Se les acusaba del robo de información y violar los derechos de autor de la empresa matriz de Bethesda.
Días atrás el fundador de Facebook negaba que Oculus se hubiera basado en tecnología ajena para desarrollar sus gafas de realidad virtual. Un tribunal de Nueva York, sin embargo, ha dictaminado lo contrario, condenando a Oculus VR y varios de sus responsables a pagar la suma de 500 millones de dólares a ZeniMax Media, la empresa matriz de Bethesda Softworks, que en su momento reclamó la suma de 2.000 millones de dólares por esta situación que se remonta casi tres años atrás.
Tras varios días de deliberación, el jurado cree que Oculus ha violado los derechos de autor de ZeniMax, acusándoles del robo de información comercial y competencia desleal. "Por supuesto estamos decepcionados con varios aspectos del veredicto", señalan desde la empresa especializada en realidad virtual. "Nuestros productos se han diseñado con tecnología Oculus. Y nuestro compromiso con el éxito de la realidad virtual a largo plazo permanece inalterable; todo el equipo continuará trabajando de la manera que lo han hecho desde el principio, desarrollando tecnología que transforme la manera en que las personas interactúan y se comunican".
Desde Oculus confirman que apelarán la decisión del tribunal, que ha condenado a la empresa a pagar 250 millones de dólares a ZeniMax, mientras que el exdirector general de la misma, Brendan Iribe, debe abonar la cantidad de 150 millones. El fundador de Oculus, Palmer Luckey, y el que fuera director de tecnología en Id Software, John Carmack, tendrán que pagar 50 millones cada uno.