Alberto Lloria
EditorAunque fue Fortnite el que inició la ola de interés casi exacerbado por los battle royale, hubo otros que quisieron robarse un trocito del pastel. El Call of Duty: Warzone clásico, aquel de 2019, fue uno de ellos a pesar de que llegó al mercado 2 años después que su competencia. Ahora, y con Warzone 2.0 en el mercado, Activision va a cerrar para siempre su primera parte este mismo año.
A todos nos sorprendió la idea de Activision de dividir a su comunidad con dos entregas gratis, sí, pero separadas de su battle royale. Si bien no fragmentó a su comunidad, el hecho de mantener activo Warzone Caldera, la última actualización del juego original y que hasta el 21 de septiembre seguirá con vida, supuso ciertos recursos invertidos "para nada" de Raven Software.
La decisión de Activision, fechada para el noveno mes de este año, quitará carga de trabajo al equipo estadounidense, quien se centrará única y exclusivamente en nuevo contenido para su secuela en lugar de hacer lo propio, y mantener los servidores de Warzone Caldera. Pero, ¿esto tiene algún impacto en Warzone 2.0? Para nada.
El adiós a Warzone Caldera no afectará al actual Warzone 2.0, ni a su inventario o progresión. De hecho, ambos juegos han tenido una trayectoria diferente y el único que ha recibido contenido de peso es su secuela. Una que, además, recibió con su Temporada 4 un nuevo mapa llamado Vondel.
El problema, como tal, no existe más allá de perder para siempre la experiencia y el mapa originales. Sin embargo, ya desaparecieron tanto Rebirth Island como Fortune's Keep del primer Warzone, y el progreso de esta primera parte pasó a su secuela, por lo que el adiós ataca directamente a nuestros recuerdos en él más que al contenido.
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