En mi odisea recorriendo diferentes planetas de Starfield, decidí que quería buscar La Tierra. Y si os preguntáis si estaba, la respuesta es afirmativa, pero no solo eso, también estaba la Luna. En ese momento todavía no me había dado cuenta de que también se puede aterrizar en satélites, pero le di al ratón sin querer y comprobé que sí, que podía también ir a lugar.
He visto demasiadas veces Cyberpunk: Edgerunners como para que el deseo de llegar hasta ella fuera reciente. Además, lo primero que pensé fue en hacer la típica broma de "Es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad". Y allí que fui yo. Las puertas de mi nave se abrieron, pensando que no habría nada fuera y de repente me encuentro casi un parque temático en el que divertirme. ¡Y tanto que me divertí! Mi primer viaje a la Luna ha sido épico.
¿Qué hay en la Luna en Starfield?
Entended cuando digo lo de parque temático como una broma, porque naturalmente Bethesda no ha decidido hacer una feria en mitad de un satélite, pero yo lo viví así, porque esperaba encontrar un lugar vacío, lleno de hierro y no. De hecho, me encontré muchas más cosas que en nuestro propio planeta y es que este lugar está lleno de estaciones de helio, laboratorios y pequeñas bases.
Lo primero y más esencial que hice, además del chiste que os dije, fue poner a prueba la gravedad. En la Luna puedes saltar mucho más alto que en otros lugares del juego, por lo que es increíble moverse a toda velocidad por los aires. También se me ocurrió tomar medicinas para intentar llegar más alto, porque se puede. Al mirar el mapa vi que tan solo podía escanear 2 recursos. Uno era muy sencillo de encontrar, abundaba por todo el suelo, pero el otro me obligó a explorar y alejarme de mi nave. "Aquí no habrá enemigos" pensaba yo ilusa de mí. No sé que fue peor: el gusano que salió del suelo con un ruido asqueroso o la gran cantidad de piratas con más nivel que yo infestando el lugar.
Hemos venido a jugar
"No puedes ir a la Luna y asustarte por unos cuantos piratillas" me dije a mí misma. "Es hora de reconquistar la Luna" En primer lugar, me encontré con mucha gente que quería algo de mí, generalmente que terminase con estos piratas. Primero conocí a una chica que trababa por allí, (un buen lugar para vivir, sí), que estaba oprimida por culpa de estas personas. Después un cazarrecompensas me pidió que luchara codo con codo con él para encontrar a un tipo. Y por último, un colono que se dedicaba a hacer fotos del satélite decidió ponerse nervioso cuando le di sin querer a una opción de flirteo.
De todo esto saqué valiosas lecciones, os lo aseguro. Lo más importante que aprendí es que meterse en una mina a golpe de pistola y matando a todo el mundo es muy divertido, pero potencialmente mortal para tus compañeros. Yo encontré al tipo, también acabé con los piratas, pero el cazarrecompensas que me tenía que pagar había muerto durante mi actuación y me quedé sin la pasta. Por otra parte, soy tan heroína de pacotilla que durante la liberación de los trabajadores oprimidos me quedé sin munición y también salió mal. Otra misión fallida. Es interesante porque yo no había tenido en cuenta que estas incursiones podían tener contratiempos que hicieran que se cancelaran para siempre. Eso sí, ¡mola muchísimo liarte a tiros mientras saltas y flotas por el aire!
"Vale, Raquel. A lo mejor te has emocionado un poquito con lo de creerte Rambo en la Luna. Es hora de ir a explorar" fueron las palabras que me dije cuando vi el reguero de cadáveres que quedaban detrás de mí y encima sin cobrar. Hasta los más malvados tienen remordimientos y por mucho que sea una gánster con ADN de alienígena y pertenezca a las calles de Neon, hay que saber comportarse.
Explorar la Luna fue algo parecido a cuando Alicia baja por la madriguera del conejo. Te vas encontrando cosas flotando sin sentido alguno, de repente llegas a una base individual con un montón de recursos valiosos dentro, bajas a los depósitos de helio y de un salto puedes alcanzar la zona más alta como si te hubieras hecho gigante, pero es tan solo tu velocidad unida a la poca gravedad...
Prometo que estaba tratando de comportarme de forma pacífica, pero de repente apareció una nave espectacular. Un modelo Ecliptic que le metía mil patadas a la mía. Yo solo quería ver cómo era, como quien admira un coche caro. Era increíble. Tenía varios pisos y compuertas, muchas estancias, era amplia...Mientras la inspeccionaba recogía recursos como un botiquín, también un jarrón bonito que nunca sabré de quien era...Lo típico. Su sala de mandos era espectacular, enorme y lujosa. Mi pobre personaje apenas tenía hueco en la suya para estirar las piernas. Lo hice por ella. "No tienes permiso para pilotar esta nave" me dijo el juego. "Pues habrá que encontrar la manera de que sí" le respondí yo.
Yo ya iba enfocada a hacer la de Anakin en el Templo Jedi, cuando pasó lo más inesperado del mundo, algo que a lo mejor Anakin también hubiera necesitado. Me encontré un cartelito que me decía "Eres genial" y claro, a una se le van las ganas de matar. Decidí seguir explorando.
Cerca de la nave había una estación civil. La Luna tiene varios sitios así. Fue en ese momento el que empezaron a venir a mí todas esas teorías que decían que eran bases nazis y decidí montar una narrativa en la que todos los piratas a partir de ese momento lo eran. No os voy a contar lo que pasa en la Tierra en ese momento, pero es gracioso pensar eso sabiéndolo. Con la idea en la cabeza de que esa gente no se merecían estar allí, tampoco pasaba nada si les robaba. En la Luna se puede aprovechar para conseguir una gran cantidad de recursos. Botiquines, AMP, armas, materiales de fabricación...Lo que queráis. Hasta podemos irnos de tiendas si queremos por el módico precio de 0 créditos.
Al final la Luna se quedó un poco vacía. Es lo que tiene cargarte a todo el mundo, pero ahora tengo un lugar de paz en el que descansar. Durante un rato, luego volverán. Nunca pensé que un trozo de roca daría para tanta diversión. Es de las zonas que más he disfrutado del juego. Sigo tratando de hablar con el colono para que deje de comportarse raro y entienda que éramos personajes de un videojuego con diferentes opciones de diálogo y que le di sin querer a la de "Bonitas vistas". Juro que era verdad, las vistas eran preciosas. Si vais, tenéis que mirar al cielo y encontraréis un verdadero campo de estrellas. Y con esto se termina mi aventura, pero no tengo dudas de que volveré para contaros una peor. No puedo estarme quieta.
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