Análisis de Toy Soldiers Cold War

Análisis de Toy Soldiers Cold War
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El programa de Microsoft Summer of Arcade sigue dando sus frutos. Y es que a los exitosos Fruit Ninja Kinect, Bastion, Insanely Twisted Shadow Planet y tantos otros se une ahora Toy Soldiers: Cold War. Estrategia, acción y un puntito de humor se dan la mano en esta producción.

El pasado año Signal Studios (en conjunción con Microsoft) se anotó un buen tanto con la primera parte de Toy Soldiers. Este título combinaba la acción de estilo shooter y ambientación bélica con los juegos de estrategia ya clásicos del tipo “tower defense” (defender la torre). Y el resultado, sin llegar a despuntar de forma desmedida, sí que fue lo suficientemente sugerente y exitoso como para que los mismos desarrolladores se hayan animado a lanzar una secuela. Y el nombre de su nuevo trabajo es Toy Soldiers: Cold War, título que apenas innova en ningún sentido pero que sigue resultando realmente jugable e intenso.

EE.UU. vs URRS
Como el propio título indica claramente, la acción de Toy Soldiers: Cold War se sitúa durante la llamada Guerra Fría (lo que supone el adiós a la Segunda Guerra Mundial que motivó el Toy Soldiers original). Y para los que anden un tanto “justitos” en Historia, dicho conflicto enfrentó durante muchas décadas a los Estados Unidos contra la antigua Unión Soviética de manera “indirecta”, es decir, que dicha guerra siempre se desarrolló a un nivel no militar, algo que desde luego no ocurre en el juego que nos ocupa. Más bien todo lo contrario.

Toy Soldiers: Cold War es la continuación de un interesante juego de acción y estrategia aparecido la pasada temporada.
Toy Soldiers: Cold War es la continuación de un interesante juego de acción y estrategia aparecido la pasada temporada.

El planteamiento de esta nueva entrega de Toy Soldiers se mantiene fiel a la idea original. Básicamente, y tomando el mando del ejército de soldados de juguete americanos, debemos parar las constantes oleadas de las fuerzas soviéticas a lo largo de los más de 10 niveles que forman parte del modo Campaña individual. Y todo con tal de defender a muerte nuestro cuartel general que, en este caso, es ni más ni menos que una preciada caja de juguetes. Y si las fuerzas rivales toman su control, habremos fracasado.

Acción inteligente
La fórmula de juego unifica de manera muy interesante y atractiva varios elementos propios de los shooters tradicionales y de los juegos de estrategia. ¿Y cómo se come esto? Pues de la siguiente manera. Cada nivel está planteado a modo de escenario fijo de unas dimensiones no especialmente extensas en el cual van “desfilando” tanto soldados de infantería del ejército ruso (armados con ametralladoras, lanzamisiles, etc.) como otras unidades más contundentes que incluyen desde tanques blindados a helicópteros o cazas.

Así las cosas, nuestra tarea consiste en colocar estratégicamente diversos mecanismos de defensa en las zonas de los escenarios que consideremos oportunas (y en las que se nos permita hacerlo). Torretas, dispositivos anti tanques, anticazas aéreos y demás “trastos” militares están a nuestra disposición… siempre y cuando podamos costeárnoslos, claro. ¿Y cómo se consigue el dinero necesario? Pues eliminando al mayor número posible de enemigos, incluyendo objetivos especiales que nos reportan más recompensas de las habituales. Además, conviene señalar que es posible ir desbloqueando progresivamente nuevos dispositivos de defensa y, también, potenciar los ya existentes comprando nuevas mejoras.

El título presenta diversas modalidades complementarias al modo de juego principal, lo que prolonga su vida útil.
El título presenta diversas modalidades complementarias al modo de juego principal, lo que prolonga su vida útil.

Sin embargo, en Toy Soldiers: Cold War no podemos simplemente construir las unidades que creamos necesarias y esperar de brazos cruzados a que éstas actúen. La vena shooter del título viene dada por la interactividad que nos brinda el título, pudiendo controlar aquellas unidades defensivas que consideremos oportunas para defender de la manera más eficaz posible nuestra caja de juguetes. Es factible cambiar de unas a otras rápidamente y, en función de la que nos toque manejar, sus características varían ligeramente, proporcionando cierta profundidad de juego adicional en comparación con la que suelen ofrecer otros juegos similares.

Además el título incorpora ligeros toques arcade bastante curiosos que se obtienen tras encadenar secuencias de combos, las llamadas cortinas de fuego. Tras desencadenarlas, disfrutamos de diversas ventajas en el campo de batalla, pudiendo desde controlar a una especie de Rambo de plástico (gracioso hasta decir basta) invulnerable y armado hasta las orejas, a lanzar devastadores ataques desde un helicóptero, en secuencias que recuerdan lo vivido en determinadas fases del gran clásico Call of Duty: Modern Warfare 2.

Diversión compartida
Sin duda este modo Campaña, si bien no es especialmente largo, sí que nos ofrece bastante entretenimiento mientras dura. Sin embargo, para complementarlo los desarrolladores han incorporado modalidades extra bastante interesantes, tanto para jugar en solitario como para jugar acompañados. El más destacado de todos ellos -y a nuestro parecer- es el cooperativo a pantalla dividida, que siempre añade una carga extra de emoción a las partidas. Éste se muestra bastante sólido y apenas sufre problemas técnicos importantes.

La ambientación está muy conseguida, con escenarios que recuerdan a los mostrados en ciertas partes de Toy Story… pero de corte bélico.
La ambientación está muy conseguida, con escenarios que recuerdan a los mostrados en ciertas partes de Toy Story… pero de corte bélico.

Por otro lado, el modo Superviviente (que a su vez se divide en varias submodalidades) nos arenga a sobrevivir y acabar con el mayor número de oleadas enemigas sucesivas. Por su parte, el modo Batalla nos invita a participar en enfrentamientos cara-a-cara contra alguno de nuestros amigos. Dichos combates resultan bastante divertidos, pero más divertidas aún son las pruebas en plan Minijuegos que también incorpora el título. Hay media docena de ellas (Teatro de Cartón, Mediodía, Condecorado…) y en ellos debemos desde guiar a un misil por recorridos plagados de obstáculos como aplacar a las hordas de rusos ilegales que tratan de cruzar la frontera. Bastante cachondos.

En cuanto a su puesta en escena, se trata de un título más o menos apañado teniendo en cuenta su carácter descargable. El motor gráfico 3D es lo suficientemente solvente como para mover decenas de personajes en pantalla sin que la acción sufra tirones ni brusquedades por ese hecho. Además casi todos los objetos que se dan cita en los fondos son totalmente destruibles, añadiendo un toque de espectacularidad que siempre es de agradecer en este tipo de juegos. El precio a pagar por este despliegue visual es un tratamiento algo irregular en las texturas, así como no demasiada inspiración a la hora de plasmar los decorados.

El sonido cumple con creces, con efectos sonoros variados y contundentes a lo que se une alguna que otra voz en inglés (como las frases que “suelta” el clon de Rambo) y una banda sonora correcta.

Muy Bueno

Recomendado

Toy Soldiers: Cold War

Por: El equipo de 3DJuegos
Recomendado

Toy Soldiers: Cold War es un atípico juego de acción y estrategia que, si bien ofrece pocas novedades en relación al original, su jugabilidad sigue resultando muy interesante. Además desprende bastante sentido del humor para tratarse de un juego de ambientación bélica y presenta suficientes modalidades (y por ende, horas de juego) como para justificar su coste.

Jugadores: 1-2
Idioma: Manual en español, textos en español y voces en inglés
Duración:
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