Desde hace algunos años, los semiconductores se han convertido en uno de los elementos más importantes del mundo. Tal es su impacto que, desde la irrupción de la COVID en nuestras vidas, la industria tecnológica se enfrenta a una crisis de semiconductores que parece no tener fin. Sin embargo, figuras como Pat Gelsinger, el actual CEO de Intel, creen en la recuperación de este sector de cara a 2025, una fecha que encaja con la predicción de AMD. Y, por ello, el propio Gelsinger no duda a la hora de afirmar que los chips y sus cadenas de suministros tendrán una gran influencia política en los próximos 50 años.
Durante una reciente charla que recoge Techspot, Gelsinger ha hablado de las virtudes y posibilidades de esta tecnología. En relación a las estrategias políticas de los últimos 50 años, señaló que las reservas de petróleo han sido el factor clave para definir las relaciones entre países. No obstante, considera que este lugar lo tomarán los semiconductores en el próximo medio siglo. Y, por ello, Intel ha comenzado la creación de fábricas en Ohio, Israel, Irlanda, Alemania, Italia y Malasia, localizaciones con la busca combatir el dominio de Taiwán y TMSC.
Estados Unidos destinará casi 300.000 millones de dólares a fabricantes de chips
Como parte de la nueva Ley de Chips y Ciencia que aprobó el gobierno de Joe Biden, las empresas del país norteamericano podrán beneficiarse de los 280.000 millones de dólares destinados a dicha enmienda. Así, 52.000 millones irán destinados a subvencionar a los fabricantes de suministros, razón por la que Gelsinger señaló que están invirtiendo ya que suponen que “nos ayudarán a hacer estas inversiones masivas”. Además, afirmó que las consecuencias de la COVID y la dependencia de estos elementos les ayudó a ver que necesitan “resistencia en nuestras cadenas de suministros”.
En estos momentos, según recoge Techspot en la misma nota, Taiwán abastece a casi el 50% del mercado mundial. Por ello, la dependencia global tanto de este país como de TMSC es total. Así, Estados Unidos buscará a través de empresas como Intel diversificar el mercado y potenciar su industria de suministros de chips. Y, a la larga, como indicó el propio Gelsinger, la región norteamericana podrá sumarse a la carrera por dominar lo que, para Intel y otras compañías, es el componente que definirá la estrategia geopolítica en los próximos 50 años.
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Imagen principal de Intel (Twitter)
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