Hoy en día estamos más conectados que nunca. Compartimos mensajes con todo tipo de dispositivos, accedemos a información con un clic, compramos artículos sin necesidad de salir de casa... ¿Pero qué sucedería si alguien pudiera controlar nuestras vidas burlando al sistema? Esta es la interesante propuesta de Ubisoft Montreal para este 2013, título estrella de los creadores de Assassin's Creed y posible nueva serie de juegos de mundo abierto dentro del gigante Ubisoft. Nos vamos a París para hackearlo y mostrarte toda su información.
En el sector del videojuego se tienden a ensalzar términos como la duración, la presencia de multijugador o un motor de juego a la última. Pero en muchos casos todo se reduce a una cosa tan simple, pero a la vez tan difícil de conseguir, como una personalidad propia. Cuando vimos Watch Dogs en el E3 del año pasado, ya nos demostró muchas cosas. En primer lugar, que Ubisoft Montreal podía seguir sorprendiendo más allá de la serie Assassin's Creed, y sin salirse del género de los videojuegos de mundo abierto. En segundo término, que reinventarse es siempre la clave para seguir adelante.
El título de los canadienses es un esfuerzo titánico por aunar gran parte de los conceptos jugables (y también tecnológicos) que los diferentes estudios del gigante galo han ido poniendo en práctica durante los últimos años. De ahí que en esta obra colaboren filiales como Reflections, Paris, Quebec o Bucarest. Estamos ante una de las mayores coproducciones de Ubisoft realizadas hasta la fecha, tal vez sólo comparable al momento en que vimos a Altair nacer. Puede ser el principio de algo grande, o en el peor de los casos un producto aislado pero de infinito valor.
Pero hoy no estamos aquí para valorarlo, es demasiado pronto, sino para contaros nuestras primeras impresiones sobre este desarrollo que lleva ya cuatro años en gestación. Un título que no sólo nos sorprende con una temática poco cultivada en la industria del videojuego, sino que además pretende acercarnos un universo rico, que ha requerido del diseño de un motor propio y grandes ideas para dar lugar a una jugabilidad única, guiada por una historia, pero que aún así da libertad sandbox a los usuarios. Una obra que quiere adelantarse a su tiempo y que pretende llegar a todo el público posible. Será, de hecho, uno de los primeros programas intergeneracionales, al estrenarse en Xbox 360, PS3 y PC, al tiempo que descubre algunas de las bondades de PS4 y la nueva Xbox (sin olvidarnos de Wii U). Es desde hace mucho tiempo, y más ahora que lo hemos visto de cerca, uno de los lanzamientos del año.
El héroe vigilante
La idea detrás de Watch Dogs arranca de un tema tan actual como las nuevas tecnologías y la forma en que estas influyen en nuestra vida. Todo el mundo tiene hoy un smartphone, tableta o dispositivo conectado a Internet, y a la vez a otras personas. Vivimos en un mundo interconectado, pero... ¿qué pasaría si alguien pudiera controlar nuestras vidas a través del "rastro" que dejamos en esos sistemas? Para los desarrolladores de Ubisoft Montreal, ahí arranca el concepto detrás del juego: "Nuestra inspiración fue la realidad, el impacto que tiene este tipo de artefactos sobre la sociedad. Fue la principal referencia".
Así es como se crea esta aventura de naturaleza contemporánea en uno de los escenarios tecnológicamente más avanzados del mundo: la ciudad de Chicago (en EEUU). Una urbe donde todo el mundo está conectado. Rara es la persona que no contacta con sus amigos remotamente, compra online o se informa por Internet de todo lo que pasa en el resto del mundo. Un gran poder al alcance de un simple gesto, el cual no puede evitar ser controlado. Así es como se explica en el videojuego la existencia del ctOS, un sistema operativo creado para controlar ciudades y guardar la información de sus habitantes.
Algo así como una nueva forma de estado vigilado, el cual no carece de enemigos, como nuestro protagonista: Aiden Pearce, un hacker empujado a luchar contra el sistema por una dolorosa tragedia familiar. Busca a aquellos que destrozaron su vida, y para conseguirlo se valdrá de sus conocimientos, inteligencia y también fuerza para manipular todo a su alrededor, desde cámaras de seguridad hasta semáforos o el transporte público. Un personaje muy especial capaz de usar una ciudad entera para acabar con sus enemigos. Su definición exacta es la de un "héroe vigilante", alguien que observa el mundo desde una posición privilegiada. Y no es un lobo solitario, sino que pertenece a una organización. Un hombre, en definitiva, misteriosamente atractivo, cuyo carisma o idoneidad es todavía una incógnita, debido precisamente a que sabemos muy poco sobre él.
Chicago, una ciudad impredecible
El argumento va a ser por tanto uno de los ingredientes más importantes de Watch Dogs, uno que ya se nos ha asegurado que será lineal y sin ramificaciones o desvíos: "Queremos por encima de todo que sea algo satisfactorio. Para nosotros, en realidad, la trama es como un cuadro pictórico. Cada jugador podrá obtener su propia visión sobre el mundo que hemos diseñado". Un concepto complejo que sienta sus bases sobre Chicago, escogida no sólo por ser la ciudad más moderna de EEUU, sino también por su variedad urbanística. Era crucial ofrecer muchas posibilidades de juego: "Para nosotros era lo más importante, y ha sido sido muy difícil, todo un reto".
Pero ahora viene la gran pregunta: ¿cuáles son las dimensiones del escenario? Los desarrolladores no tenían una respuesta exacta, ya que les ha importaba más la densidad que el tamaño. "Lo importante es que los jugadores tengan muchas cosas que hacer. Por eso hemos considerado la posibilidad de jugar tanto en exteriores como en interiores. También podemos explorar azoteas y hasta la zona suburbana. Y no hemos de olvidar que aparte del ámbito puramente físico, tenemos la dimensión digital de la urbe, la relativa a invadir la privacidad de sus ciudadanos", nos comentaban los responsables.
Otro rasgo destacado de la Chicago de Ubisoft Montreal es que presenta una naturaleza sistémica, en el sentido de que todo lo que sucede en ella es fortuito. Los desarrolladores insistieron mucho durante la demo en que no había nada escriptado: "Los sistemas dialogan continuamente entre sí, creando la magia del juego". Esto daba pie a que ocurriesen cosas imprevistas, lo cual nos hizo intuir un enorme trabajo en términos de IA. Así, los NPC podían reaccionar de distintas maneras al vernos con una pistola en medio de la calle: escapar, llamar a la policía, enfrentarse a nosotros si ven amenaza o incluso escapar si se trata de alguien perseguido. Los eventos imprevistos serán muy frecuentes, porque para los autores esta es una característica imprescindible dentro de un juego de mundo abierto.
Así actúas, así eres...
Watch Dogs implementará un sistema meteorológico complejo (con cielos despejados, nubes, lluvia y otros eventos), así como un ciclo de 24 horas. Asimismo, ya se nos ha desvelado su duración, que se encontrará en torno a las 30 horas para la campaña principal, pudiéndose alargar hasta más de 80 si completamos todas las misiones disponibles. ¿Y cuántas serán? Pues según se nos ha dicho, tendremos más de 100 misiones, algunas de las cuales estarán guiadas por la historia, pero otras serán circunstanciales. A pesar de la extremada vigilancia, los delitos siguen cometiéndose en el entorno, y nosotros deberemos decidir muchas veces si evitarlos o no.
Esto añade una interesante capa de profundidad al concepto sandbox, ya que de nuestras decisiones depende cómo nos va a percibir la sociedad. Podemos optar por intervenir y salvar a personas de una muerte segura, o bien pasar del asunto como si no pasara nada. Eso sí, pasar a la acción no es sencillo. Hay que estudiar muy bien la situación, tener capacidad de juicio y reaccionar rápidamente. Podríamos matar a alguien inocente que no iba a hacer nada, o bien llegar demasiado tarde. Para auxiliarnos se incorpora una especie de medidor de delitos, que funciona en base a una probabilidad que fluctúa cuando enfocamos a los sospechosos. Si llega al 100% ya no podremos hacer nada; si se acerca al 0% es que era una falsa alarma.
En definitiva, una idea atractiva que se une a tantas otras, como las relacionadas con el sistema de notoriedad. Existen cinco grados en total, y dependiendo de ellos las fuerzas del orden nos seguirán con más o menos intensidad. Pero lo verdaderamente novedoso en la obra lo encontramos en los medios de comunicación que inundan la ciudad. Si un NPC nos vislumbra dentro de una tienda que está emitiendo una noticia relacionada con nosotros, inmediatamente llamará a la policía. Los medios reflejan cómo nos ve la ciudad, así que habrá que tener mucho cuidado de no ser reconocidos. En un mundo tan interconectado y con tanta información circulando es difícil pasar desapercibidos.
Guía para la sociedad de la información
Dependiendo de nuestras actuaciones, la reputación y manera en que nos ven los habitantes de Chicago será distinta. Por ejemplo, salvar a civiles hará que seamos vistos como héroes. Sin embargo, disparar a las piernas a los policías (se tiene en cuenta este detalle) nos arrojará al pozo de los canallas. Esto crea sensación de progresión, pero todavía más lo hace el hecho de que exista un árbol de habilidades desbloqueables -vinculado a un sistema de experiencia- que hará a Aiden ganar atributos en cuestión de fuerza y hackeo.
De igual manera, Ubisoft Montreal no se ha olvidado de incorporar tiendas para comprar y vender distintos objetos, así como la oportunidad de crear otros nuevos. El "crafting" está presente, y nos permite crear explosivos o medicinas, además de dispositivos especiales capaces de interrumpir las comunicaciones para que la policía no nos detecte en un determinado radio de acción.
Otro de los aspectos en los que más incidieron los diseñadores durante esta presentación fueron los minijuegos. Tendremos varios, de los cuales se nos mostró NVZN, una prueba en Realidad Aumentada en la que Aiden usa su teléfono móvil para disparar a unos aliens virtuales que intentan absorber la fuerza de sus conciudadanos. Un juego simple pero curioso, que tendrá hasta su tabla de puntuaciones. Pero no se acaban aquí las funciones del smartphone. Según vimos, nos dará acceso a retos, contratos, una guía de supervivencia e información sobre la ciudad de Chicago (que suponemos que funcionará de forma similar a la base de datos del Animus en Assassin's Creed). Y no es que nos guste comparar unos juegos con otros, pero es evidente que se han tomado prestadas ideas de otros videojuegos de la empresa gala. Otra vez se demuestra que la sinergía es beneficiosa, combinando con acierto elementos de los últimos Far Cry (en la IA), Splinter Cell (en las coberturas) e incluso Driver (en la conducción).
Hackeando en mundo abierto
Hemos hablado de la historia, de la ciudad, de la notoriedad... pero la característica diferenciadora de Watch Dogs es su dinamismo, la forma en que saltamos entre las diferentes partes que integran el conjunto: hackeo, navegación, combate y conducción. Pasar de correr a conducir un coche y mientras tanto hackear la puerta de un garaje para a continuación bajarnos y liarnos a disparos contra unos enemigos es un proceso fluido y natural. Ese es el mejor dato extraído de esta toma de contacto. Los engranajes del título funcionan a la perfección, haciendo que el variado ecosistema de acciones funcione, se complemente y, sobre todo, resulte divertido en conjunto.
Un conjunto en el que el ingrediente principal es, por supuesto, el hackeo. Es la seña de identidad del videojuego, que nos permite interactuar en un mundo abierto como nunca lo habíamos hecho antes. Gracias a nuestro dispositivo móvil podemos manejar el entorno a nuestro antojo, con posibilidades como atrapar a nuestros enemigos en un atasco, detener un tren para subirnos a él o elevar un paso con el fin de evitar la persecución de las autoridades. Chicago es nuestra principal arma, aunque para ejercer nuestro control sobre los sistemas de los distintos distritos antes deberemos de hacernos con el poder de las "control room" que inundan el mapeado.
El esquema es muy similar al de la atalayas en Assassin's Creed. Es decir, debemos alcanzar estas salas de control (lideradas por el ctOS) y liberarlas de sus ocupantes, normalmente soldados bien armados que nos harán frente como si de los fuertes de Far Cry 3 se tratase. Entraremos y asaltaremos el lugar, ya sea con sigilo o pura acción, para conquistarlo, instalar un "rootkit" y así empezar a disfrutar de los privilegios sobre cada distrito. Podremos así conocer información personal sobre sus habitantes (incluida profesión y saldo en la cuenta bancaria). Además tendremos acceso a las cámaras de seguridad, pudiendo saltar de una a otra de forma muy sencilla. Hasta cabe la posibilidad de acceder a redes privadas y observar la vida de los NPC mediante webcams y demás.
Corriendo como Altair, disparando como Sam
El hackeo ofrece posibilidades estratégico-tácticas al usuario al adquirir una posición privilegiada sobre el entorno que le rodea. Podemos seguir a enemigos y matarlos a distancia mediante el control de los semáforos, atraer a víctimas hasta un determinado punto, acceder a chats para obtener información relevante... Todo esto contribuye a que exista una enorme versatilidad a la hora de completar misiones mientras ponemos en marcha otro de los motores fundamentales de la jugabilidad: la navegación.
Otra vez, pareciera como si los asesinos de Assassin's Creed hubiesen enseñado a Aiden cómo moverse por el escenario. No le hemos visto correr por azoteas ni escalar, pero su movimiento es igual de orgánico, mostrando una tremenda agilidad en carrera mientras sortea obstáculos de todo tipo. Todo esto se combina con la oportunidad de accionar grúas o activar coberturas mediante hackeo, creando una simbiosis muy interesante. "Los jugadores pueden expresarse libremente", nos comentaban los desarrolladores, completamente convencidos de que esto supone un giro de tuerca en el género.
Desde luego, nos llamaron mucho la atención detalles como que Aiden tenga dos estados: de incógnito (con las manos en los bolsillos) y en acción (cubriéndose la cara y sacando la pistola). Concretamente, en este último estado descubrimos la intensidad de los tiroteos, que se libran desde una perspectiva en tercera persona y con claras inspiraciones en Splinter Cell: Conviction, tanto a la hora de cubrirnos como de atacar cuerpo a cuerpo. Por tanto, podremos resolver situaciones tanto con sigilo como por la fuerza, algo a lo que nos ayudará tanto nuestra porra como las más de 30 armas disponibles. Todo adornado por un nuevo sistema de vida, que se regenera automáticamente, que no presenta ningún indicador en particular.
Una nueva meta para Ubisoft
La conducción es otra parte esencial de la aventura, diseñada por Ubisoft Reflections en particular (es evidente el parecido con Driver: San Francisco). Más de 65 vehículos, físicas muy cuidadas y un manejo único para cada bólido son claves. Además, será desde las cuatro ruedas cuando veamos con mayor grado de atención el trabajo realizado en términos gráficos. Para ilustrarlo sólo hace falta decir que se ha creado un motor específico, el Disrupt Engine, con el fin de representar la densidad de las ciudades de hoy en día, así como la cantidad de detalles que poseen. La fidelidad era la meta, así como un mundo que respondiera a las acciones de los jugadores, también en el ámbito online (tendremos multijugador, aunque sus características son toda una incógnita).
Tal vez lo más destacado de todo el conjunto sea el nuevo sistema de viento implementado, que simula corrientes de aire que reaccionan con la vegetación para mover cada hoja y rama de los árboles de forma independiente. Esto es algo que también interactúa con las partículas de humo, con las llamas o incluso con el agua en el caso del mar, generando corrientes de distintas direcciones. Un sistema tan interconectado como el de la sociedad de Chicago.
Complejo, realista, cohesionado, innovador... La nueva creación de Ubisoft Montreal es el resultado de fusionar una original idea jugable con todos los avances realizados por el gigante galo durante los últimos años. Es pronto para establecer conclusiones, pero si la historia es lo suficientemente competente, su protagonista resulta carismático, la variedad de misiones no flojea durante la campaña y la duración resulta adecuada podríamos encontrarnos ante uno de los mejores videojuegos del presente 2013, y puede que en el principio de una importante saga. Ojalá pudiéramos hackear el futuro para conocer la respuesta, pero nos da que de momento tendremos que esperar hasta el próximo 21 de noviembre, momento en que Watch Dogs aparecerá en Xbox 360, PlayStation 3, PC y Wii U (la versión de PS4 llegará con su lanzamiento al mercado).