Abelardo González
Editor - TechHace poco más de un año, Elon Musk presumió en X de haber despedido al 80% de la plantilla tras cerrar la adquisición de Twitter por 41.800 millones de euros. Como era de esperar, la reacción de Musk generó una polémica instantánea, ya que se mofó en su propia red social de la decisión tan cruda que tomó. Hoy, casi trece meses después, celebró un emoji de risa que Parsa Tajik (empleado de XAI) haya presumido de trabajar durante 36 horas seguidas sin dormir.
Sorprendentemente, mientras Musk citó la publicación con cierto tono de mofa, otros compañeros de xAI aprovecharon la revelación de Tajik para alabar de forma pública su dedicación a la empresa. De hecho, entre los halagos se pudo leer uno que, con cierta ironía, lanzaba un mensaje a los competidores de la empresa de inteligencia artificial de Elon Musk: "El equilibrio vida-trabajo es fantástico… pero solo para nuestros rivales". Musk, al reaccionar con un emoji llorando de risa, también mostró su apoyo a la dedicación de Tajik.
Así, no es la primera vez que Musk admite de forma pública que está obsesionado con el trabajo y todo lo que rodea al entorno laboral. Durante una de las peores épocas de Tesla, el propio Musk llegó a dormir en el suelo de la fábrica para buscar la forma de paliar la crisis de producción del Model 3. De hecho, también se ha mostrado reacio a la idea de facilitar modelos de trabajo remoto o híbridos a sus empleados, llegando incluso a exigir semanas de 60 horas para alcanzar diferentes objetivos.
La principal contradicción de Elon Musk
En líneas generales, esta publicación revela una condición que el propio Musk parece haber olvidado: su objetivo para el avance de la humanidad es incompatible con su visión laboral. Desde hace años, el multimillonario ha hecho hincapié en los problemas de natalidad que atraviesan varios países y ha invitado a las personas a tener más hijos. Sin embargo, mientras presume de sus 14 descendientes, está a favor de una política de trabajo que imposibilita que sus empleados puedan encontrar equilibrio entre vida personal y profesional.
Tajik, por su parte, señaló que lleva años trabajando jornadas muy largas y, gracias a ello, pasó de estar a punto de perder su hogar en 2020 a conseguir un puesto de trabajo en xAI. No obstante, su mensaje debe ser visto con cautela, ya que la línea que separa el trabajo duro buscando el progreso de ser explotado de forma peligrosa es cada vez más fina. Además, hay que tener en cuenta que las jornadas extremas conllevan riesgos claros tanto para la salud física como para la mental.
Según varios estudios, trabajar demasiadas horas reduce la productividad real de los empleados, ya que estos necesitan descansar una media de dos horas y media dentro de una jornada de ocho horas. A pesar de lo que digan estos informes, tanto Musk como otros genios tecnológicos glorifican la hiperproductividad y, por ejemplo, ensalzan el modelo 996 chino o buscan impulsar las semanas laborales de más de 70 horas.
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