Desde que jugué a mi primer Pokémon, como seguramente le suceda a cualquiera que conozca la franquicia, he fantaseado con capturar a una criatura de bolsillo en una Poké Ball. El cómo esas bestias de tamaños tan dispares entran en un pequeño dispositivo cápsula esférico, sigue siendo una pregunta que me acecha antes de dormir.
Y hay una segunda pregunta que puede ayudarnos a desbloquear este problema tan complejo. Además, seguramente es una que os había rondado la cabeza, pero que nunca reposásteis: "¿Qué es un Pokémon?". Os aseguro que la pregunta tiene más chicha de lo que parece.
Por cierto, no estamos hablando de su justificación en la serie o en el lore del mundo de los juegos. Estás a dos búsquedas de distancia de aprender que Arceus es el "Dios" Pokémon, que Mew contiene el ADN original de estos 2animales", así como hay deidades asociadas al tiempo o el espacio. Vamos a la raíz del asunto: ¿Son una especie extraterrestre?, ¿Han evolucionado al igual que los seres humanos o alguien los ha puesto aquí?...
Los Pokémon no son del todo como nosotros
La definición más clara es que son animales procedentes de una obra de ficción; y claro que no son como los humanos. Pero no va de eso el texto. Los Pokémon son evidentemente distintos a los seres humanos en el contexto del juego y la serie porque hacen cosas distintas. Cuentan con un mayor poder físico, y lo que es más importante, pueden tratar con la energía de formas que el ser humano es incapaz.
Nuestra especie apenas puede generar dos tipos de energía: la cinética que genera nuestro cuerpo con el movimiento y la calorífica que emanamos a través de nuestros 36-37 grados centígrados. Claro que también contamos con electricidad en nuestro cuerpo, dado que los impulsos nerviosos que nos hacen movernos tienen voltajes del orden de los milivoltios.
Vamos a sentar las bases haciendo uso de algo que todos entenderéis. En antiguas ediciones de la Pokédex se comentaba que Pikachu podía producir rayos con una carga eléctrica entre los 15 y los 350 culombios, y una tensión que oscila entre los 10 y los 100 millones de voltios. La diferencia con los humanos es ridículamente grande, pero también lo es con el depredador bioeléctrico más potente como es la anguila eléctrica (Electrophorus voltai), que puede alcanzar apenas los 860 voltios... Si esos son suficientes para tumbar a un toro o un cocodrilo, imaginad el bueno de Pikachu.
Las cosas que hacen estos seres, por perfeccionadas que sean, no responden a un cuerpo completamente orgánico. Tiene que haber algo más que justifique el porqué pueden hacer cosas así, o incluso otras habilidades como lanzar fuego, generar agua, contar con una fuerza completamente demoledora o incluso atravesar paredes como los del Tipo Fantasma.
Lo que quizás no te esperabas es que una posible respuesta la encontremos tanto en algo que llevamos viendo en la serie, el manga y los videojuegos durante lustros, pero también en una teoría enunciada en 1924 por el físico francés Louis-Victor de Broglie. Una teoría que le valdría el Premio Nobel de Física. Es el momento de hablar de la dualidad onda corpúsculo de los Pokémon.
Los Pokémon podrían ser a la vez energía y materia
Hasta que llegó este científico, se pensaba que la luz era una onda y que la materia otra cosa bien distinta. Lo revolucionario de lo enunciado por este físico fue lo siguiente: "Toda la materia presenta características tanto ondulatorias como corpusculares comportándose de uno u otro modo dependiendo del experimento específico". Lo que hizo fue apoyarse en lo dicho por Einstein unos pocos años antes, y que hablaba de como en ciertos procesos las ondas electromagnéticas de la luz podían comportarse como como partículas físicas con un peso determinado.
Lo interesante es que De Broglie afirmó que podría pasar lo contrario, y que la materia también podía comportarse como una onda. Se trata de una ley general, por lo que podemos aplicarlo incluso a nuestros cuerpos. Si usamos variables como nuestro peso y la velocidad a la que corremos, por ejemplo, podremos generar una onda; pero tened una cosa clara, será de una longitud de onda tan pequeña que no presentaríamos propiedades apreciables de su familia.
Encontramos entonces una justificación para los Pokémon: serían una anomalía dentro de la dualidad onda-corpúsculo. Responden al modelo propuesto, pero sus valores no encajarían con la fórmula de arriba. La razón es algo tan básico y obvio para todo fan de la saga, como que los Pokémon se pueden convertir en energía pura para introducirse en las Poké Balls.
De hecho, no es lo único que alude a la naturaleza energética de los Pokémon. Ataques como el Gigadrenado pueden absorber energía de otro Pokémon, el que los monstruos de bolsillo puedan ser transportados y almacenados como datos en un PC, o que las MT sean CDs, dejan claro esa naturaleza energética de los Pokémon. Por no hablar del caso Porygon, que raya con los Digimon al haber sido creado a partir de datos.
Si vamos a la fuente original que son los juegos, concretamente Leyendas Pokémon Arceus, es que estos seres provienen de otra dimensión, y esto lo añadimos nosotros: esa dimensión tiene unas constantes fundamentales distintas a las de nuestro mundo. ¿Qué quiere decir esto? Que la ecuación de De Broglie funciona, pero por ejemplo con una constante distinta a la de Plank. Eso explicaría el que puedan generar energía de una forma más espectacular que los humanos.
Resumiendo nuestra teoría: los Pokémon serían seres vivos, pero pueden tanto aprovecharse de su dualidad física y ondulatoria para desencadenar ataques, como para ser introducidos en una Poké Ball para ocupar menos espacio. Los Pokémon serían, si eres fan de los cómics de Watchmen, unos Dr, Manhattan en miniatura.
Ver 4 comentarios