Ya os he hablado en alguna ocasión de Gunpei Yokoi, uno de los personajes más importantes y recordados de la historia de Nintendo. Fue el máximo responsable de la exitosa Game Boy, pero en su haber hay infinidad de creaciones, innumerables si nos adentramos en su historial como fabricante de juguetes. Sí, ya sabéis que antes de hacer videojuegos, la Gran N se dedicaba a crear todo tipo de artilugios, algunos sorprendentes… y otros auténticas curiosidades que no está mal que sean recordadas.
La invención que os traigo hoy junta las dos cosas: sorprende y es curiosísima. Se trata de Nintendo Chiritori, un robot aspirador cuya fabricación data del año 1979 y que entra dentro del saco de creaciones extrañas y que más allá de su parecido con un robot aspirador, realmente no estaba diseñado para tal fin. Era un juguete, una curiosidad, un gadget inútil aunque simpático. Le podías colocar pegatinas y personalizarlo… y también ponerle un nombre como seguramente más de uno ha hecho en alguna ocasión. Pero limpiar, lo que es limpiar, pues a ver… quitaba algunas migas, pero no era su fuerte.
Foto: Beforemario.com
El simpático (aunque inútil) robot aspirador de Nintendo
La razón de ser de las creaciones de Yokoi siempre ha estado en el pensamiento lateral, en aprovechar tecnología barata para darle nuevas funcionalidades. Chiritori es otra aplicación más de dicha filosofía, y es que su funcionamiento era de lo más rudimentario: cuando le dabas al ON en el cacharro, se ponía a dar vueltas en el sentido de las agujas del reloj hasta que pulsabas un botón en el mando radiocontrol. Entonces dejaba de girar y se movía en línea recta. Así, de forma completamente manual, podías divertirte en casa recogiendo la arenilla que habías traído con los zapatos (o no).
Era un juguete, una curiosidad, un gadget inútil aunque simpático
Este robot aspirador no te hacía ningún mapeado, ni tampoco se paraba al chocar contra una pared. De hecho, sus dimensiones eran más bien ridículas: 16 centímetros de diámetro (menos de la mitad que cualquier aspirador actual). Eso sí, tenía su mérito, porque era completamente inalámbrico al usar cuatro pilas estilo C -de las gorditas- y un par de petaca. Además incorporaba un contenedor extraíble para cuando acabase la limpieza, y todo con una construcción bastante sólida (todo hay que decirlo).
Foto: Beforemario.com
Chiritori era simplemente un artilugio simpático, de los muchos que fabricó Nintendo por aquella época, como podía ser la popular Ultra Hand (que permitía alcanzar objetos lejanos) o el Love Tester (que medía la afinidad entre dos personas). Se trataba de gadgets divertidos, poco útiles, pero que despertaban algún tipo de curiosidad en los potenciales compradores. En definitiva, experimentos de juguete que en algunas ocasiones triunfaban, y en otras se quedan olvidadas hasta que artículos como el que escribo los rescatan.
En el caso de este robot aspirador, ¿qué creéis que pasó? Efectivamente, que vendió poquísimo. No fue necesariamente por el precio, unos 6.000 yenes, sino seguramente porque poca gente encontró divertido limpiar con este dispositivo. Eso sí, traía una lámina con pegatinas de lo más entrañable. Y es que no encuentro una palabra mejor para describir esto. Los propios desarrolladores de Nintendo seguro que lo ven también así, ya que de lo contrario no habrían incluido una referencia al aparatejo en uno de los minijuegos de WarioWare de GBA. Mágico.