Abelardo González
Editor - TechLa creación de una startup se ha convertido en un paso indispensable para aquellas personas que buscan crecer en el campo tecnológico. Aunque algunos logran su cometido, prosperan y consiguen crecer tanto que cambian el sector en el que se encuentran, otros destacan por protagonizar historias con tintes trágicos. Así, un ejemplo de ello sería Vinay Hiremath, fundador de Loom que reconoció que ser multimillonario no le ha ayudado a ser más feliz. Por suerte para ella, la historia de Anne Wojcicki difiere de la de Hiremath.
Como señala Ars Technica, Wojcicki fundó 23andMe en 2006 junto a Linda Avey y Paul Cusenza. En primera instancia, el objetivo principal de su empresa era ofrecer pruebas genéticas directas al consumidor, un aspecto innovador a mediados de la primera década de los 2000. De hecho, 23andMe creció tanto que salió a bolsa en 2021, momento en el que tanto Wojcicki como los otros fundadores tuvieron que ceder una parte del control de la empresa a nuevos accionistas y el consejo administrativo. Ello, sumado a los años de caída de ingresos y una filtración masiva de datos de 7 millones de clientes, terminó llevando a 23andMe a declararse en bancarrota en marzo de 2024.
Final feliz para Anne Wojcicki
Como es habitual, 23andMe se vio inmersa en una subasta de bancarrota en la que sería vendida al mejor postor. Durante semanas, Regeneron se alzó como victoriosa, ya que su oferta de 238 millones de euros era la más alta que había registrado el proceso. Sin embargo, después de varios intentos y de la publicación de una oferta centrada en los activos ignorando los pasivos, TTAM Research Institute terminó llevándose el gato al agua. ¿Lo más sorprendente de todo? Se trata de una empresa de Wojcicki, motivo por el que consiguió volver a comprar la compañía que fundó.
Por desgracia para Wojcicki, el proceso fue un poco más amargo de lo que esperaba. A pesar de los intentos de compra, la misma no pudo producirse antes al haber cerrado de forma prematura la subasta. Sin embargo, TTAM consiguió solventar dicha situación, ya que aseguró que contaba con el respaldo financiero de una empresa de Fortune 500 que goza de más de 372.000 millones de euros en capitalización, así como 15.800 millones de euros en efectivo. Tras esto, TTAM puso a Regeneron en una posición complicada y decidieron retirarse del acuerdo.
Como penalización, Regeneron tendrá que pagar una tarifa de cancelación de 9,3 millones de euros, ya que este tipo de subastas entrañan riesgos económicos cuantiosos. De momento, la oferta de Wojcicki aún necesita aprobación judicial, un aspecto al que debemos sumar la preocupación en torno a la transferencia de datos genéticos que maneja 23andMe. Sin embargo, si tenemos en cuenta que el poder regresará a Wojcicki, un perfil que fundó la compañía y que ya trabajó con esa información, es probable que el proceso sea mucho más sencillo.
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