Volvemos a la carga para desprendernos de nuestra tarjeta gráfica una vez más, el lado menos glamuroso del gaming en PC.
Que el componente principal de todo PC para jugar es su procesador gráfico es una máxima entre los jugadores de esta plataforma. En muy pocas ocasiones no se podría recomendar invertir en una tarjeta gráfica sobre otros componentes del equipo de un jugador; y aún así me deshice de mi gráfica durante un breve periodo de tiempo para completar un pequeño reto: jugar una semana en mi equipo personal sin usar una gráfica dedicada.
Los resultados tras esa semana de pruebas podéis comprobarlos en el especial que publicamos en 3DJuegos. Fue una experiencia interesante, pero poco realista debido a las características generales de mi equipo personal. Por ello, volvemos a la carga una semana más con el lado menos glamuroso del PC Gaming jugando sin usar una gráfica dedicada, esta vez, de la mano de nuestros procesadores de gama baja favoritos para jugar.
Lo mejor que nos puede ofrecer la gama baja
La gama baja en PC ha evolucionado a lo largo de los últimos años hasta su estado actual. Ya no estamos hablando de configuraciones que sufren para adaptarse a tareas básicas, si no de equipos que son capaces de realizar casi cualquier actividad independientemente de su naturaleza.
Los mejores representantes de esta idea son los procesadores de la serie G de AMD, los sustitutos de las antes llamadas APU (Accelerated Processing Unit) y protagonistas de este especial. Se trata de procesadores modernos con varios núcleos gráficos avanzados integrados en su IHS, de forma que pueden abarcar tareas que suelen requerir de una gráfica dedicada con soltura. Ya hemos hablado en diversas ocasiones de sus bondades y modelos disponibles.
El objetivo detrás de este artículo es jugar lo mejor posible sin gráfica dedicada, pero queremos mantenernos dentro de lo que sería un presupuesto de gama baja. Nos aprovecharemos de la compatibilidad del zócalo AM4 para mantener la configuración durante las pruebas; mientras tanto, la selección de componentes que conforman la base sobre la que montaremos los diversos procesadores sobre los que realizaremos las pruebas es humilde:
Destacamos que, en el momento en el que escribo este artículo, aún no ha salido a la venta el Athlon 3000G. Este procesador constituye la próxima iteración de la serie por parte de AMD con algunas novedades de interés que ofrece algunas ventajas importantes con respecto a los anteriores Athlon y será (desgraciadamente) uno de los desaparecidos de este especial.
A qué he estado jugando esta semana
Como en el anterior especial, el número de videojuegos a los que suelo jugar a lo largo de una semana es relativamente limitado dado mi tiempo libre. En esta ocasión me he dejado llevar por las órdenes Jedi pérdidas y las corporaciones espaciales de dudosos intereses; todo ello mientras me empapo con las pocas noticias acerca de Crusader Kings 3 y espero con ganas tiempo para jugar la edición definitiva de Age of Empires II.
El último videojuego de Obsidian ha estado en mi radar desde su presentación en los The Game Awards del pasado 2018. El título bebe del trabajo hecho en el pasado por la desarrolladora en la saga Fallout, por lo que estamos hablando de un RPG occidental de mundo abierto, una tarea difícil a priori para nuestros equipos de gama baja.
Por suerte, la obra del estudio californiano utiliza UE4 como motor y eso nos abre las puertas a modificar con facilidad los archivos de configuración. Además, pone a nuestra disposición una buena plétora de herramientas para modificar el aspecto visual del título. La configuración más baja puede ser suficiente para jugar en algunos de los equipos, pero sí conseguir más FPS y hacerlos estables nos toca ponernos algo más creativos.
Para ello, podemos acceder a los archivos de configuración para desactivar opciones inaccesibles dentro del juego. Como viene siendo costumbre, reducir algunos efectos de postproceso y eliminar las sombras hacen gran parte del trabajo. Se puede realizar fácilmente añadiendo líneas en el archivo Scalability.ini del directorio de configuración del juego.
Otra de las obras que han suscitado mi interés durante la pasada semana ha sido el nuevo videojuego de Respawn dentro de la saga Star Wars. Obviamente hablo de Jedi: Fallen Order, un título de acción y aventuras que recoge mucho de las obras que han popularizado este género en los últimos años.
Como viene siendo costumbre en los títulos provenientes de Respawn Entertainment, el juego está muy bien optimizado y se comporta muy bien en equipos de gama baja y media, pero la ausencia de configuración en "bajo" entre las opciones gráficas nos invitan a trastear entre los archivos de configuración del juego.
Este caso es relativamente peculiar, porque el título está desarrollado al amparo de UE4, pero no deja algunos de los archivos de configuración al alcance del usuario para realizar modificaciones intensivas. Todos los cambios que realicemos los tenemos que hacer a través de GameUserSettings.ini jugueteando con los valores de los diferentes campos. Esto nos permite poner el juego verdaderamente en calidad baja.
Hace poco Paradox nos sorprendía con tráiler de anuncio de Crusader Kings 3, una obra que espero con especial interés por mi reconciliación con los videojuegos de gestión y estrategia del estudio sueco. Para calmar mis ansias, nada mejor que el anterior título de la saga.
Aunque no se trate de un videojuego especialmente exigente en el apartado gráfico, CK2 puede darnos algunos problemas en otros apartados. El título no cuenta con una gran selección de opciones gráficas sobre las que trabajar, pero nos deja modificarlas con libertad para poder ejecutarlo con soltura.
Donde sí que tenemos algo más de margen es en el settings.txt que podemos encontrar en los documentos del juego; dentro del archivo podemos eliminar completamente el dibujado de algunos elementos del mapa, como el agua o los accidentes del terreno. El resultado no es agradable a la vista, pero sí muy eficiente.
¿Merecen la pena estos equipos?
Si bien hay que tener en cuenta que es necesario hacer concesiones, desde 3djuegos siempre nos hemos mostrado optimistas con las capacidades de este tipo de configuraciones. Las APU han dado mucha vida a la gama baja de PC y pueden dar de sí en más escenarios de los aquí recogidos.
En lo personal, me he encontrado muy sorprendido por la configuración capitaneada por el Ryzen 5 3400G; prácticamente en todas las pruebas realizadas ha podido ejecutar de forma fluida los títulos tan sólo bajando la resolución y los presets por defecto de cada juego, el cambio de Zen a Zen+ ha sentado bien al modelo.
Sin embargo, como advertimos en nuestra anterior entrada sobre este tema, es necesaria algo de maña y paciencia para configurar correctamente estos equipos. En esta ocasión me he apoyado mucho en el trabajo realizado en Tom's Hardware para encarar a Jedi: Fallen Order, por poner un ejemplo.
Siempre recomendaremos que, si quieres embarcarte en este tipo de equipos sin muchos conocimientos, tengas dos cosas claras: no temas pedir ayuda en espacios dedicados a ello y prepárate para ver unos cuantos dientes de sierra y texturas sin dibujar.