Se trataba de ofrecer "una Xbox One más económica" a los usuarios que poseen una Xbox 360.
Cerca de cumplirse un año desde la confirmación de la existencia de Xbox One, Microsoft ha anunciado una nueva configuración de la consola que prescinde de Kinect, lo que permite venderse en el mercado 100 euros por debajo de su precio original, o lo que es lo mismo, la encontraremos al mismo precio que su principal rival: PlayStation 4.
Al respecto de la salida de Xbox One sin Kinect, Yusuf Mehdi, el principal responsable de marketing de la marca Xbox, ha señalado que "tenemos 80 millones de usuarios de Xbox 360 que a día de hoy quieren una Xbox One, y muchos han dicho que 'es una cuestión económica. Si hacéis la máquina más asequible, entonces voy a hacer el cambio a la nueva generación más rápido'. Esta es una gran oportunidad para hacer esta transición más fácil a todos ellos", declara.
Aunque muchas personas creen que Microsoft ha decidido prescindir de Kinect en Xbox One para intentar acortar la ventaja en ventas con PS4, Mehdi señala no estar de acuerdo: "nosotros, en realidad no hemos tomado esta decisión por eso".
El reciente anuncio del lanzamiento de Xbox One en China podría haber pesado desde dentro de la compañía para lanzar una nueva configuración del sistema sin Kinect, dado que hubiera resultado muy laborioso adaptar los comandos de voz de Kinect en aquel mercado, por las diferentes variables lingüísticas.