Este usuario convierte la portátil de Nintendo en un monitor para jugar de manera remota a su Xbox.
Con Nintendo Switch dominando el mercado de las portátiles, muchos podrían pensar que un sistema más antiguo como la Nintendo DS se quedaría corto en cuanto a capacidades. Pero, para nuestra sorpresa, el pequeñín de doble pantalla vuelve para demostrarnos lo que todavía es capaz de hacer: ni más ni menos que permitirnos jugar a una Xbox Series X con sus pantallas.
¿Suena loco? Quizá, pero no imposible. Al menos si contamos con los accesorios correctos, tal y como muestran en el canal The Retro Future. En un video reciente experimentan con un accesorio que salió a la venta en Japón hace ya algunos años, y que permite convertir tanto a la Nintendo DS como a la Game Boy Advance SP en televisores portátiles. Dicho convertidor se conecta a las consolas mediante su ranura de cartuchos de GBA, y con la ayuda de una antena, convierte sus pantallas en un monitor capaz de sintonizar señales televisivas.
Lo curioso de este sintonizador es que además incluye un cable de audio y video que nos dejaba conectarlo a otros dispositivos (reproductores multimedia) para así usar a las consolas como monitores multiusos. Sabiendo esto, los chicos del canal fueron más lejos y conectaron los mencionados cables a un convertidor de HDMI a AV para así hacer la prueba y comprobar si la DS era capaz de proyectar un sistema más potente como la Xbox Series X. ¿El resultado? Bueno, digamos que fue el de un híbrido Xbox portátil con una mini pantalla.
Si a vosotros también os gustaría replicar este experimento, entonces cabe hacer mención a ciertos inconvenientes. De entrada, el más importante de todos es que el sintonizador en cuestión es muy escaso y difícil de conseguir ya que este solo se vendió en Japón, salió a la venta en el 2004 y su fabricante (la compañía Agatsuma) produjo unas 10 mil unidades aproximadas. Ahora bien, incluso si tenéis la fortuna de haceros con uno, deberéis conseguir seis baterías doble AA ya que sólo funciona con éstas. Y como si no fuera suficiente, también deberás conseguir un convertidor para conectar ambos sistemas.
Tras ver este genial experimento, nos queda la sensación de que quizá esto sea lo más cercano que estemos de un Xbox portátil. No será lo más cómodo y accesible, pero al menos brinda (en cierto modo) una experiencia "portátil".