entiendo que esta falta de interés generalizado no es culpa de Kite Games ni de THQ Nordic per se, pero es verdad que como usuario se me hace abrumadora esa increíble falta de jugadores. Eso sí, creo que hay una cosa bastante peor: en el hipotético caso de que entres en una partida, los problemas de conexión se cuentan por cientos. Hablo de lag, de latencias elevadísimas (algo que en este juego tiene delito) y, cómo no, de caídas relativamente frecuentes. Hay pocas cosas más incómodas que tirarte un rato esperando para una partida solo para luego caerte cuando estabas empezando a pasártelo bien.
The Valiant tiene buenas ideas, pero también tiene demasiados problemas como para ser un RTS recomendable. La campaña, que hace especial énfasis en la narrativa, cae en saco roto precisamente por perderse en cuestiones relativas al guion y al desarrollo, y su jugabilidad, que es excesiva y sospechosamente similar a la de Ancestors Legacy (un título que, aceptémoslo, tampoco fue el santo grial del género), no destaca ni por sus ideas, ni por el funcionamiento de sus mecánicas… Al final, perdura la sensación de que todo se siente demasiado simple, se ha hecho demasiadas veces como para que nos siga sorprendiendo como en el pasado. Si a eso le sumas unos modos en línea desastrosos, tanto en términos de volumen de jugadores asiduos como en el plano técnico y en la estabilidad de los servidores, se te queda un producto deslucido, un título de estrategia que parece que no sabe muy bien por dónde tirar. No descarto que en el futuro mejore, pero hoy por hoy me parece que hay muchísimos RTS más merecedores de tu tiempo.
Comprar The Valiant- Se ambienta en las cruzadas, a finales del siglo XII - principios del XIII.
- Pone mucho énfasis en una historia más bien fantástica, con resultados discutibles.
- El planteamiento no es malo, pero es muy poco original; casi parece un calco de otros títulos.
- Normalito a nivel técnico.
- Tiene muy poca comunidad y sus modos en línea están salpicados de problemas de conexión.
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