Abelardo González
Editor - TechHaneke Faber, CEO de Logitech, ha compartido una reflexión que podría explicar el fracaso del hardware basado en IA: "Son soluciones que buscan un problema". Para Faber, el problema detrás de estos dispositivos es que no resuelven necesidades reales, una situación que sí sucede con los bots conversacionales. Sorprendentemente, su postura choca de forma directa con su visión para dirigir la compañía, ya que Faber se ha convertido en una de las principales defensores del uso de la IA dentro de Logitech.
En los últimos meses, la CEO ha llegado a proponer el uso de agentes de inteligencia artificial en todas las reuniones de consejo para mejorar la productividad y apoyar la toma de decisiones. A pesar de ello, es consciente de que el hardware de IA no está a la altura de las expectativas, una situación que alude a la ausencia de un valor diferencial claro en el mercado. De esta forma, mientras el software de IA ya está integrado en muchos campos, el hardware de IA sigue sin resultar atractivo para muchos.
Un ejemplo perfecto es el AI Pin de Humane, un dispositivo que apuntaba a sustituir a los smartphones tradicionales. Menos de un año después, la compañía fue absorbida por HP a raíz de aspectos como su precio fuera de mercado (600 euros de entrada más una suscripción mensual de 21 euros) o la falta de interés de los usuarios. Así, el lanzamiento del AI Pin dio lugar a críticas feroces, juicios centrados en la poca utilidad del producto y, por último, la conversión a un "ladrillo" del dispositivo cuando se cerraron los servidores.
Otra propuesta similar fue el Rabbit R1, otra apuesta que prometió revolucionar el día a día de los usuarios ejecutando tareas en su lugar y hablando con otras apps como si fuera una persona. Gracias a ello, obtuvieron 10.000 preventas antes de lanzarse, pero la situación cambió cuando llegó al mercado: la crítica se mostró reacia y tanto los usuarios como la prensa especializada señalaron que se trataba de un producto que no merecía la pena probar. De hecho, la situación fue tan grave que varios empleados aseguran que llevan meses sin cobrar.
La IA no consigue conquistar el hardware
A pesar de estos fracasos tan sonados, grandes compañías siguen persiguiendo el sueño de triunfar en un campo que no da lugar a alegrías. Un ejemplo de ello es la colaboración entre Jony Ive y OpenAI, una alianza que permitirá a uno de los diseñadores originales del iPhone trabajar en un prototipo físico basado en "inteligencia ambiental". De momento, sabemos que se trata de hardware que busca integrarse en el entorno, pero se desconocen más detalles al respecto.
Logitech, por su parte, tiene cierta experiencia en el terreno del hardware con IA, pero sus usuarios no han recibido estos productos con entusiasmo. Un ejemplo de ello podría ser el Signature AI Edition, un ratón con un botón extra que permite abrir aplicaciones de prompts para ChatGPT. Ello, sumado a la polémica en torno a la creación de un ratón como servicio han rodeado las decisiones de Logitech, pero la situación sigue siendo la misma: mientras las compañías confían en el hardware de IA, los usuarios le dan la espalda.
Imagen principal de 3DJuegos
En 3DJuegos | La IA destapa el mayor secreto del Black Friday: el "chollo" es comprar menos para gastar como nunca
En 3DJuegos | Pagó 60 euros por un bolígrafo con IA para copiar en exámenes y no tardó en descubrir que había tirado el dinero
Ver 0 comentarios