Estoy aprovechando la cuarentena para estudiar Unreal Engine y sé por qué gusta a los creadores de juegos

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El programa de Epic Games ofrece grandiosos resultados con apenas unos clicks, y es gratis. Echa un vistazo a mis conclusiones.


Como amante de los videojuegos siempre he estado muy interesado en saber cómo se hacen. ¿Qué magia se esconde tras la puerta de los estudios? ¿Qué secretos resortes manipulan los creadores? Hace bastante tiempo que la forma de crear videojuegos ha evolucionado. Lo que antes suponía muchas horas de "picar" código ha sido reemplazado por entornos de creación más accesibles e intuitivos. Eso no significa que el código haya desaparecido, pero sí que con unas nociones básicas un aficionado pueda tener la satisfacción de crear su propio jueguito. Y Unreal Engine es el mejor ejemplo.

En estos días en los que nos vemos forzados a pasar todo el tiempo en casa, he encontrado una oportunidad perfecta para satisfacer mi curiosidad y empezar un curso muy iniciático para Unreal Engine, ese motor de Epic Games que tanto vemos en los títulos actuales y que ha logrado que estudios como Respawn abandonen sus propios motores para abrazar éste. Incluso Hollywood se rinde a sus bondades y lo ha adoptado como una evolución natural a los ya amortizados cromas. The Mandalorian, la serie de Star Wars sin ir más lejos.

Es tan sencillo lograr resultados satisfactorios, que asusta

En una visión muy reduccionista del proceso, os quiero compartir esta experiencia, porque realmente me ha sorprendido. Desde el primer momento queda clara la facilidad con la que Unreal recibe al usuario. Sí, hay un montón de botones misteriosos que bien pueden abrir las puertas a una dimensión demoníaca, lanzar misiles nucleares desde alguna isla perdida del pacífico o desplegar un sorprendente menú de opciones que no entendemos. El mismo vértigo que produce entrar en programas como Photoshop por primera vez. Yo mismo lo sigo teniendo a la hora de poner la lavadora en mi casa.

El caso es que Epic pone a disposición de todos aquellos que se adentren en este programa una gran cantidad de contenido gratuito que pueden usar para sus proyectos, desde objetos a personajes o escenarios, además de una larga serie de tutoriales en vídeo. Simplemente hay que descargarlos y arrastrarlos al gestor. Disponiendo de ellos como en cualquier programa 3D, en pocos minutos tendremos montado un escenario, con su iluminación, que con solo apretar un botón podremos explorar como si de un juego en primera o tercera persona se tratara.

Quiero insistir en que este tipo de uso del programa es de un perfil muy, muy bajo. Pero a más de un aficionado le gustará poder recorrer un pequeño nivel creado por él mismo. Resulta de lo más satisfactorio. A partir de ahí, el cielo, o Steam, es el límite. Sabiendo programación y contando con talento y mucho tiempo, o tal vez un equipo de compañeros entusiastas, puedes llegar a desarrollar tu propio videojuego. Es tan sencillo lograr resultados satisfactorios que asusta.

Si logras dominar este programa, podrás crear escenas tan impactantes como las que la propia Epic utiliza para promocionar su motor. Si finalmente decides confiar en tu producto, podrás lanzarlo profesionalmente, pero ahí Epic ya te obligará a compartir con ella parte del pastel. Ya se sabe, que habiendo dinero de por medio… Pero para probar el editor no hace falta poner ni un euro de tu bolsillo. ¿De verdad no quieres saber qué hay detrás de algunos de tus juegos preferidos?

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