El estreno del videojuego en Occidente costó más de la cuenta. Sony ha reiterado que fue un error no darle cancha.
¿Quién le iba a decir a Shuhei Yoshida el éxito de la franquicia de los Souls de FromSoftware diez años después de su primera impresión a los mandos de Demon's Souls? Fue, seguramente, una de las circunstancias más poéticas de la presentación de PS5 de ayer: que la puesta de largo del remake de Demon's Souls corriera a cargo del propio Yoshida. ¿Por qué? Porque como ha recordado Kotaku, fue uno de los que dificultó su llegada a Occidente en su día.
Según ha confesado en múltiples ocasiones, Yoshida no solo no disfrutó de su primer encuentro con lo que después daría a luz a la saga Dark Souls. De hecho, llegó a asegurar que Demon's Souls "es una mierda". ¿Cómo pudo ser? Parece ser que por un problema con la editora del juego en Estados Unidos, Atlus. Yoshida explicó que probó en América del Norte una versión muy temprana del juego y muy alejada del resultado final.
Lo desastroso de la versión probada llevó a PlayStation a tomar una drástica decisión: no estrenar el juego en Occidente de primeras. Posteriormente, y tras centenares de peticiones por parte de la comunidad, la firma acabó accediendo y estrenando el que fue, sin duda, una de las más gratas sorpresas exclusivas de PlayStation 3. 10 años después de su llegada, Demon's Souls tendrá su propio remake en PlayStation 5.
Se presentó ayer mismo, correrá a cargo del talentoso equipo de BluePoint Games y servirá para dar a conocer una de las producciones más míticas de Hidetaka Miyazaki en la nueva generación de consolas. De momento no se ha ofrecido fecha de lanzamiento, pero sí un primer tráiler que ha servido para mostrar lo que espera a los jugadores de la nueva consola de Sony en los próximos tiempos. ¿Pensamos como Yoshida en su día? No te pierdas nuestro análisis de Demon's Souls.