Si PS5 o Xbox Series X son más caras no será por culpa de la tensiones comerciales entre ambos países.
La guerra comercial entre Estados Unidos y China parece haberse calmado en las últimas fechas, un conflicto que tuvo entre sus objetos de debate la posibilidad de introducir aranceles a la importación de productos tecnológicos fabricados en el país asiático como las videoconsolas. Ahora, una nueva información avanza que dicho impuesto ha desaparecido del mapa para alivio de las grandes compañías.
Este asunto provocó que hace unos meses Microsoft, Sony y Nintendo unieran fuerzas en un comunicado en el que avisaban sobre el enorme impacto y el daño económico indirecto que estas políticas podría provocar en el sector de los videojuegos. Y es que, de acuerdo a estos gigantes del entretenimiento, hasta un 96% de los dispositivos que se ensamblan actualmente tienen su origen en China.
Se llegó a hablar de un 25% de aumento en los costes de fabricación de las consolas
"Un aumento del 25% en el coste de compra de una nueva consola impediría a muchas familias hacerse con un nuevo dispositivo esta Navidad", alertaban. Por suerte para nuestros bolsillos parece que esta posibilidad no se dará, posibilitando que Microsoft y Sony puedan jugar con un mayor margen sus cartas de cara al precio de PS5 y Xbox Series X, algo de lo que todavía solo podemos especular en debates y vaticinios.
Tal como recuerda Game Industry, la disputa entre ambos gobiernos continúa sobre otra multitud de productos, por lo que no sería de extrañar que la idea de Microsoft y Sony para reducir la producción de consolas en China termine saliendo adelante. De hecho, es un movimiento que, según se reportó en el 2019, Nintendo ya había puesto en marcha para así reducir los inconvenientes que pudiera causar esta guerra comercial.
Se fabriquen donde se fabriquen, lo cierto es que tanto Microsoft como Sony deben querer los menos sobresaltos posibles en un año donde se lanzarán nuevas consolas.