La compañía se esfuerza estos días por llevar el servicio a más dispositivos, y por atraer más socios.
Stadia quiere ser una plataforma más atractiva para las compañías de videojuegos, y en ese objetivo hoy ha presentado un nuevo reparto de ingresos, con el que los editores obtendrán un 85% de los ingresos en los tres primeros millones de dólares generados e incluso podrán ser partícipes de las ganancias de Stadia Pro.
Tal como recoge Ars Technica, a partir de ahora un 70% de los ingresos generados por Stadia Pro se compartirán con los socios de la compañía. ¿Cómo? En función del número de "días de sesión" que acumule cada producción presente en el servicio o, dicho de otra forma, de acuerdo a su actividad diaria en la plataforma. "Un usuario que juegue un título de Stadia Pro una vez en un día y una vez al siguiente contará como dos días de sesión. Sin embargo, un usuario que juega dos veces el mismo día cuenta solo contará como un día", aclaran en este punto desde Gamesindustry.
El nuevo reparto de ingresos de Stadia permitirá a quienes publiquen videojuegos en la plataforma, a partir del 1 de octubre, poder sumar hasta 450.000 dólares más, de acuerdo a la estimación hecha por Ars Technica, antes de entrar en el umbral tradicional. Este no se ha ido para siempre, volverá a partir del 2023 según Google.
Hay una tercera medida adicional destinada a incentivar el interés de las compañías de la industria en Stadia, un programa de márketing de afiliados para Stadia Pro por el que las empresas podrían obtener hasta 10 dólares por cada nuevo suscriptor que traigan al servicio a partir de la primera mitad del próximo curso.
Juegos gratis de Stadia Pro
Mientras se ve la efectividad de estas medidas, los jugadores suscritos a Stadia Pro pueden disfrutar de cuatro nuevos videojuegos, entre ellos Moonlighter. Por otra parte, Google está trabajando estos últimos meses por adaptar Stadia a más dispositivos, esfuerzo que se vio traducido hace unos días con su llegada a Android TV.
Stadia busca continuar creciendo en un año que empezó con el anuncio del cierre de sus estudios internos buscando favorecer acuerdos con editores externos.