Salvo contadas excepciones, los despidos y las salidas por la puerta de atrás suelen representar el lado más amargo del sector laboral. Un ejemplo de ello podría ser la videollamada que contó con 400 empleados que, apenas unas horas después de formar parte de la misma, conocieron que dejaban de ser parte de la empresa en la que trabajaban. Sin embargo, pocas historias tienen tantos giros de guion como las que protagonizan los informáticos, ya que estos aprovechan su acceso a información confidencial para protagonizar una última jugarreta antes de abandonar sus compañías.
Como señala JeuxVideo, este es el caso de la empresa NCS (Singapur), una entidad que perdió cerca de 630.000 euros a raíz del sabotaje informático que sufrió por parte de un antiguo empleado tras su despido. Kandula Nagaraju, ingeniero de 39 años que formaba parte de NCS, fue despedido en octubre de 2022 por bajo rendimiento, pero conservó su acceso a los sistemas de la empresa durante meses. Así, decidió tomar la justicia por su mano y optó por borrar 180 servidores virtuales que, a la postre, dinamitaron las operaciones de su antigua empresa.
Ha sido condenado a prisión
Al eliminar estos 180 servidores virtuales, Nagaraju no borró del mapa ningún dato sensible, pero sí se llevó por delante un espacio digital en el que probaban software esencial para las operaciones de la empresa. Según las estimaciones, el daño causado por el informático fue de una cifra cercana a los 630.000 euros, razón por la que la empresa decidió realizar una denuncia con dicho importe. De hecho, llegaron a descubrir que accedió hasta seis veces a los servidores de NCS con su portátil personal, una situación que llevó a cabo en enero de 2023.
Unos días después del ataque, Nagaruju regresó a Singapur para trabajar con otra empresa, pero ello no implicó que cesase en su empeño, sino todo lo contrario: utilizó la red Wi-Fi de su antiguo compañero de piso para continuar con los accesos. Así, planeó su venganza durante tres meses, ya que desarrolló un script basado en fragmentos encontrados en Google con la intención de borrar los servidores. Sin embargo, la empresa detectó varios accesos no autorizados y rastreó su IP gracias a una investigación interna, una maniobra que les sirvió para encontrar el código del sabotaje.
A raíz de esta situación, NCS presentó una denuncia por daños equivalente a 630.000 euros. Tras investigar el caso, el tribunal de Singapur declaró a Nagaraju culpable de acceso no autorizado y sabotaje informático, razón por la que le colocaron una condena de dos años y ocho meses de prisión por sus acciones. Así, como ya ha sucedido en más de una ocasión, este caso es un ejemplo de la importancia de revocar de forma inmediata los acceso a los antiguos empleados, ya que estos pueden realizar acciones dañinas si no están conformes con la decisión de la empresa.
Imagen principal de 3DJuegos
En 3DJuegos | Apple se apoya en el iPhone para revolucionar sus MacBook con un chip que alimentará a su ordenador más económico
En 3DJuegos | Europa marca nuevos límites a las Big Tech y Google alza la voz contra la UE: "Están frenando la innovación"
Ver 0 comentarios