Es muy difícil destacar entre tanto roguelike incluso cuando haces las cosas bien, y este juego de ciencia ficción es el mejor ejemplo. Análisis de Trinity Fusion

Aunque no hay una fecha exacta los autores históricos ubican la invención de la rueda en el siglo V a.C., en pleno auge de la civilización mesopotámica, y desde entonces no ha dejado de evolucionar y mejorar. Parece evidente, por tanto, decir que si Trinity Fusion ha salido hace un par de días como aquel que dice no ha sido él quien ha inventado la rueda. Y en un género tan en la cresta, tan popular como es el roguelike, hay que trascender de alguna forma para que parezca que has inventado algo. De hecho, se parece tanto a Dead Cells que es inevitable recordarlo mientras juegas, pensando que no solo no inventa sino que se parece peligrosamente.

El juego empieza planteando un universo y una situación muy interesantes. Resulta que hay tres mundos que coexisten en paz y armonía. Aunque el multiverso esté empezando a estar algo sobado por la cultura popular actualmente -y no miramos a Marvel, qué va-, aquí el planteamiento es interesante, porque hay que salvar el multiverso, y eso suena muy bien. Para sorpresa de absolutamente nadie, las cosas se tuercen, la protagonista muere y tres avatares se cargan en estos tres mundos para estabilizarlos desde dentro.

Un videojuego que recuerda a Dead Cells

Cuando comenzamos a caminar por las distintas capas o niveles que existen dentro de cada mundo descubrimos que todos son distintos entre sí. Cada uno tiene sus propios enemigos, sus identidades distintas. Pero dentro de ellos hay que hacer lo que hay que hacer en un roguelike, que es derrotar enemigos, coger potenciadores y habilidades, recoger la esencia que sube nuestro nivel, buscar armas. aunque lo más importante es lo primero, matar sin descanso, y para ello hay que tener en cuenta todo lo segundo; de hecho, es una condición sine qua non para hacerlo, porque con las manos vacías no vamos a matar a nadie.

Armas: hay dos, cuadrado es la primaria y triángulo la secundaria. Estas últimas tienen límite de uso y se recargan golpeando con la primera; por ello, las secundarias son armas de fuego, armas blancas pesadas o poderes; y las primeras, armas como katanas, guadañas, dobles espadas o garras. Se pueden comprar en tiendas o encontrar en cofres o en enemigos. Cuanto más nivel tenga el arma, mejores atributos y mejores cualidades tendrá (estados como veneno, congelación o débil; más daño crítico; más daño por la espalda…) Habilidades: se asignan a los botones de la cruceta y son diferentes; unas recargan salud, otras repelen misiles o protegen de golpes especiales, otras generan barreras o nos dan invisibilidad. Se agrupan por colores según su categoría, igual que los potenciadores. Y los “orbes”, el elemento que perdura tras la muerte y que mejora al personaje de forma permanente para los intentos venideros.

En 3D Juegos

Morir es solo el principio en estos 20 roguelike de PC y consolas que nadie debería perderse

Esto, así como el carácter abierto de sus niveles, recuerdan mucho a Dead Cells. Aparte que las esferas azules necesarias para ser más fuertes o más rápidos recuerdan sospechosamente a las células azules inventadas por Motion Twin, a lo largo de los niveles podemos encontrarnos con transportadores que te mueven por todo el mapa, por si quieres volver a una zona que habías dejado sin explorar o quieres recuperar vida porque intuyes que se vienen cositas –una estructura muy roguevania-. Y también hay repartidos, muy similar al juego antes referenciado, potenciadores que mejoran una variante concreta de nuestro personaje, representada por colores (las verdes podemos encontrar aumentos de salud o aumentos de la cantidad de salud recuperada por objetos, mientras que las rojas están enfocadas, normalmente, a hacer más daño, y las azules, al desplazamiento).

Diría que el alma del juego está en los diferentes biomas o zonas que componen los distintos mundos, todos ellos con sus elementos reconocibles –enemigos, ubicaciones etc.-, y en la posibilidad de fusionar los avatares. Por el nombre del propio juego se puede intuir que ese aspecto tiene peso en el juego. Pero es que esto tampoco acaba de funcionar; únicamente conseguimos abrir un tercer ataque o adquirir una habilidad que no tiene es un gran factor de diferenciación. Un avatar se especializa en armas a distancia, por ejemplo, y otro en poderes. Fusionando nuestro actual personaje con este último, desbloqueamos un nuevo slot para tener poderes. La idea de fusionarlos está genial, si añadiese algo más que esa característica concreta. No sé, que hubiese triple salto en alguna, un desplazamiento más largo, algo más. Pero no, solo eso: un nuevo ataque.

Todo esto está bien pero es una auténtica pena el sabor a nada que deja en la boca. Trinity Fusion parte de unas miguitas narrativas que lo hacen muy interesante pero quedan tapadas cuando empezamos a jugar. Es súper bonito a nivel visual y las animaciones –especialmente la de los ataques de las protagonistas con armas principales, o sea, las espadas y guadañas y eso- están muy trabajadas. Las habilidades, potenciadores y armas funcionan, porque permiten ajustar nuestro estilo de juego de una forma precisa. Sin embargo, se le notan las costuras muchísimo; los diálogos se sienten súper enlatados, los personajes no muestran ningún tipo de sentimiento, evolución o incluso expresión facial, los enemigos no varían y recuerda tanto a Dead Cells que asusta: se parece tanto, de hecho, que os lanzo una pregunta a los que hayáis jugado a ese juego. ¿Os acordáis de la congelación + ataque básico? ¿Recordáis lo roto que estaba eso? Aquí también lo está. Destroza con facilidad y es un seguro para avanzar sin sufrir daños. Palabrita.

En definitiva, Trinity Fusion es un juego con ideas muy buenas, como la mezcla de mundos y biomas propios de cada capa del multiverso o la fusión entre personajes para ampliar las posibilidades jugables. Sin embargo, se queda un poco en el quiero y no puedo; no deja de ser un roguelike genérico, que ya se ha visto antes y en una mejor expresión. Si te gusta el género, está bien para comparar; si no te va mucho o eres nuevo, quizá tengas otras formas más complejas de abordarlo.

5 cosas que debes saber de Trinity Fusion:

1. Los mundos son distintos entre sí, con enemigos que varían entre lo futurista y las formas de vida más reconocibles
2. Las armas tienen variedad en las estadísticas, y cuanto mayor sea el nivel, mayores serán las cualidades de estas
3. Las fusiones permiten abrir un espacio más para planear nuestras ofensivas
4. Las animaciones de los ataques y el fluir del movimiento de las protagonistas y los enemigos están realmente trabajados
5. Los personajes no tienen personalidad: los diálogos son planos, apenas reflejan sentimientos y no varían sus expresiones