Hace unas horas conocimos que Google, uno de los gigantes tecnológicos más determinantes del sector, utiliza 2.000 millones de teléfonos inteligentes para detectar terremotos. Aunque esta es una de las noticias más sorprendentes del sector, por desgracia no es la tónica habitual, ya que en la actualidad está marcado por el interés en aumentar sus beneficios de las compañías. Por ello, una parte importante del debate se ha centrado en Apple y la posibilidad de producir su iPhone en Estados Unidos, una idea que ya cuenta con varios antecedentes que demuestran lo pésima que es.
Por desgracia, en esta ocasión toca contar otra de esas anécdotas con un final amargo, aunque los comienzos de esta historia ya apuntaban en esa dirección. Como señala TechSpot, Olof Gustafsson es el CEO de Escobar Inc., una compañía centrada en distribuir smartphones con la imagen de Pablo Escobar. Por si esto no fuera lo suficientemente turbio, una investigación ha revelado que los Escobar Fold 1 y Fold 2 no eran móviles de producción propia, sino modelos reacondicionados o de baja calidad del Samsung Galaxy Fold. Sorprendentemente, esta es solo la punta del iceberg, ya que el caso de Gustafsson es aún más complejo.
Multa millonaria y posible condena de cárcel
Las sospechas iniciaron tras ver el precio de los dispositivos, ya que el modelo Fold 1 costaba 321 euros y el Fold 2 crecía hasta los 367 euros, dos cifras que representan lo difícil que sería sostener este modelo si estábamos ante dispositivos funcionales. A su vez, muchos clientes señalaron que recibían certificados de propiedad, libros o material promocional en lugar de los productos, un aspecto que servía como prueba de envío para evitar devoluciones. De hecho, también señalaron que fueron estafados con iPhone bañados en oro llamados "Lanzallamas Escobar" (un producto de 460 euros que nunca recibieron) e incluso una criptomoneda falsa llamada Escobar Cash.
Marques Brownlee, uno de los influencers Tech más relevantes del sector, recibió varias unidades para generar interés entre el público y aparentar legitimidad, pero su testimonio fue determinante para destapar la estafa. Fundada por Roberto Escobar, hermano del narcotraficante, este posee los derechos sobre su imagen y su nombre, un aspecto que utilizó Gustafsson para perpetuar su estafa. De hecho, quiso justificar el uso de teléfonos de Samsung a pesar de que nunca realizaron los envíos: "Los móviles provienen del stock defectuoso, devuelto o excedente de Samsung, eso nos permitió colocar un precio muy bajo".
Entre diciembre de 2019 y junio de 2020, Gustafsson transfirió entre cuentas 283.000 euros, una serie de movimientos que han terminado destapando todo el entramado. Así, aunque los móviles estaban etiquetados de forma cutre, nunca fueron enviados a la mayoría de compradores. Por ello, el CEO se declaró culpable de fraude electrónico, fraude postal y lavado de dinero en territorio estadounidense. Ahora, tendrá que pagar hasta 1,2 millones de euros en restitución a las víctimas de fraude y, a su vez, se enfrenta a 20 años de prisión federal por cada cargo de fraude y hasta 10 años por cada cargo de lavado de dinero.
Imagen principal de Marques Brownlee (YouTube)
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