Cualquier juego nuevo que contenga apuestas simuladas será +18, aunque sean tragaperras sin dinero real.
En los últimos años, diferentes organismos han aumentado sus restricciones sobre los juegos de azar, y eso afecta también a los videojuegos. No solo con la puesta en marcha de políticas de actuación contra las cajas de botín, sino también a la hora de valorar recomendar productos que incluyan apuestas simuladas, algo que tendría implicaciones en un remake de un clásico de Game Boy que veremos después.
En este sentido, desde 2020 el sistema de clasificación de contenidos europeos califica como no apto para menores de 18 años aquellos lanzamientos que enseñen o promocionen el uso de juegos de azar. Tal situación, ponen de ejemplo desde Ask About Games, la hemos podido vivir recientemente con el lanzamiento de Overboard el pasado mes de junio, una propuesta de aspecto solo recomendada para mayores de edad. ¿El motivo? Una escena en la que puedes jugar al blackjack con otro personaje.
Según recoge el portal británico, los criterios de PEGI en lo concerniente a apuestas simuladas se refiere a secuencias ambientadas en casinos, salas de juego o hipódromos, no limitándose a cubrir videojuegos donde las apuestas o los juegos de azar son parte fundamental de la historia. Por ejemplo, se incluirá lanzamientos que enseñen cómo jugar juegos de cartas donde pueda haber dinero de por medio así como lo concerniente a las probabilidades en las carreras de caballos.
El caso de Pokémon Rojo / Azul
Tal situación llamó la atención de Nintendo Life, que se preguntó qué pasaría si volviera a lanzarse Pokémon Rojo / Pokémon Azul hoy en día. ¿La respuesta? Nada, de acuerdo al PEGI, no se vuelven a someter a análisis reediciones de videojuegos, siempre y cuando no se actualicen, modernicen, reinterpretan o alteren de ninguna forma que les lleve a interpretado como un videojuego nuevo en su concepción.
Recordemos que Pokémon Rojo y Azul incluía en Ciudad Azulona un casino con sus clásicas máquinas tragaperras, algo que con los nuevos criterios del PEGI haría de esta obra imperecedera de la industria, un título no apto para menores de edad. Ahora queda la cuestión de qué hará Nintendo si decide en generaciones futuras volver a hacer un remake de la primera entrega de la saga de rol y combates por turnos.