"Cada año que pasa, la industria se da un poco más cuenta de cómo no necesita a la prensa igual que antes".
Fui al E3 de 2017 y con esa vez ya tuve de sobra. Hice mis vídeos, corrí de un lado a otro, jugué algunos videojuegos, comí en el Original Pantry's hasta hartarme y estuve cerca de h3h3, aunque no me di cuenta. Pero ya está. No más. No hay nada ahí que yo, como youtuber, pueda aportar. Los periodistas ya están haciendo su trabajo al hablar sobre los títulos que han probado, entrevistando a desarrolladores y durmiendo cuatro horas al día. Yo en estos últimos años me he dedicado a ir a casa de Alexelcapo a comer donuts y quejarme en directo. Es más cómodo.
Ahora el E3 está canceladísimo.
¿Qué hace la prensa ahí? Aplaudir. Y poco más.
El primer instinto es maldecir y "¡oh no, mis videojuegos!", pero entonces llega un segundo pensamiento y recuerdas que Nintendo Direct existe. Cuando fui a Los Ángeles me pregunté por qué seguían haciendo eso de reunir a la prensa en un teatro para vender los nuevos lanzamientos. Es un lío tener que ir de un lado a otro, el ambiente satura y los Estados Unidos no están hechos para ir a pie a ninguna parte. Hay atasco siempre. Y además, en serio, ¿qué hace la prensa ahí? Aplaudir. Y poco más, porque termina el evento y cada uno a su casa y Dios en la de todos. Bueno, hay catering. A veces.
Ahora el E3 está canceladísimo, pero en realidad no creo que lo esté. No del todo, no su naturaleza. En esas fechas las grandes casas ofrecerán vídeos presentando sus siguientes títulos y seguirá el carnaval de siempre, el gran juego del momento, algún meme estúpido, triunfos y fracasos. Chascarrillos en Twitter.
La pregunta es: "¿y la prensa?"
Antaño era evidente para qué se iba ahí: no había otra forma de ver qué se estaba preparando. Era el centro de la gran maquinaria del hype y todos estábamos ansiosos por saber qué se cocía. La prensa era la puerta a ese descubrimiento. Ahora los anuncios se hacen en público, en directo, y días antes de que todo empiece ya hay "filtraciones" y trailers que aparecen antes de tiempo. Todos sabemos lo que pasa y las informaciones de después son complementarias. El gran anuncio se hace de cara a la audiencia, y casos como el Nintendo Treehouse demuestran que desde las propias compañías se puede mostrar qué está pasando, de qué va todo esto, sin necesidad de un mediador.
Cada año que pasa, la industria se da un poco más cuenta de cómo no necesita a la prensa igual que antes. La máquina del hype sigue ahí, tener a los periodistas escribiendo al mismo tiempo sobre el mismo juego ayuda a dirigir la atención, hay un lado positivo a todo esto. Pero se puede llegar al público con facilidad. Rockstar se anuncia por Twitter y Youtube. Call of Duty invierte millones en publicidad para que todos hablemos de qué viene a continuación. Al mismo tiempo que se levantaba el embargo para la prensa de Final Fantasy VII Remake se lanzaba la demo al público y Legends of Runeterra se comunica a través de betas retransmitidas por Twitch.
Ahora el E3 está canceladísimo, pero pienso en los Game Awards y cómo en la última edición lo que muchos comentamos es que no habían presentado nada interesante. "Para esto me quedo durmiendo". En una gala de premios. Geoff Keighley habrá creado una parodia de lo que pretendía lograr, unos Óscar para el videojuego, pero con su ceremonia ha demostrado sin darse cuenta que no hace falta mediadores para llegar a la gente.
Al mismo tiempo que se levanta el embargo de FFVII se lanza su demo al público
Hay otros problemas, por supuesto, y se puede extraer mucho más del E3 que simplemente el nuevo WORLD PREMIERE. Ahí los desarrolladores fluyen naturales y puedes realmente hablar con ellos. Hablar, no hacerles tres preguntas en un marco de quince minutos. Hay networking entre bambalinas y posibilidades de sacar material más interesante del que quieran mostrar los estudios, pero los estudios lo que quieren es que la gente compre sus productos. Y no necesita a la prensa para eso. Dudo que veamos un nuevo E3 en 2021 y lo que resulta interesante, inquietante, es pensar en cómo nos adaptaremos todos al futuro. De pronto vamos a darnos cuenta de que, durante mucho tiempo, hemos utilizado un sistema obsoleto. Ahora hay que cambiar las piezas. Y no todas encajan.
Evidentemente no es el final de la prensa. Se seguirán haciendo eventos, viajes y previews con entrevistas de quince minutos, pero sin poder estar ahí, sin un punto de reunión en el momento en que se anuncia todo, estamos jugando al mismo juego que los Game Awards. Ver.
Y eso podemos hacerlo todos desde casa.