Guía para montar tu PC Gaming por piezas y según presupuesto

Guía para montar tu PC Gaming por piezas y según presupuesto
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¿Tienes intención de montar tu propio PC Gaming? En este especial te presentamos una guía con cinco configuraciones para montar un equipo PC para jugar y enfrentarte a cualquier escenario de presupuesto: de 300 a 1600 euros.

Acercándonos cada día más al final de 2019 se hace fehaciente que ya hemos visto todos los lanzamientos de videojuegos interesantes para el mundo de PC en lo que queda de año. Por otro lado, 2020 se muestra como un sucesor interesante, con numerosos rumores en diversos componentes de interés para los jugadores de la plataforma. Pero antes de que estos rumores se materialicen, hemos querido hacer un sumario de todo lo que tiene que ofrecernos 2019 en forma de guía de compras para tu PC. Os invitamos a acompañarnos.

Cómo estructuramos las configuraciones
El PC es una plataforma abierta y multifunción, su uso como herramienta puede derivar en ocio digital y viceversa; en esa variedad está su fuerza. Sin embargo, cuando tenemos un presupuesto limitado, es interesante centrar la elección de las diferentes piezas que conforman el equipo en torno al uso principal que va a recibir el equipo.

En nuestro caso, esta actividad son los videojuegos y este presupuesto máximo una suerte de líneas rojas sobre las que iremos saltando para ofrecer alternativas para todos los bolsillos. Estructuramos nuestras configuraciones en torno a los procesadores Intel y AMD para cada presupuesto, configuraremos los equipos en torno a la idea de jugar lo mejor posible por el menor precio y daremos algunas opciones para mejorar cada equipo en el futuro.

Nuestras configuraciones favoritas según su precio
Dicho todo lo previo, comenzamos con nuestras configuraciones favoritas. En este especial cubriremos equipos que rondan de los 300 a los 1600 euros de precio. Se puede tanto subir más como bajar estos límites, pero cuando nuestro único objetivo es jugar lo mejor posible, creemos que este rango cumple con creces el objetivo.

Introducirse en la plataforma PC Gaming por 320€

La primera integrante de esta lista es nuestra configuración de 320 euros. Se trata de la mínima expresión de lo que, para nosotros, debería ser un PC destinado a jugar y por esa misma razón el hardware listado es tan humilde que prescinde de gráfica dedicada. Sin embargo, tal y como hemos visto en algunos de nuestros anteriores especiales, estos equipos son capaces de hacer cosas interesantes en obras actuales.

Guía para montar tu PC Gaming por piezas y según presupuesto

Profundizando en la selección de componentes

Sabiendo la configuración, podemos pararnos a hablar sobre cada uno de los componentes antes de continuar:

Procesador: El Ryzen 5 3400G tiene un precio con el que es difícil competir para un equipo de estas características. A tan sólo veinte euros por encima del 3200G y con gráficos integrados más potentes, esta APU de AMD cuenta con 8 hilos basados en la arquitectura Zen+ (De los Ryzen 2000) a 3.6 GHz en turbo; unos números que le habilitan un buen comportamiento en la mayoría de los escenarios en los que esperamos ver este equipo.

Tarjeta gráfica: Cuando hablamos de tarjeta gráfica en este equipo estamos hablando de los 11 núcleos Vega que tiene integrado el procesador en su DIE. Como el resto de las iteraciones con gráficos integrados de la compañía, el rendimiento de esta gráfica es discreto, pero suficiente para jugar en calidades bajas.

Memoria RAM: Los procesadores Ryzen de primera y segunda generación se benefician mucho del doble canal y las altas frecuencias en las memorias RAM. Además, la serie G hace uso de la RAM en su gráfica. Esta es la razón por la que, a pesar del bajo presupuesto, hemos optado por dos unidades de 4 GB a 2666 MHz por parte de Corsair. Suficiente para afrontar muchos títulos actuales.

Placa base: La placa base no es un componente que influye de forma directa en el rendimiento de nuestro sistema, pero sí que condiciona qué es capaz de hacer el mismo. Para una configuración con un presupuesto de 300 euros no podemos irnos a lo más alto del mercado, por eso nos hemos decantado por la B450M PRO-VDH de MSI. Esta placa base es compatible con todos los procesadores Ryzen actuales y soporta la velocidad de la memoria RAM que usa el equipo de forma nativa.

Almacenamiento: De igual modo que hemos visto una bajada drástica en los módulos de memoria RAM, el mercado de los SSD se encuentra en un buen momento de cara al consumidor. Con velocidades muy superiores que agilizan la experiencia de uso del equipo y sus bajos precios, hemos decidido decantarnos por uno de estos SSD para la configuración. Concretamente, por el modelo OCZ de Toshiba en sus 240GB. Pero podemos optar por un HDD para ganar un extra en espacio.

La torre: Para mantener el margen escogido en una configuración de estas características la caja no puede llevarse gran parte del presupuesto. Una configuración como la aquí mostrada no requiere de una gran refrigeración para funcionar correctamente, por lo que nos hemos decantado por un modelo asequible que incluya una fuente de alimentación. Nos ha gustado especialmente la NOX Lite010 500W.

Configuración Intel: Las configuraciones Intel de una gama tan baja están de capa caída actualmente debido a la poca habilidad para modificar el equipo a posteriori, pero aún pueden ofrecernos un rendimiento interesante. En este presupuesto, nos quedamos con el Pentium G5400 junto a una placa base asequible, como la Asus Prime H320M-K.

A diferencia de la primera configuración, aquí no deberíamos depender sólo de la gráfica integrada, por lo que una dedicada humilde, como la GT 1030, debería darnos el espacio suficiente para jugar de forma adecuada.

¿Para quién es esta configuración?

Esta configuración es ideal para aquellos jugadores que sólo deseen jugar al enorme número de títulos livianos que pueblan la plataforma; en esta descripción entran firmemente la mayoría de los títulos competitivos online que mantienen su popularidad actualmente. Dos ejemplos rápidos que funcionan bien en una configuración como esta podrían ser Apex Legend, o Counter-Strike, pero también entran dentro de la categoría muchos Indies y videojuegos con algunos años a sus espaldas.

Si queremos aspirar a más nos tocará bajar resoluciones y opciones gráficas. En ambas configuraciones podremos jugar a la mayoría de nuestra biblioteca en baja resolución.

Cómo podemos llevar la configuración más allá

Con la configuración de AMD, los cambios son claros y sencillos: hacernos con una gráfica dedicada cuando tengamos la posibilidad. A pesar de que la potencia del R5 3400G no sea destacable en comparación a los mastodontes que podemos encontrar en la gama doméstica hoy día, es un procesador capaz que no debería darnos cuellos de botella con ninguna gráfica de gama media; que a su vez nos parece el salto más natural desde este presupuesto.

Tanto la RX 570, como su hermana mayor, la RX 580 son dos saltos de calidad importantes en sendas configuraciones. Con la RX 5500 a escasos días de aparecer en el mercado español, esta sería un salto de calidad importante que nos podríamos permitir, pero en la configuración de Intel no deberíamos aspirar a más sin que el procesador nos arranque parte del rendimiento.

Un equipo PC Gaming muy competente por 550€

Terminando con nuestra gama de entrada, nuestra verdadera configuración inicial gira en torno a los 550 euros. Un presupuesto ajustado con el que aún podemos hacernos con un equipo competente para jugar. Con este límite y la selección de componentes realizada deberíamos ser capaces de ejecutar con soltura videojuegos actuales a resoluciones 1080p en calidades medias o altas, siempre en función del título. En títulos como el futuro Cyberpunk 2077 tendremos que ser más conservadores.

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Profundizando en la selección de componentes

Sabiendo la configuración, podemos pararnos a hablar sobre cada uno de los componentes antes de continuar:

Procesador: La salida de la serie 3000 de Ryzen ha sentado muy bien al precio de los procesadores de la serie inmediatamente anterior, que han visto una bajada drástica en sus precios. A razón de ello, podemos permitirnos añadir en una configuración de este presupuesto un procesador como el Ryzen 5 2600. Con 6 núcleos y 12 hilos a 3.9 GHz está lejos de entrar en la gama baja a pesar de su precio. Como aliciente, su disipador incluido es excelente para ahorrar un extra en esta configuración.

Tarjeta gráfica: En nuestro último especial sobre tarjetas gráficas asequibles coronamos a la RX 570 de 4GB como la mejor opción de su rango de precios. Puede que la futura (Y rumoreada) RX 5500 le arrebate ese puesto, pero hasta entonces, la 570 seguirá siendo una de las mejores gráficas para jugar FHD a títulos actuales si no tenemos pretensiones en cuanto a la calidad gráfica. De entre los modelos disponibles, nos decantamos por el de XFX por su disponibilidad, pero Gigabyte tiene mejor precio.

Memoria RAM: Los procesadores de la compañía roja se benefician mucho de la alta velocidad en sus memorias, y con la enorme bajada en los precios de este componente en los últimos meses, podemos hacernos con un kit de 16GB de Corsair LPX a 3200MHz sin que nuestro presupuesto sufra de forma innecesaria. Tienen buena compatibilidad con los procesadores Ryzen y son asequibles.

Placa base: Como ya hemos escrito, la placa base no es un componente que influye de forma directa en el rendimiento de nuestro sistema, pero sí que condiciona qué es capaz de hacer el mismo. Teniendo en cuenta las características de esta configuración, la antigua integrante de esta lista, la B450M PRO-VDH de MSI, sigue siendo una opción recomendable.

Almacenamiento: Mantenemos el SSD como unidad de almacenamiento principal por preferencia personal, en este caso, un BX500 de Crucial. La unidad de la compañía de Micron cuenta con mejores velocidades que la anterior propuesta, sigue con un precio muy asequible y cuenta con la misma capacidad, de 240 GB.

Fuente de alimentación: En una configuración de estas características, la fuente de alimentación difícilmente va a acaparar la atención, pero deberíamos asegurarnos de que es estable y adecuada para el equipo. A nosotros nos gusta la Aerocool VX PLUS 550W por su precio, y por contar con un 78% de eficiencia y la potencia suficientes.

La torre: La caja dentro de la que se mantendrá el equipo siempre es una elección personal, en el que el gusto de cada uno tiene mucho más peso de lo que parece. Sin embargo, y a pesar del precio de este equipo, tiene una buena potencia y deberíamos tener en cuenta su refrigeración. Nos gusta la Nox Pax Blue por su precio ajustado y aberturas para ventilación que nos abren la posibilidad de mejorarla en el futuro.

Configuración Intel: En el caso de que prefiramos lo que tiene que ofrecernos Intel tenemos que movernos hacia el Core i5-9400F, uno de nuestros procesadores favoritos por debajo de los 200 euros, y acompañarlo de una placa base compatible, como la MSI B360M Bazooka. Con la subida de precio, tenemos que recortar en otros apartados para mantener el presupuesto. Nuestra opción es la memoria RAM, eligiendo un modelo de 2400MHz ya que el i5-9400F no sufre la falta de velocidad.

¿Para quién es esta configuración?

Esta configuración estaría recomendada para aquellos jugadores que quieran introducirse en la plataforma sin dejarse una pequeña fortuna y manteniendo cierto nivel en el apartado técnico de sus juegos.

Gracias a estos componentes os vais a encontrar un equipo que puede afrontar con soltura, y un buen número de cuadros por segundo, a los títulos competitivos multijugador que tanto éxito tienen entre la comunidad de PC. Si tus aspiraciones giran en torno al singleplayer vas a encontrarte con un escenario muy similar en obras actuales, especialmente si te mantienes en calidades medias y respetas los 1080p para los que fue diseñada la RX 570.

Cómo podemos llevar la configuración más allá

Si queremos actualizar los componentes del equipo en un futuro lo tenemos fácil con esta configuración. La pieza central de todo equipo para jugar es la tarjeta gráfica y tanto con el R5 2600, como con el i5-9400F no tendremos problemas de cuellos de botella en este aspecto.

Cambiar el procesador en un futuro es una labor factible, especialmente en la plataforma de AMD, aunque si nuestro presupuesto es tan ajustado como para escoger esta opción te recomendamos centrarte en otros componentes antes.

La RX 580 es una gráfica más potente que la elegida a tan sólo unos 30-40 euros más de precio, pero si queremos dar un verdadero salto de calidad podemos hacernos con una GTX 1660 Super, de unos 200 euros y supera a la RX 580 en todos los apartados, o esperar al lanzamiento de la prometedora RX 5500, que debería rondar los 150 euros y ofrecer una potencia cercana a la propuesta de la compañía verde.

Tras agotarse el último stock de gráficas RX 570 hay diversos comercios online que, o bien no la han repuesto, o lo han hecho por encima de su precio recomendado. En el momento de escribir este especial aún no ha salido al mercado la RX 5500 de AMD ni hemos podido probarla, por lo que incluiremos en los enlaces una RX 580; se trata de una gráfica más potente y algo más cara que nombramos en el párrafo superior.

De lleno en lo mejor de la plataforma PC por unos 800€

Añadiendo un 30% de presupuesto podemos ya no estaríamos hablando de una mejora o cambio de pieza con respecto a nuestra anterior configuración, si no de una mejora completa de la misma en todas y cada una de las piezas involucradas. Con un equipo de estas características ya entraríamos de lleno en lo mejor que puede ofrecernos la plataforma para el grueso de los jugadores, con cobertura total para los títulos actuales y futuros a nivel técnico para los próximos años, desde el reciente Red Dead Redemption II al futuro Death Stranding.

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Profundizando en la selección de componentes

Procesador: Uno de nuestros procesadores favoritos actualmente es el Ryzen 5 3600. La tercera generación de Ryzen ha solucionado los problemas de dependencia de las memorias de las pasadas iteraciones y la nueva arquitectura ha mejorado tanto las frecuencias como la estabilidad de estos procesadores. Por su precio (unos 200 euros) podemos hacernos con otras opciones interesantes de la misma marca, como el R7 2700X, pero ninguna de ellas tiene el rendimiento del R5 3600 en videojuegos.

Tarjeta gráfica: En el apartado gráfico tenemos un nuevo integrante. La GTX 1660 Super es la jugada de Nvidia ante las posibles maniobras de AMD en la gama media, una gráfica con un precio excelente para lo que ofrece. Supera por mucho a su rival directa en precios (RX 590) y, con un poco de maña en la configuración, puede enfrentarse cara a cara a todo tipo de resoluciones a una buena calidad. Una gráfica que ha quitado el puesto a nuestra anterior favorita de Nvidia: la GTX 1660 Ti.

Memoria RAM: Como ya hemos escrito, los procesadores de la tercera generación de Ryzen se comportan bien frente a memorias de poca velocidad en comparación a sus anteriores versiones. Sin embargo, el precio de la RAM a fecha de escribir este artículo nos permite mantener los dos módulos de 8GB Corsair LPX a 3200MHz de la anterior configuración sin maltratar el presupuesto, por lo que dejaremos la misma selección.

Placa Base: Dentro de la plataforma de AMD la marca que mejor soporte ofrece dentro del chipset B450 es, a nuestro parecer, MSI. Por esta razón, la placa seleccionada en esta ocasión vuelve a ser de la marca. Concretamente se trata de la B450 Gaming Plus Max, una placa que cuenta con el soporte necesario para el equipo.

Almacenamiento: De nuevo una situación similar a la anterior. El almacenamiento y su velocidad no influye de forma directa en nuestros videojuegos, pero bien es cierto que un extra de espacio puede darle vida a un equipo pensado para usarse de forma asidua. En este caso, con el aumento del presupuesto doblamos el espacio de nuestro SSD gracias al OCZ TR200 de Toshiba, de 480 GB de capacidad.

Fuente de alimentación: La fuente también ha subido un escalón en cuanto a calidad y prestaciones, si bien no en su capacidad. Hemos elegido la VS550W de Corsair por su eficiencia (80 Plus) y capacidad, más que suficiente para un equipo de estas características.

La torre: Tras todas las modificaciones realizadas, nos encontramos con un equipo más susceptible a la temperatura que nuestra anterior propuesta, por lo que ha de acompañarse de una mejor refrigeración. Nuestro procesador hace uso del disipador incluido en nuestro procesador y la GTX 1660 Super es bastante más potente que la RX 570, así que hemos acompañado el cambio con la Sharkoon VG5-V, una torre con una buena entrada frontal de aire, dos ventiladores incluidos y suficiente espacio.

Configuración Intel: Si nos decantamos por el equipo azul veremos como el presupuesto aumenta si queremos conseguir un equipo con las mismas prestaciones que el presentado. Manteniendo la gama del procesador, la opción más lógica sería el Core i5-9600K, al que deberíamos acompañar de una placa compatible que se aproveche de su capacidad para hacer OC sin maltratar mucho el presupuesto, como la Gigabyte Z390 UD. Para cuadrar la configuración, un disipador como el Cooler Master TX3 EVO nos dará lo que buscamos: un equipo capacitado por unos 800 euros.

¿Para quién es esta configuración?

Esta configuración se aleja de la modestia que encontrábamos en nuestra anterior selección de componentes para meternos de lleno en la plataforma de PC. Es un equipo diseñado para aprovechar todo lo de interés que nos tiene que ofrecer el ecosistema aún dentro de un presupuesto ajustado.

Con un equipo de estas características podríamos jugar a absolutamente todos los títulos presentes y futuros con soltura durante los próximos años, el músculo gráfico del equipo es capaz de enfrentarse a resoluciones FHD manteniendo los deseados 60 fps en configuraciones altas o muy altas (en función del título), en muchos casos superándose con facilidad. Si queremos dar el salto a resoluciones superiores no deberíamos encontrarnos muchos problemas, pero sí que deberíamos empezar a ser más conservadores con las opciones.

Cómo podemos llevar la configuración más allá

Subir el presupuesto de este equipo supondría meternos en la zona más baja de la gama alta de la plataforma. Si hablamos de un cambio de gráfica, el salto natural desde la GTX 1660 Super debería ser la RX 5700 XT por precio y características, ya que la GTX 1660 Ti se nos antoja demasiado pareja a tarjeta elegida en la configuración inicial, aunque podríamos adquirirla desde un primer momento para el equipo.

Atendiendo a otros apartados, si deseamos más almacenamiento podemos optar por un HDD de gran tamaño o un segundo disco para nuestros videojuegos. Si queremos comenzar a hacer overclock a nuestro equipo, nos encontraremos con un problema de temperaturas en la configuración de AMD (Además de una capacidad muy limitada de overclock), por lo que un mejor disipador es una buena opción. En Intel no tendríamos problemas, aunque la placa base seleccionada tenga un VRM débil en comparación a otros modelos más caros.

Exprimiendo la experiencia PC por 1000€

Con un presupuesto de esta envergadura, los compromisos que hemos estado afrontando hasta ahora para jugar a buena calidad se diluyen casi por completo, pasando a presentarse un nuevo objetivo: obtener el máximo rendimiento posible. Este rendimiento se traduce en particularidades técnicas con las que antes no contábamos, como la posibilidad de hacer uso de tecnologías concretas sin maltratar excesivamente el rendimiento, u otros puntos de interés, como las altas frecuencias en escenarios competitivos o tecnologías como la RV. No hay título que se resista a las especificaciones de esta configuración.

Guía para montar tu PC Gaming por piezas y según presupuesto

Profundizando en la selección de componentes

Procesador: Mantenemos procesador para esta configuración. Tanto el R5 3600 por parte de AMD, como el i5-9600K por parte de Intel son procesadores más que capaces de afrontar, sin comprometer el rendimiento del resto de piezas clave del equipo en los títulos actuales.

Tarjeta gráfica: Aquí encontraremos el mayor cambio si atendemos a la configuración anterior. La RX 5700 XT es el último lanzamiento de parte de la división gráfica de AMD, así como la tarjeta más rápida de la compañía con permiso de la Radeon VII. Su elección sobre la RTX 2060 Super atiende única y exclusivamente al rendimiento obtenido por su precio. Si queremos obtener las tecnologías dedicadas de RTX y no nos importa perder unos cuadros por segundo en el proceso, esta sería una opción igualmente válida.

Memoria RAM: De nuevo, repetimos elección con los módulos de Corsair LPX por las razones expuestas en nuestra anterior opción. Dos módulos de 8GB a 3200MHz cada uno.

Placa base: Si bien el modelo presentado en la configuración anterior habría sido suficiente para esta selección, hemos decidido dar un paso adelante en cuanto a placa base se refiere para ser consecuentes con la subida del resto del equipo. En nuestro caso, pasamos a la MSI B450 Tomahawk Max, una placa con soporte directo para la 3ª generación de Ryzen y que cuenta con fases de alimentación y VRM similares al modelo inmediatamente superior, perdiendo en el camino tan sólo el Wifi.

Almacenamiento: Como en el caso de la memoria RAM, no emplearemos la subida de presupuesto en este apartado, el SSD de la configuración anterior es suficiente y da pie a mejorar la capacidad de almacenamiento del equipo en el futuro.

Fuente de alimentación: Las mejoras en placa base nos pueden invitar a realizar algún tipo de overclock sobre nuestro procesador. En estos casos, contar con una buena fuente de alimentación es superlativo y, con respecto a la anterior opción, un cambio a una fuente de mayor capacidad y eficiencia no requiere de una gran inversión. Nos decantamos por la NOX Hummer X600W, una fuente semi-modular, de 600W y certificación 80 Plus Bronce.

La torre: Si vamos a realizar algún tipo de overclock, la temperatura debería ser una prioridad. En caso de querer retocar la configuración nos decantamos por una de dos opciones: o adquirir un extra de ventilación, o una caja que nos permite juguetear con la disipación del equipo. La Mars Gaming MCG incluye cuatro ventiladores y cuenta con un buen aspecto. La distribución de la torre (Y ausencia de entrada frontal) nos invita a colocar los ventiladores para crear un flujo de aire negativo para aprovechar el filtro superior de la torre.

Configuración Intel: Mantenemos procesador en esta configuración. Sin embargo, tal y como hemos hecho con la selección de piezas AMD, podemos permitirnos una placa mejor para realizar overclock de algún tipo. A nosotros nos ha gustado la Gigabyte Z390 Gaming X por su precio comedido y características relacionadas con la BIOS. Además, mejoramos la disipación con el Cooler Master Hyper 212.

¿Para quién es esta configuración?

Con esta configuración queremos acercarnos lo máximo posible al rendimiento de la gama alta de PC en videojuegos sin llegar a los precios de esta. Lo conseguimos a través del salto de calidad de la tarjeta gráfica, que sí pertenece a esta gama, y de la capacidad de hacer overclock a nuestro equipo.

Con esta configuración podemos jugar a FHD con altos cuadros por segundo y a 1440p con 60 cuadros estables sin salir de las configuraciones altas. Tendremos la posibilidad de aplicar modificaciones a nuestros juegos sin sufrir en rendimiento y podremos jugar a 4K si atendemos un poco a las peculiaridades gráficas de cada tipo. Una configuración todoterreno para aquellos usuarios que quieran más de todo lo que PC puede ofrecer.

Cómo podemos llevar la configuración más allá

Una mejora en las capacidades del equipo para jugar sin modificar el procesador elegido en esta configuración pasa, casi obligatoriamente, por adquirir una mejor tarjeta gráfica. Para este caso, un salto de calidad lo aportaría la RTX 2070 Super o la RTX 2080 Super de Nvidia, con un rendimiento muy similar a la famosa GTX 1080 Ti, sumándole el aliciente del RTX y sus tecnologías derivadas. Más allá de ello estaríamos entrando de lleno en las tarjetas gráficas más entusiastas y con ellas, llegan los precios desorbitados.

Un equipo PC para sacar lo máximo de cada videojuego por 1600€

Hay poco que no puedas hacer dentro de la plataforma con un presupuesto tan elevado. Con una configuración de 1600€ damos por supuesto que queremos jugarlo todo con el mejor aspecto y fluidez posibles independientemente del título que se trate. Las dos configuraciones que mostramos dan el mayor salto gráfico de la lista y cambian muchos de sus componentes, mientras mantenemos algunos componentes esenciales para el equipo.

Guía para montar tu PC Gaming por piezas y según presupuesto

Profundizando en la selección de componentes

Procesador: Salvo que aspiremos a hacer algo más con el equipo que jugar, o nos moleste excesivamente los 3-6 fps que podemos perder de cara a las CPU más avanzadas de la serie doméstica, los procesadores escogidos en las dos anteriores selecciones son suficientes para cualquier escenario actual. Mantenemos el R5 3600 y el i5-9600K en ambas configuraciones.

Tarjeta gráfica: Como en la anterior configuración, aquí es donde encontramos el mayor salto cualitativo con el cambio de presupuesto. La RTX 2080 Super está sólo un escalón por debajo de la tope-de-gama de la compañía de verde y es una de las tarjetas más potentes de su elevado rango de precios. El modelo escogido mantiene un precio admisible con respecto al original, cuenta con buena refrigeración y tiene un pequeño OC aplicado de serie. Además, su aspecto casa con el resto de las piezas.

Memoria RAM: Con un presupuesto tan alto podríamos permitirnos dar un pequeño salto en la velocidad de las memorias sin que esto suponga un problema. Pero, aunque los procesadores AMD siguen beneficiándose de las altas frecuencias en sus memorias este cambio ya no es tan significativo. Ese es el motivo por el que hemos escogido dos módulos de 8 GB de G.Skill FlareX, que en el momento de escribir estas palabras está de oferta.

Placa base: Aquí se presenta, de nuevo, un cambio a mejor. La tercera generación de procesadores Ryzen ha llegado con el chipset X570 bajo el hombro, pesando para sacar el máximo partido a las características de estos procesadores. Aunque su precio sigue siendo elevado, especialmente entre las placas “asequibles” de la serie, encontramos algunas propuestas interesantes como la Aorus X570 Elite de Gigabyte. Una placa con un VRM excelente y muchas prestaciones, incluso dentro de X570.

Almacenamiento: Con el creciente tamaño de los juegos, 480GB pueden parecer algo parcos, pero seguimos manteniendo como opción principal el Toshiba OCZ TR200 de 480 GB como unidad de almacenamiento principal. La inclusión de una unidad de mayor tamaño, u optar por una combinación de SSD y HDD queda a expensas del usuario final. Dentro de los HDD, los WD Blue han bajado recientemente de precio en sus 2TB.

La torre: Llegados a este nivel de presupuesto, podemos optar por una torre con características más premium que las listadas hasta ahora. Dentro de los grandes fabricantes, una de nuestras favoritas en la serie H de NZXT por su buena relación calidad-precio, su aspecto y su refrigeración. En esta ocasión, escogemos la H510 en negro, para no romper la estética del equipo. Además, incluye dos ventiladores de la marca.

Fuente de alimentación: Si vamos a realizar algún tipo de OC a este equipo, la fuente de alimentación cobra mucha más importancia que en otras configuraciones. La EVGA SuperNova G1+ de 750W tiene certificación 80 Plus Gold, dos características que nos aseguran el espacio suficiente como para poder hacer OC a los componentes del equipo de forma segura. Además, es completamente modular, por lo que la gestión del cableado a la hora de montar la configuración será más limpia y fácil.

Disipador de la CPU: De nuevo, con el OC en el horizonte es necesario invertir algo más en refrigeración. La refrigeración por aire es una opción excelente para la mayoría de los casos, es más fácil de mantener y suele ser más barata, por lo que no daremos el salto a un AiO de refrigeración líquida. En vez de eso, nos quedaremos con el TC12DX de Phanteks, un disipador excelente por su precio del que nuestros procesadores tomarán buen partido.

Configuración Intel La configuración para Intel ve cambios proporcionales a la expuesta más arriba. Mantenemos el Core i5-9600K pero lo acompañamos de una placa Z390 de mejor calidad, que nos habilite una mayor capacidad de OC y abra paso a futuras actualizaciones. Para este presupuesto, la Asrock Z390 Extreme4 nos parece una elección adecuada por su relación calidad-precio.

¿Para quién es esta configuración?

Si nuestra anterior configuración estaba destinada a aquellos usuarios que buscaban sacar lo mejor de la plataforma y exprimir nuestros componentes, esta tira directamente de fuerza bruta para asegurarnos lo mejor. Los títulos AAA más punteros no son problema en 4K independientemente de sus requisitos, y en resoluciones menores alcanzaremos fps muy altos que sólo podremos aprovechar con monitores de altas tasas de refresco.

Cuando queremos un extra de potencia, o simplemente queramos exprimir aún más las capacidades de esta configuración, el OC nos brindará la posibilidad de aumentar el rendimiento de los componentes clave del equipo para que se mantenga relevante muchos años. Es la configuración más alta a la que alguien que sólo quiera jugar debiera aspirar sin derrochar el dinero, siempre bajo nuestro criterio.

Cómo podemos llevar la configuración más allá

Llevar más allá esta configuración es un ejercicio de despilfarro. Podríamos fácilmente sustituir el procesador escogido por alguno de los de más alta gama de sus respectivas series, como el R7 3700X, o R9 3900X por parte de AMD y el i7-9700K, o el i9-9900K desde Intel, pero si sólo vamos a jugar, es un cambio innecesario.

Algo más discutible sería la inclusión de la RTX 2080 Ti en vez de la RTX 2080 Super que hemos escogido. La diferencia de rendimiento entre ambas está en torno al 12% a favor de la RTX 2080 Ti, pero el precio de esta se dispara hasta pasar los 1.200 euros con facilidad. Por parte de AMD, aunque la Radeon VII entre dentro del mismo rango de precios, se queda muy por detrás de las dos opciones mencionadas.

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