"Tenía un look muy europeo, era muy art-nouveau".
El conocido gurú de los videojuegos Ken Levine ha hablado con el portal Gamasutra sobre Bioshock Infinite, y ha declarado que en los primeros estadios de la producción de éste parecía un mero traslado del juego original a los cielos.
"Durante mucho tiempo parecía sencillamente `Bioshock 1 en los cielos´", declaró Levine, opinión que fue corroborada por Tim Gerritsen, otro de los responsables del programa. "Tenía un look muy europeo, era muy art-nouveau. Eso fue hasta que llegamos a la conclusión de que teníamos que llevar a cabo cambios agresivos para que contara con un look distintivo".
"Era incómodo para nosotros", agregó Shawn Robertson, uno de los artistas de Irrational Games. "Ken empezó literalmente a obligarnos a cambiar las nubes... ¡más azul!, ¡más azul! Nos sentíamos muy incómodos con ello, y la primera reacción que tuvimos fue la de que parecía demasiado de estilo cartoon... pero cuando lo vimos en contexto nos dimos cuenta de que tenía razón".
"El buscar y el darnos cuenta de que nos equivocábamos fue esencial. Pasar tiempo trabajando en algo y equivocarnos y descubrirlo... Era una idea que no pienso que pudiéramos alcanzar, nos dimos cuenta", aseguró Robertson.